Nos encontramos a menos de un mes, de las PASO y de las elecciones presidenciales . Cristina Kirchner, finaliza su segundo periodo y no podrá ocupar nuevamente su cargo.
En esta oportunidad, la intención será poner la lupa en el voto de la comunidad judía; una comunidad relativamente pequeña en el seno de los 40.000.000 de argentinos pero que en los últimos tiempos se encuentra en la cresta de la ola por las agresiones antisemitas que viene sufriendo la dirigencia institucional por parte de la presidente argentina y la ferrea oposición a validar el Memorandum de Entendimiento con Irán. Como pesara el voto judío ante un gobierno que ha inclinado la balanza hacia Venezuela e Irán y ha enfriado las relaciones con Israel, son datos a tomar en cuenta en la elección si bien Scioli parece haber tranqulizado a la comunidad respecto a estos temas ya que su visión no es tan radicalizada. Y ello sin citar la falta de esclarecimiento de la muerte de Nisman y la remoción de jueces independientes en causas sensibles para los intereses comunitarios. Queda claro que no es solo el bolsillo lo que pesara en las decisiones de la comunidad.
Todas estas tensiones internas han empujado a figuras notables de la comunidad hacia el PRO y la aparición de un neokirchnerismo obsecuente conformado por la agrupación Argentinos de Origen Judio.
Comunidades salio a la calle para saber que opinan jóvenes judíos respecto a este tramo electoral. También entrevistamos a Guido Salem, Licenciado en Politica y Relaciones Internacionales resumiendo aquí sus opiniones.
1) ¿Cómo ve el futuro de la Argentina, a partir del cambio de presidente?
G.S: Hay gran incertidumbre ya que, gane quien gane la presidencia, hablamos del cierre del ciclo con igual línea política más largo en al menos 80 años. Más allá del simple cambio de apellidos, se va un gobierno con un estilo muy marcado, revolucionario en el modo de hacer y vivir la política tanto para sus simpatizantes como para sus detractores.
En ese contexto, entre los pre-candidatos mejor perfilados asoman virtualmente dos. Aunque uno de ellos sea del mismo partido, ninguno guarda vínculos de peso con el gobierno saliente. Por eso la única certeza hasta ahora se sintetiza en una sola palabra, subyacente a todos los discursos, afiches y plataformas de campaña: cambio.
2) ¿Quién cree que tiene más posibilidades de gobernar?
G.S: De no ocurrir nada extraño, Macri y Scioli mantendrán ventaja sobre sus competidores internos en las PASO de agosto, y luego sobre el resto de los candidatos en octubre. Ahora bien, la ventaja final de uno sobre el otro es imprevisible por estos días previos al cierre de listas para las PASO. Sin tiene firmes expectativas de ganar en primera vuelta en octubre, en una eventual segunda vuelta el apoyo de los demás pre-candidatos muestra mucha especulación y poca definición, con cambios de rumbo casi a diario y electorados sumamente volátiles, que no necesariamente elegirían en un eventual ballotage a quien su candidato original decidiera apoyar.
Massa en primer lugar, pero también Stolbizer, Rodriguez Saa y Pino Solanas, vienen de una línea política a priori más cercana al oficialismo, pero a su vez dicen ser férreos opositores al kirchnerismo. La pregunta es si sostendrían esta postura aún cuando eso signifique apoyar a Macri..
3) ¿Cómo cree que pueden votar los argentinos judíos
G.S: El voto judío, o de la comunidad judía como colectivo social, tiene una definición cada vez más difusa por su nivel de integración en la sociedad, por sus características internas y por la realidad política que divide a la sociedad por ideologías más allá de la pertenencia a un grupo determinado.
Ya no se piensa en términos de “cómo votan los judíos”. La condición de judío parece ser ajena a la decisión individual y personal del voto. Antes era frecuente que dirigentes comunitarios se inclinasen hacia determinada opción marcando una tendencia. Hoy, la dirigencia judía está más dividida y al mismo tiempo la comunidad ya no se guía tanto por el parecer de sus dirigentes. Como tendencia se podría asociar el voto judío con el de clase media que, en general disgustada con el gobierno actual, buscaría la opción más diferenciada del ciclo que concluye. Pero limitar el análisis a la variable económica es arriesgado e inexacto. Algunos hechos polémicos de los últimos años, relacionados con la comunidad, podrían ser más condicionantes: la falta de avances en la causa Amia, el fallido memorándum con Irán y la irresuelta muerte del fiscal Nisman han despertado fuertes voces de crítica, que pueden traducirse en indignación con el Gobierno.
Sin embargo, no faltan voces dentro de la comunidad que muestran un firme apoyo al actual gobierno, sin notar relación directa con estos hechos y su identidad judía. Por el contrario, tienen muy presente el vínculo de Macri con funcionarios que tuvieron un rol en la falta de esclarecimiento del caso AMIA, y prefieren cualquier opción al PRO.
En un ambiente donde los debates ideológicos están muy lejos de ser hostiles a la comunidad judía en sí misma, es difícil pensar como imposible el voto judío a cualquiera de los candidatos. Ni siquiera en el caso de Pino Solanas, de manifiesta simpatía por el pueblo palestino y ferviente rechazo al Estado de Israel, ya que el conflicto en Medio Oriente es tan irrelevante en la opinión pública argentina que ni la gente lo tiene en cuenta al decidir su voto, ni el tema ocupa un lugar preponderante en su plataforma política.
4) ¿Cuál es el mejor escenario político para el judío en Argentina?
G.S: De los escenarios posibles, que el triunfo sea de Scioli o de Macri no vaticina grandes diferencias para la comunidad. Macri ha mantenido históricamente buen vínculo con instituciones judías en su gestión porteña. Pero nada hace pensar que Scioli no fuera a tenerlas también.
De hecho el mejor escenario es el que se visualiza: la situación de paridad indica que quien gane contará con un limitado índice de legitimidad y se verá en la necesidad de tejer alianzas con sectores políticos no tan compatibles. A nivel comunitario, esto mejora el escenario desde el punto de vista económico. Las instituciones judías que en los últimos años han tenido que sustentarse con recursos locales reemplazando a los del extranjero, se han visto perjudicadas con las medidas de cepo cambiario y las tendencias inflacionarias. Con la expectativa de estabilidad y apertura económica pueden esperarse condiciones de base más alentadoras para recuperar la capacidad de auto-sustento de las instituciones, aunque entran en juego otras múltiples variables económicas.
.A continuación, expondremos las entrevistas a los jóvenes: Nicolás Michanie, 27 años, abogado; Mauricio Goldfarb, 20, estudiante de Relaciones Públicas y Giselle Alfie, 23, contadora.
¿Cómo ven el futuro de la Argentina, a partir del cambio de presidente?
N.M: Creo que el cambio de presidente no va a modificar mucho la economía, pero sí la cuestión social: el cambio más importante que imagino es que disminuya la confrontación y la rivalidad política.
M.G: Se presentarán dos posibilidades con cambios en el país. Si gobierna Macri existirá un cambio en la economía y la política, que nos será muy beneficioso. Si gobierna el FPV, seguiremos así de mal.
G.A: El futuro es incierto; pero deseo que con un cambio de gobierno y de partido político, se revierta la mala situación del país.
¿Quién cree que tiene más posibilidades de gobernar?
N.M: Creo que tiene mayores posibilidades Scioli, ya que es muy difícil para un opositor, recibir los votos de Massa, Stolbizer y la izquierda, en caso de un balotaje.
M.G: Mayores posibilidades de gobernar, tiene Scioli. Votar a Macri, se piensa que es votar en contra de los subsidios y las asignaciones.
G.A: Creo que se encuentra muy reñido entre Scioli y Macri.
¿Cómo cree que pueden votar los argentinos judíos? ¿Considera que existen motivos para NO votar a algún partido político?
N.M: En mi opinión, la comunidad tiene un claro reflejo en la sociedad. No es claro que haya una alternativa más favorable a la comunidad que otra.
Los votos irán de acuerdo a la ideología política que tengan, porque tanto los K tienen argumentos contra Macri (Fino Palacios, espionaje a Bursztein), como los macristas vs los K (Pacto con Irán, afinidad con Venezuela)
M.G: El voto judío es relativo. Según la ideología política de cada uno. No existen agregados.
G.A: Considero que el judío promedio no va a votar a los K . Luego de la muerte de Nisman, del pacto con Irán, del canciller Timerman; son muchas contras.
¿Cuál es el mejor escenario político para el judío en Argentina?
N.M: El mejor escenario es el triunfo de un candidato más afín a la política occidental. El gobierno afín a Venezuela, genera cotidianamente choques y cruces que rozan el antisemitismo.
M.G: El mejor escenario, sería que gane el PRO, ya que confiamos en que pueda cortar relaciones con Irán, aunque ahora, hasta Obama se animó a pactar con el gobierno iraní.
G.A: Políticos comprometidos a respetar a los judíos ya sea desde la palabra como así también desde los hechos. Por ejemplo, castigando a los culpables de los 2 atentados
¿Consideran que el cambio de gobierno, puede ayudar a mejorar la vida judía?
N.M: Sí, notablemente. Un cambio de estrategia política llevaría a que se abandone la idea de que quienes estén a favor de Israel, son neonazis o fascistas.
M.G: Considero que la mejor calidad de vida del judío, va a depender de cortar las relaciones con Irán, y de avanzar en el esclarecimiento de los atentados en la Argentina.
G.A: Quien ayude a modificar la vida del país en general, también lo podrá hacer con los judíos.
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