Comunidades


Periódico Judío Independiente
El judaismo y la inseminacióm artificial
CRECER Y MULTIPLICARSE

Por Lic. Sabrina Cabariti
Rosh Hashana, fecha en que festejamos el nacimiento del primer hombre, es el momento propicio para reflexionar sobre la vida; vida que no siempre es sencilla de generar.
La mayoría de las personas desean en su vida adulta tener hijos biológicos. Por eso, cuando una persona o una pareja tiene un diagnóstico de infertilidad, atraviesa una crisis no pensada, ya que este hecho afecta a su proyecto de vida al pensar que puede desmoronarse su planeamiento de familia. Pero ¿qué pasa en el judaísmo con el tema de la infertilidad y de las nuevas técnicas de reproducción asistidas?
En el siguiente trabajo se podrán leer algunas reflexiones de rabinos y otros guías religiosos sobre este tema.
¿Qué es el deseo de un hijo?
El deseo de un hijo es deseo de trascender en el tiempo. Es el deseo humano de prolongarse y tener continuidad entre los seres vivos, aún cuando ya no esté.
Alicia Fainblum, (2000) sostiene que con respecto al futuro bebe se cifran expectativas, ilusiones, será doctor, será bailarina…tendrá los ojos más lindos del mundo, no se parecerá a…. Un proyecto se desplega: la transcendencia más allá de la muerte.
Es así como los bebes tienen la necesidad de una historia y de una historia que no sea únicamente genética. Pero esta historia pasa por la historia de sus padres y las de las filiaciones de estos.
Por su parte, Lebovici (2002), afirma que ser padre es algo diferente a ser progenitor: para ser padre es necesario haber trabajado previamente en si mismo y comprender primero que hay heredado de los propios padres en la historia transgeneracional.
Juan Carlos Indart afirma que todavía hoy la familia es la institución social encargada del sostén de la transmisión transgeneracional: en ella se pueden observar relaciones singulares con personas no anónimas, es decir, con nombre, sobrenombre y apellido. Personas no anónimas que lo desearon y que le buscaron un lugar en el mapa familiar. Un lugar y un nombre para filiarlo e incluirlo en la cadena simbólica de las generaciones.
Deseo de ser padres
El deseo de ser padres es un derecho de todos, como individuos o como parte de una pareja. Si este deseo no se satisface por un problema de infertilidad, esto repercutirá en la propia confianza del individuo, y en la propia confianza de la pareja.
La mayoría de las personas tienen como parte de su proyecto de vida tener hijos biológicos. A las personas les gusta planificar su vida y fantasear por ejemplo como será su descendencia. Por eso, cuando una persona recibe la noticia de un diagnóstico de infertilidad o de que para tener hijos deberán prescindir de sus gametos y sustituirlos por un donante, se ven muy afectados.
Saber que esta es la única opción, además de la adopción para constituir una familia es un golpe duro. Se desmoronan ilusiones, se ve afectada su autoestima, se desestructura su planeamiento de familia. Sienten una gran frustración y piensan que es la experiencia más perturbadora que han pasado en la vida.
Teniendo en cuenta ello, el diagnóstico de infertilidad en una pareja es una experiencia traumática. La decisión de formar una familia para las parejas diagnosticas de infertilidad es una experiencia difícil en la que se unen tanto expectativas personales como sociales sobre la procreación y de aquí surge el interés por conocer cuáles son los significados que dan estas parejas a la infertilidad.
La infertilidad es una experiencia que implica múltiples pérdidas. Se puede perder el enlace entre el presente, el pasado, y el futuro. El no poder tener hijos de forma espontánea vislumbra la perdida de la continuidad genética posibilitando con ello la perdida de la posibilidad de proporcionarle a los abuelos un nieto consanguíneo y con ello la perdida de secretos, de reminiscencias, de ideales, de logros familiares.
Aunque hoy la infertilidad sea considerada por la Organización Mundial de La Salud como una enfermedad por la cual no se llega a producir un embarazo en el lapso de 12 meses, es en realidad una situación donde se unen lo biológico, lo cultural, lo psicológico, lo moral y lo religioso.
Las parejas se sienten abandonadas e ignoradas por D-os en sus plegarias. A veces D-os es el destinatario de este enfado. Sienten que son castigados por algo que hicieron mal en sus vidas y revisan estas buscando el motivo de ese castigo.
Pero hoy existen diferentes tratamientos médicos para atender a estos problemas. Sin embargo, estos muchas veces no satisfacen totalmente las expectativas de las parejas, quienes se someten a distintos tratamientos y a veces no logran los resultados esperados porque solo es atendida la parte orgánica y la parte emocional y/o psicológica es descuidada por el desconocimiento de los factores policausales asociados al problema de infertilidad, como la depresión, las tensiones, el estrés, entre otros, y ellos pueden repercutir negativamente en el tratamiento.
Hoy se sabe que existen casos de infertilidad donde no se descubre una aparente causa fisiológica y uno de los factores psicológicos que cada vez influyen más a la hora de dificultar el embarazo es el alto nivel de estrés provocado por el ritmo de nuestra sociedad.
Los tratamientos psicoterapéuticos le proporcionan a las parejas: manejo de estrés y el adiestramiento en habilidades de afrontamiento y soporte emocional. Esto les permite clarificar sus sentimientos, emociones y pensamientos.
Sin embargo, para muchas parejas, la crisis existencial provocada por la infertilidad eventualmente demuestra ser una oportunidad para fortalecer la vida y el crecimiento personal. Es así como la guía espiritual como el acercamiento a una comunidad de pertenencia puede ser de gran ayuda.
En el caso del judaísmo, la mujer debería contactar a un rabino con quien se sienta suficientemente cómoda para consultar cuando surjan preguntas.
Para que un rabino pueda llegar a la decisión correcta teniendo en cuenta la solución halájica, que se debe tomar en cada caso, se le debe presentar toda la información medica.
El Gran Rabino Benchimol del templo Agudat Dodim afirma que cuando una pareja se acerca a la comunidad con esta dificultad, ellos tratan de solucionarle el problema. “Una persona que no tiene hijos es una persona que esta sufriendo, hay que apoyarlo emocionalmente, hay que hablar del problema porque a veces no la hablan. No les gusta hablar del tema, se encierran. A los rabinos si les cuentan, pero a la gente común no, porque no quieren hablar, cada uno que viene con un bebe se ponen celosos, se ponen mal, y por qué yo no, y por qué todo el mundo si y yo no. Hay que apoyarlos emocionalmente.”
El rabino Benchimol sostiene que luego de dos años de que la pareja no logro embarazarse es para preocuparse, para prestar atención. Antes no, ya que todavía la mujer se esta regulando.
Asimismo afirma que hay problemas que son fáciles de resolver, por ejemplo la pareja afirma que no mantienen relaciones con frecuencia en los días que les esta permitido por las leyes de la Tora. Entonces, cuando llega la pareja con estas dificultades, ellos preguntan: “¿qué esta pasando?”, “¿están haciendo las cosas bien?”, “¿hay alguna dificultad?”
Los rabinos no tienen que escatimar en los detalles, deben indagar, investigar para llegar a la mejor alternativa, y después estudiar el caso, siempre teniendo en el horizonte la mejor solución según la Halaja para poder ayudar a esta pareja.
Por ejemplo, hay algunas ocasiones que según las respuestas de la pareja hay que derivarlos al psicólogo, al sexólogo, al ginecólogo, al urólogo etc.
Para ello, el Rabinato contiene a la pareja y los puede asistir con doctores especializados que son de confianza, a los cuales los derivan. Y a la vez muchas veces estos doctores derivan a centros especializados en infertilidad para realizar las consultas.

Supervisión religiosa

Desde los distintos rabinatos, son enviadas mujeres a los centros especializados de infertilidad. Estas señoras denominadas “Mashiaj”, están capacitadas para supervisar los procedimientos de fertilización. Ellas son quienes llevan los óvulos o los espermatozoides extraídos del cuerpo de la mujer al laboratorio. Según la mora Clara Chama estas mujeres dan testimonio de que ese esperma o ese óvulo es de esa pareja, es decir que supervisan que esas gametas o embriones formados fuera del útero no se mezclen con las de otras parejas. Ellas pueden dar ese testimonio mediante un convenio que tienen con los laboratorios, por el cual ellas y nadie más son las encargadas de controlar el proceso de fertilización y guardar las gametas en el laboratorio bajo su propia llave.
En Israel existe un edificio llamado Majon Pua, que se dedica exclusivamente a fertilización. Esta institución esta integrada por rabinos – médicos especializados, capacitados con las nuevas tecnologías de reproducción y que están en continuo proceso de interpretación de la Tora para poder dar la mejor solución y decisión halájica para estos problemas y por estas mujeres llamadas “Mashiaj” que se capacitan en la misma institución para poder supervisar tanto el control y cuidado de los embriones o gametas, como las relaciones en si.
Por ejemplo, en el judaísmo, el semen se considera algo vivo, un posible bebe, entonces algunas posturas sostienen que se debe extraer el semen del cuerpo de la mujer, luego de tener relaciones sexuales, de la manera más natural posible. Todo esto llevado a cabo por esta señora - enfermera, llamada Mashiaj.

Sin embargo, hay doctores que no están de acuerdo con esta manera de obtener el semen, porque dicen que se desvirtúa el resultado de la muestra.
Asimismo, algunos doctores prefieren que los pacientes obtengan la muestra de semen con condón. Pero para la Tora este acto esta prohibido.
Sin embargo, la Tora permite mantener relaciones con condón si este es perforado, lo que posibilita que salga parte del líquido seminal cuando se mantienen relaciones sexuales y no clasifica como un acto en el cual el semen fue derramado.
En Argentina, la mayoría de los condones son bastante rudimentarios y contienen espermicidas. Por el contrario en Israel son especiales porque no tienen dicho químico.
Entonces los judíos que viven en Argentina y respetan la Tora, deben sacarle el espermicida a los condones, enviándolos a Israel. Usualmente esto no se hace, y se compran directamente los que venden en dicho país.
Donación
Dentro del judaísmo siempre se trata de solucionar todos los problemas relacionados a la familia ya que la Tora considera la presencia de hijos como una fuente de bendición en el hogar.
Pero algunas alternativas para formar esa familia, por ejemplo, la donación de gametos, para algunas parejas supone un cuestionamiento de sus principios y valores tanto morales, éticos y religiosos.
Frecuentemente la donación de esperma se indica cuando existen alteraciones espermáticas severas que invalidan su uso terapéutico.
Por su parte, la donación de óvulos es un tratamiento medico que ha revertido la dificultad de algunas mujeres para concebir, ya sea porque sus óvulos perdieron sus funciones por distintos motivos.
Pero en el judaísmo hay varias líneas, y algunas no permiten ni la donación de gametas, ni el congelamiento de óvulos.
En realidad, para algunas líneas halájicas sí esta permitida la donación, pero el que dona sus gametas no debe ser judío por un tema de consanguinidad, para evitar que en un futuro se casen entre parientes, ya que esta prohibido por la Tora.
También existen ramas del judaísmo que prohíben la donación de un no judío.
Por otra parte, si una pareja agota todos los recursos para ser padres y no lo logran, después de los 10 años se puede pedir el divorcio si es que ambos miembros de la pareja están de acuerdo. La no presencia de hijos en el matrimonio es causal de divorcio pero no es obligación por este mismo motivo divorciarse.
Igualmente para la Tora el matrimonio es muy importante y por todos los medios hay que tratar de que siga adelante.

Como se ha mencionado, hay muchísimas cuestiones que solucionar según la Halaja, porque para la Tora no todo es tan sencillo. Pero lo más valioso es recalcar que la reproducción asistida para el judaísmo no esta prohibida porque al fin y al cabo lo importante es la reproducción.
(En la edición digital de Comunidades ( www.periodicocomunidades.com, se adjunta la extensa bibliografia de esta nota )


Número 610
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