Dentro de poco menos de un mes, segœn lo programado, se elegirán las autoridades que han de conducir la DAIA por el próximo trienio. De acuerdo a la tradición institucional judeoargentina quien a de ocupar la presidencia es el dirigente que de alguna manera marcará la tónica de la futura conducción y es por eso que cuando el pasado 5 de octubre el periodista Raœl Kollmann se analizó el tema, en una nota publicada en Página 12, sólo se refirió a los tres candidatos a presidente, Josó Hercman, que busca ser reelegido y quienes se postulan para reemplazarlo: Gilbert Lewi y Alberto Indij.
Este recambio de autoridades encuentra a la DAIA en un momento muy especial. Por un lado el desarrollo del juicio oral del del atentado a la AMIA ha demostrado que el juez federal instructor, el doctor Juan Josó Galeano, a quien la DAIA respaldo en más de una oportunidad, cometió un sinnœmero de irregularidades en la investigación, algunas de las cuales serían delictivas.
Que el juez le solicitara a la SIDE que se le pagará a Telleldín cuatrocientos mil dólares, cosa que personal de la Secretaría de Inteligencia hizo en dos etapas, y que no sólo no lo registrara en el expediente sino que negara que se le haya pagado pone en duda la declaración de Telleldín y por lógica el involucramiento de Ribelli y sus subalternos detenidos.
Que puede llegar a pasar si el Tribunal Oral Federal que los está juzgando considera que no son participes necesarios es una pregunta que por el momento no tiene respuesta, pero es seguro que si esto llegará a ocurrir, los miembros de la comunidad podrían pensar que la DAIA no actuó como era debido al apoyar al doctor Galeano.
Por otro lado la relación con el Gobierno Nacional y los medios de prensa, sean estos los generales del país o los comunitarios, tambión son conflictivos.
Esta conducción, en especial su presidente, ha sido tildada de berajistas desde casi el mismo momento en que asumió, consecuencia de que Josó Hercman elogió como dirigente al doctor Rubón Beraja en un reportaje que le otorgó a Raœl Kollmann en los œltimos días de diciembre de 1999.
La situación creada por las presuntas afirmaciones del Comandante en Jefe del Ejercito Argentino, general Bendini, colocó a la DAIA en una muy incómoda posición, pues no solo su postura no era compartida por el presidente de la AMIA, Abraham Kaul, sino que fue motivo de por lo menos un comentario periodístico nada beneficioso para la DAIA en general y su presidente en particular.
Me estoy refiriendo puntualmente a lo dicho por Alberto Valdez, un señor que presumo periodista pues no lo conozco, en el programa "Brokers" que se emitió por CVN el 28 de septiembre pasado y cuya desgrabación fue difundida por la DAIA en su "Síntesis Informativa Diaria" N¼ 2467 del 30 de septiembre, material que recibo porque soy abonado al mismo.
El párrafo en cuestión dice textualmente "... porque obviamente el oficialismo hizo todo lo posible, no tanto para sostener a Bendini, sino para dejar bien parado al gobierno. Por ejemplo en la reunión que mantuvo con la DAIA, con Hercman, el presidente de la DAIA, en un momento la posición de Hercman era muy dura, Àpor quó?, porque ellos tenían elementos de todo lo que había dicho Bendini y los famosos apuntes de los capitanes. Y Alberto Fernández en un momento le cambia el tema y le dice...ÀUsted trabajo en el grupo Meller, no?. Entonces, Hercman se pone nervioso e incómodo: Sí, si, bueno, pero estamos hablando de este tema. Y dice (Fernández) ÀEn la ópoca de la privatización de ENTEL Àno? Usted era la relación con María Julia. Entonces bueno, Hercman cambió automáticamente. Y cuando salió de ahí la postura de la DAIA fue totalmente distinta. Pero, hay un acuerdo interno de que Hercman se baja en los próximos meses como presidente de la DAIA por esta situación comprometida que le sirvió a Alberto Fernández para apretarlo".
Si bien creo que esto es lo que en la jerga periodística se conoce como "pescado podrido", es decir que es algo preparado para hacer quedar mal a alguien, considero que amerita que la DAIA y/o su presidente actuaran y por lo tanto busque afanosamente en las síntesis de los días siguientes la reacción.
Como no la encontró el 7 de octubre me comunique con un directivo de la DAIA y le pregunte al respecto. Su respuesta me desconcertó, no estaba enterado. Cuando le leí lo mas arriba transcripto, me dijo que era grave y que trataría el tema. Hasta la síntesis del pasado viernes 17 de octubre no han dicho nada.
Siguiendo con este tema, me llamó poderosamente la atención es que la información sobre los supuestos dichos del General Bendini fueran difundidas por el diario InfoBAE casi en forma simultanea con el momento en que los miembros de la SIDE tenían que declarar en el juicio oral. Esto que bien puede haber sido una casualidad a mi no me cierra y desconfió. No puedo olvidar los artículos La Nación, entre otros, publicaron criticando al Presidente Kirchner por haber autorizado que los miembros de la SIDE declararan, mientras los máximos dirigentes de las instancias centrales comunitarias lo ponderaban.
Como a más de uno en la Argentina le interesa crearle problemas al actual gobierno, no sería extraño que para ello se intentará utilizar los presuntos dichos del General Bendini, los que además podrían servir para enfrentarlo con la comunidad judía.
Esto puede parecer descabellado, pero en un país en el cual quien gana una elección en la primera vuelta decide no participar en la segunda despuós de afirmar que lo haría y a los jueces penales se los investiga penalmente, para no mencionar más ejemplos de nuestras incongruencias, lo descabellado puede ser posible, aunque reconozco que la DAIA no los ha relacionado..
Volviendo a las elecciones de la DAIA, como está es una organización de segundo grado, quienes votan para elegir sus autoridades son las instituciones afiliadas y por lo tanto los miembros de la comunidad, que no integran las comisiones directivas de esas instituciones, no tienen participación directa en la elección. Esto otorga a los directivos de las instituciones de base, miembros de la DAIA, una gran responsabilidad, pues está en sus manos elegir quienes han de conducir la "representación política de la comunidad judía argentina".
Espero y deseo que los elegidos estón capacitados para ejercer esta representatividad, a la vez que no tengan ningœn tipo de compromisos extra comunitarios que los condicionen.
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