alimentaron la impunidad vigente”
A 22 años del peor ataque terrorista perpetrado en suelo argentino, Sofía Guterman, mamá de Andrea, una de las 85 víctimas fatales del atentado contra la AMIA, habló con Comunidades acerca de un nuevo aniversario sin justicia, el paso del tiempo sin avances en la investigación, la muerte del fiscal Nisman y las denuncias que había realizado contra el anterior gobierno, y las escasas esperanzas de derrotar a la impunidad.
Por Luciano Stilman, especial para Comunidades
22 años del atentado contra la AMIA y parece que todavía estamos en foja cero.
Para nosotros es doblemente triste, porque no solamente se está recordando el día que pasó la tragedia que les costó la vida a nuestros seres queridos, sino que al mismo tiempo se recuerdan 22 años de impunidad. Cada año que se rememora este acto tan atroz en la calle Pasteur viene acompañado siempre de la oscuridad de la impunidad y las mentiras, de la corrupción, y de todo lo que rodeó a la causa durante todo este tiempo.
- Cuando te tocó ser oradora en el acto central en 2013 tuviste palabras muy críticas contra la gestión de Cristina Kirchner, ¿pensás que con el cambio de Gobierno puede haber algún avance en la causa?
Nos quedan débiles esperanzas comparado a lo que fue el principio. Tuvimos la mala suerte que a lo largo de todos los gobiernos desde el momento del atentado a la AMIA ninguno nos dio una respuesta, y ninguno pudo esclarecer el atentado. Le exigimos a éste, y le vamos a exigir, que nos digan qué medidas piensan tomar para impulsar la causa AMIA. Pero bueno, cada Gobierno que viene se compromete. Nosotros decimos que los gobiernos tienen que hablar menos y resolver más.
- ¿Tuvieron encuentros con integrantes de la actual gestión?
Una reunión muy pequeña pero no con el presidente. Nosotros todavía no hemos sido convocados..
- ¿A partir de la muerte del fiscal Nisman hubo algún movimiento en la causa por parte de las nuevas autoridades de la Unidad Fiscal?
Ellos trataron de tener un acercamiento. Yo no asistí a la convocatoria, pero no estamos interiorizados de que haya habido algún avance o progreso; más aún, yo creo que hay retrocesos en todo, porque incluso en la causa Nisman hay un manoseo total, y a un año y medio de su muerte, que se cumplió también el 18 de julio, todavía no se sabe bien qué día y cómo falleció, aunque ya es de conocimiento público que fue una muerte violenta..
- El presidente Kirchner había impulsado la investigación de la AMIA con la apertura de la UFI a cargo de Nisman, mientras que en la gestión de Cristina se fue criticando al fiscal sobre todo con la denuncia que hizo antes de su muerte. ¿Cuál es tu análisis de este cambio de rumbo y sobre la actuación del fiscal durante todos estos años?
Nisman trabajó en la causa AMIA. A lo mejor los tiempos del fiscal no eran los de los familiares. Muchas veces estuvimos de acuerdo con cosas que realizó, y por el contrario, en otras hubo grandes discusiones, pero hubo un adelanto. Él se dedicó pura y exclusivamente a la pista iraní. Kirchner había prometido avances y parecía que se iba a lograr algo con respecto a lo que había impulsado, pero luego con la presidencia de Cristina todo esto decayó totalmente; es más, tuvimos el famoso pacto con Irán, el memorándum, que todavía nos preguntamos qué encerraba, cuál era el verdadero contenido, y cuál era el apuro maratónico por convertirlo en ley, cuando Irán ni siquiera se molestó en responderlo.
- ¿Coincidías con la denuncia efectuada por Nisman poco antes de su muerte?
Nosotros no sabíamos que Nisman iba a hacer esas denuncias. Meses antes nos había dicho que estaba entrecruzando llamados y que iba a haber grandes sorpresas, pero no sabíamos a qué se refería. Nisman era una persona precavida, un fiscal que sabía que si no había pruebas no podía demostrar las cosas, y si se animó a hacer una denuncia de tal categoría es porque tenía las pruebas pertinentes. Ahora nos preguntamos, ¿dónde están las denuncias de Nisman? ¿Qué es lo que pasó con ellas? Queremos pensar que lo dejó a buen recaudo, pero nadie nos habla del tema.
- Entonces meses antes de su muerte les dijo a ustedes que estaba atrás de algo importante.
Lo que pasa es que nosotros ya no prestábamos tanta atención porque siempre que uno iba a una reunión decían que estaban entrecruzando llamadas, entonces nosotros decimos ‘bueno, tiene que ser algo sobre lo que él está investigando’, pero no nos imaginábamos que era esto. Lo que sí hubo fue una desidia total, las cosas no cuadraron con una denuncia semejante, hubo una desidia en la protección del fiscal al no protegerlo, en la investigación también, porque resulta que en el Gobierno todos eran detectives para dictaminar cuál era la causa de la muerte, y hubo una crueldad al manosear y defenestrar así su persona después de muerto.
- ¿Vos descartarías la posibilidad que la denuncia se la había armado Jaime Stiuso horas antes de presentarla como indicaron funcionarios del Gobierno anterior?
No sabemos, porque, como te vuelvo a repetir, él siempre estaba entrecruzando llamadas y si no era con iraníes en EE.UU. era en otro lado. Siempre estaban detrás de llamados de celulares a celulares . Lo que sí, nos sorprendió muchísimo cuando hizo las denuncias porque no estábamos al tanto y eran de una gravedad muy importante.
- ¿Qué te genera ver hoy en la televisión ver personajes como Juan José Ribelli y Carlos Telleldín ejerciendo como abogados?
Ellos se recibieron de abogados estando en la cárcel. Viendo el currículum de las personas a las que defienden te das cuenta que son muy especiales, que concuerdan con el ambiente de ellos. Lo que pasa es que estamos dentro de un ambiente de tanta corrupción que donde ser bueno es ser anormal. Ya no me genera nada, solamente es bronca, impotencia, y es lo mismo que me sucede con el paso de los años con respecto a la causa AMIA.
- ¿Qué crees que puede suceder con el juicio por encubrimiento?
Yo no soy querellante. Lo decidimos algunos familiares después de hablarlo con nuestros respectivos abogados. Lo que me comentan los que van al juicio que, aparte que demoró muchísimo tiempo en llevarse a cabo, no conduce a nada y que lamentablemente parece que el final va a ser desastroso, no el esperado. Acá en Argentina el encubrimiento, las mentiras, la corrupción y todo lo que conlleva a formar un ambiente de impunidad siguen vigentes.
- ¿Seguís esperanzada que en algún momento se va a hacer justicia?
Tengo que ser honesta, tengo muy poquitas esperanzas. Son 22 años y hay muchísimos familiares que han fallecido con esa pena de no haber visto que se haya hecho justicia por sus seres queridos. Lamentaría mucho que eso no se llevara a cabo mientras todavía dispongo de vida, y si no es así, espero que nuevas generaciones, y ese es mi trabajo en mis charlas y con los jóvenes, sepan que ellos no sólo tienen que seguir nuestra posta, tienen que luchar por tener un mundo mejor, donde se preserve por sobre todas las cosas la vida y que no se trunquen más sueños y no queden más hogares destrozados.
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