En una entrevista exclusiva con Comunidades, el referente histórico del peronismo Julio Bárbaro analizó el memorándum de entendimiento por la causa AMIA, la postura del Gobierno Nacional, la relación con la comunidad judía y la labor del canciller Héctor Timerman.
Bárbaro se desempeñó como Secretario de Cultura de la Nación Argentina (entre 1989 y 1991), fue parte de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner como titular del ex Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) desde 2003 hasta 2008. Luego se alejó del matrimonio presidencial para formar otro espacio peronista (junto con Julio Piumato), y se presentó en las últimas elecciones como candidato a senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Hace pocas semanas se cumplió el primer aniversario de la firma del acuerdo entre Argentina e Irán, el cual el Congreso Nacional ratificó rápidamente, pero el Parlamento del gobierno teocrático todavía no ha validado.
Bárbaro, quien se ha mostrado en desacuerdo con el manejo de la causa por parte del Ejecutivo nacional, habló con Comunidades y fue contundente: “Resulta absurdo intentar observar a la demencia desde la cordura”.
- ¿Cuál es su análisis de la firma del memorándum de entendimiento con Irán a poco más de un año?
Nunca pudimos entender las razones de ese acuerdo entre el Gobierno argentino y la República Islámica de Irán en el marco de la causa por el atentado a la AMIA. El tiempo demostró aún más el absurdo del mismo.
- ¿Cuál es la posición de su espacio con respecto al acuerdo?
Hablo en nombre personal, pero nunca me encontré con nadie que lo defienda o justifique por convicción.
- ¿Cree que la firma del memorándum se debió a una búsqueda de posición internacional más que a una verdadera búsqueda de justicia en la causa AMIA?
A veces resulta absurdo intentar observar a la demencia desde la cordura. Hay cosas que carecen de explicación y en consecuencia no hay por qué inventarla.
Luego de una defensa a “capa y espada” por parte del canciller argentino del acuerdo firmado con Irán, y tras las críticas que recibió de gran parte de la comunidad judía, parece que el Ejecutivo está comenzando a alejarse de del régimen teocrático (al ver que después de un año no hubo ningún avance en lo firmado) y volviendo a mejorar las relaciones con Israel.
Timerman, uno de los más apuntados por su origen judío, dijo hace semanas atrás a medios de prensa el “fracaso” del memorándum, aunque luego se desdijo y cargó contra la dirigencia comunitaria, principalmente contra el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser.
Justamente, Bárbaro, quien conoce muy de cerca al canciller, le contó a Comunidades su visión de las declaraciones y los constantes cambios que ha tenido en su postura.
- ¿A qué atribuye los constantes cambios de políticas internacionales del Gobierno, ya que ahora, a pesar que sigue defendiendo el memorándum, se aleja de Irán para acercarse a Israel?
Fui amigo de Héctor Timerman (actual Ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina); hablo en pasado. Pasarán a la historia como un sin sentido agresivo y sectario. Cuando no se tiene rumbo todos los vientos parecen válidos.
- Justamente, ¿cuál es su visión del trabajo del canciller Timerman, al que muchos políticos han tildado de "mentiroso" por sus acciones en lo referente a la causa AMIA?
Insisto, fue mi amigo; lo acerqué al matrimonio Kirchner. A veces los cargos llevan a que una persona deje de respetarse a sí mismo. Que se paguen al precio de la dignidad.
- ¿Cómo ve la relación de la comunidad judía argentina con el Gobierno?
A la comunidad la veo con una visión bastante homogénea, pero realmente me asombró que ni un solo funcionario o legislador reaccionara en defensa de su origen. Es doloroso.
- ¿Y cuál es la relación de su espacio con la comunidad judía?
Hablo en forma individual. Mi relación es excelente, pero con el tiempo todas las comunidades se terminan disolviendo en la sociedad. Sin duda, al nacer el Estado de Israel, la sangre se termina identificando con la nación, y esa lógica va a ir debilitando la ayer necesaria identidad en la diáspora.
- Siempre hubo una distancia en las relaciones entre el peronismo y la comunidad judía. ¿Cómo ve esta relación hoy y cuál sería la manera para que estén más cerca?
Ese siempre no se sostiene en el presente. Ni el peronismo es ya una identidad cultural definida ni las comunidades lo son. Vivimos otra realidad, participe de la presentación de un libro sobre el Papa junto a un Rabino, por suerte, hay temas que superamos y nos volvemos más sabios.
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