Jerusalem, capital de Israel, al igual que otros momentos de su milenaria historia, parece a veces una ciudad sitiada. Ya no esta sitiada por los asirios, babilonios, griegos, romanos, cruzados o árabes que a lo largo de su historia dejaron su sello algo que se refleja en los ayunos y otras diversas tradiciones judías. Ahora esta sitiada por la impiedad asesina de aquellos que fracasaron en Gaza en agosto pasado y buscan ahora continuar la lucha atacando en Jerusalem, uno de los puntos centrales divergentes entren palestinos e israelíes .
Siempre parece haber una buena excusa para llegar al paroxismo terrorista ahora argumentando que unos cuantos pcoos israelíes ultranacionalistas quieren rezar o construir en el monte del Templo. Esta argumentación se desmorona cuando el gobierno israelí decidio aceptar una mediación jordana para aliviar las restricciones a los palestinos en su acceso a las dos mezquitas construidas sobre un lugar sagrado para el pueblo judío. Es mas, luego distentivo entre Kerry, Netaniahu y el rey Abullah de Jordania es cuando el grave atentado contra la sinagoga en Har Nof que causara la muerte de cuatro rabinos, un policía druso y 24 huérfanos ( las otras victimas silenciosas).
El terrorismo nacionalista islámico-palestino tiene su agenda propia y existe no porque no exista un estado palestino o porque Israel no acepta lógicamente dividir Jerusalem sino que existe porque se opone a la existencia del estado judío, algo que Europa no parece comprender. Europa,torpemente, parece convencida, que el terror continuara hasta que Israel acepte ipso facto un estado palestino a su lado con Jerusalem Oriental como capital, algo que no se sostiene ni en la historia ni el derecho.
Las resoluciones parlamentarias europeas indirectamente alientan al terrorismo a seguir en sus objetivos. Israel enfrenta un delicado problema con una estrategia palestina de movimiento de pinzas. Por un lado el terror en sus diversos formatos( cuchillos, autos,hachas) reemplazando a los suicidas, hombres y autos bomba para asi desanimar a la población civi israelí. Por el otro lado la campaña política de Mahmud Abbas para forzar en la ONU una resolución vinculante para la creación de un estado palestino en el curso de tres años. A la vez Abbas compite con el Hamas en el estimulo a una nueva Intifada en la que se dirimiría no solo el acoso a Israel sino la interna palestina. Abbas no domina siquiera la calle palestina pero quiere imponer un corcet sobre Israel tratando de demostrar la legitimidad del reclamo palestino.
Los ataques palestinos contra Israel no solo que se vienen desarrollando desde 1920 ( pogrom de Jerusalem con siete judíos muertos ) sino que hoy están agravados por la persistencia de la inquietud regional por el accionar sangriento del Isis que también desea ver flamear su bandera haya donde todo árabe haya tenido soberanía.
Asi las cosas, Israel deberá buscar nuevos medios para por un lado luchar contra el terror con la legitimidad en la mano y buscar apoyos politcos por el otro.
El llamado a elecciones en Israel para marzo del año próximo tiene muchas causas y uno de ellas son los disensos políticos alrededor de cómo restaurar la seguridad en la capital hebrea y buscar una solución política a las diferencias con los palestinos.
Se requerirán soluciones creativas para problemas tan complejos. La sociedad isaeli no tolera más ser cautiva de un terrorismo que se disfraza de un falso patriotismo que emana de un liderazgo palestino que desea arrancar concesiones por la fuerza con la esperanza de quebrar la voluntad del estado hebreo y su población.
Un nueva futura nueva coalición de gobierno deberá buscar el equilibrio entre la represión necesaria del terror y una solución política que parece más lejana que nunca.
¿Y ud. que opina?. Escribanos a periodicocomunidades@gmail.com
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