La profunda crisis que se vive en el Medio Oriente, expresada entre otras formas por una guerra interislamica entre sunnitas y chiitas, poco y nada tiene que ver con el viejo e irresuelto conflicto palestino- israelí. La expansión iraní en la región, fruto del retroceso norteamericano expresado en parte en el acuerdo nuclear con Irán, es uno de los acicates, junto al ISIS, de esta guerra regional sin fin a la vista.
La creación de un estado palestino en este contexto ,o Di-s nos libre la eventual desaparición de Israel, no pondrá fin a las luchas hegemónicas en la convulsionada región.
La rivalidad sunni- iraní desgarra la región ensangrentando a estados como Siria, Irak, Libia, Yemen y Egipto extendiendose a otras periferias en el corazón de Africa.
El gobierno de Netaniahu viene clamando en vano acerca de una amenaza que implica un Irán nuclearizado en la región. El 78 % de los israelíes piensa casi en los mismos términos y solo la ultraizquierda sionista y los partidos árabes- israelíes minimizan este problema.
El regimen iraní alienta el terror apoyando a Hizbollah y al regimen sirio transformandose Irán en una potencia regional.
Los iraníes estan hoy en Iraq, Siria, Líbano, Yemen y podrían controlar el flujo petrolero en el estrecho de Ormuz y el canal de Suez. Si consiguen lo que quieren cambiarán la situación económica y de seguridad en Europa. Países como Turquía, Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos y Dubai no se atreven a reconocer en público el caracter amenazador de Irán que a diferencia del ISIS penetra silenciosamente. Curiosamente este crecimiento iraní ha estrechado una silenciosa alianza e entre Israel, Egipto,Arabia Saudita, Turquía y Jordania.
Los saudíes temen que via Yemen Irán desestabilice su regimen conservador. De hecho ya hubo por lo menos cinco encuentros reservados entre Israel y Arabia Saudita a la luz de la amenaza iraní y el cambio de paradigmas y socios estratégicos de EE.UU.. Esto ha llevado a que se reflote una iniciativa de paz saudí del 2002 que implicaría la creación de un estado palestino a cambio del reconocimiento pleno del mundo árabe de la existencia de Israel. Aunque no es una iniciativa tan viable para Israel ( muchos países árabes estan desmembrados y con representatividad cuestionada) Israel no descarta de plano la propuesta. Lo que sucede que Israel no hara concesiones a los palestinos mientras el Hamas busque legitimarse entre los países árabes. Israel supedita todo acuerdo con los palestinos a negociaciones directas.
Los palestinos de la ANP por su parte han apostado a profundizar el aislamiento diplomatico y boicot comercial a Israel con suerte diversa. Pedir a Israel concesiones territoriales en los límites de 1967 con un Medio Oriente en proceso de islamización no parece ser la forma adecuada para arrancar concesiones al estado hebreo del que ni siquiera se desea reconocer su caracter judío. El lider palestino Abu Mazen ha sostenido negociaciones de paz con cuatro premieres israelíes y ni siquiera ha aceptado algo de los más concesivos. Se trata de intereses y estrategias diferentes.
Por el momento Mazen se preocupa mas de sostener cieto laicisimo en sus huestes que en presionar más a Israel. Sabe desde siempre que el mundo árabe no tiene demasiada empatía con la causa palestina y los desgarros interiores y las convulsiones internas han llevado a este añejo conflicto a un plano secundario entre los árabes aunque no así entre los europeos y Obama que renuevan presiones sobre Israel alimentando las exageradas demandas palestinas. Lejos de solucionar, empeoran la situación.
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