En los últimos cinco años han surgido en lacomunidad todo tipo de ofertas para acercar a jóvenes alejados del judaísmo a las fuentes del judaísmo. Así es como hay todo tipo de motivaciones, incluso económicas, para hacer algo que en nuestro pueblo se considera sagrado, milenario e incuestionado. ¿ Todo es válido para acercar?
Ezrah el Escriba, fue quien estableció hace más de 2.300 años la práctica de leer la Torá los lunes y jueves en la mañana y el sábado por la tarde. La razón, fue que los primeros, eran los días donde los campesinos llegaban a las ciudades para vender sus productos y hacer sus compras. Por eso, servían como una excelente oportunidad para reunir al pueblo por unas horas a fin de enseñarle algo de Torá. El sábado a la tarde, se instauro ya que, los comerciantes urbanos estaban ocupados en la semana y no podían asistir a las reuniones de estudio.
El centro de estudio, llamado Yeshiva, alberga tanto a jóvenes como adultos, donde aprenden los lineamientos del pueblo judío, la Torá, propiamente dicha, ética y filosofía, entre otras cosas.
Dijo Rabí Eliézer: “El hombre que se ocupa de estudiar Tora, es querido, amigo y amado por D-s. Considerado como alguien que quiere a la humanidad. La Torá, lo viste con humildad y reverencia, lo prepara para transformarse en piadoso, integro, lo aleja del pecado y acerca a la virtud, le hace adquirir conocimiento, entendimiento y fuerza, le da normas y autoridad e introduce en la justicia”
En todas partes del mundo, las sinagogas y otros centros de estudio intentan fomentar el estudio del judaísmo, ya que, con el correr del tiempo, el cumplimiento de los preceptos se tornaron más complicados y el alejamiento de las fuentes, mayor. Diversos factores sociales lograron que se fueran olvidando las raíces milenarias del pueblo y las prácticas se hicieran rituales inentendibles.
Es común encontrar diferentes organizaciones judías que ayudan en su mayoría a jóvenes entre 18 y 30 años a conocer Israel y sus encantos. La intención, de dichas organizaciones de “kirub” (acercamiento), es conectar al joven con el pueblo, y a su vez, fomentar vivir en Israel enseñando también un poco de historia y religión. Buscan captar, mediante una beca de estudio (ya sea económica, o como mencionamos con viajes), a ser participes de cursos de Torá.
Aún en círculos observantes hay quienes cuestionan estas modalidades de acercamiento. Se puede pensar en si está bien “incentivar” al joven a la participación de cursos y estudios de Torá, mediante un pago o una beca. ¿La persona misma debe sentir deseo de aprender? ¿Es aceptable que se estudie Torá con otro fin que no sea ese?. Para responder estas preguntas, hemos entrevistado a Giselle Lenga, participante de cursos de Torá, en el Centro Comunitario Sucath David, al moré Jonathan Berim, quien es, Director del Centro de Estudios y Programas de Viajes Educativos de Menorá, una novedosa organización mundial juvenil donde se atrae desde lo social..
¿Qué implica el estudio de Torá?
G.L: Es un aprendizaje espiritual que nos permite conocer y descubrir el camino de nuestras raíces.
J.B: El judaísmo, enseña que el mundo fue creado con un objetivo. No fue una aparición fortuita, si no parte de un plan Divino. Un plan, ordenado con una misión a ser llevada a cabo por la humanidad, a fin de beneficiarse.
La Torá, es el medio por el cual D’s, le transmite al mundo dicha misión. Es un manual de conducta, una guía para el pueblo judío. El estudio de Torá conecta al plan con los ejecutores del mismo. Es conectarse con la sabiduría infinita de D-s; a fin de poner en práctica la forma de vida que Él nos transmitió.
¿Cómo consideran que se pague por estudiar?
G.L: Es una práctica utilizada por varias comunidades para poder entusiasmar tanto a jóvenes como a adolescentes alejados a estar de alguna manera conectados con el estudio de las fuentes. Las intenciones de las instituciones, es lograr que uno o más jóvenes, se conecten con nuestras raíces, y puedan tomar el camino del conocimiento y observancia de preceptos.
J.B: La naturaleza humana no permite acciones puramente altruistas. Siempre se intercalan los objetivos que perseguimos. Los más elevados con otros que no lo son tanto. Muchas veces, ocurre que la forma de vida nos distancia de tal estudio. Son pocos los que lo priorizan y le reservan un tiempo.
Es por eso que nacen los incentivos que logran que nos acerquemos nuevamente a estudiar. Puede ser el interés por conocer gente, viajar, recibir un título de grado o alguna otra gratificación. Estos se combinan con el estudio y logran que uno pueda 'encontrar' el tiempo que antes no tenía y destinarlo a estudiar. En Menorá, tenemos como política no entregar dinero directamente a los participantes. Todo fondo destinado a incentivar a los participantes, lo traducimos en premios (por ej: regalos o becas para viajes). En el único caso que podemos llegar a entregar dinero, es ante una necesidad específica del alumno. Las acciones, por más que tengan un dejo de interés personal, terminan llegando a ser en haras de un objetivo puramente espiritual, si se realizan con las intensiones correctas.
La situación también deriva en un beneficio para el benefactor, como lo aprendemos de la tribu de Zevulún. Sus miembros eran comerciantes y mantenian con sus ganancias a la tribu de Isasjar, dedicados al estudio. Juntos formaban una sociedad y el estudio de unos, ameritaba a ambos. Lo mismo ocurre con quienes posibilitan a otros estudiar.
3) ¿Cuáles son los beneficios del pagar para hacer algo que deberia ser voluntario?
G.L: Sinceramente, por experiencia propia, el beneficio es finalmente para uno mismo. Tal vez, en el momento uno se encuentra entusiasmado por el dinero, o por el viaje, pero después se puede observar, en varios participantes, que les atrae, e interesa el estudio. En varios casos, decide abandonar los cursos pagos y hace ese GRAN cambio de comenzar a ir voluntariamente. Ese es el fin de cada institución.
J.B: El principio básico de la existencia del hombre, es la posibilidad de elegir, el libre albedrío. Optar por hacer el bien o hacer el mal. Cuando se agrega otro interés al objetivo, el mismo no deja de ser voluntario. La persona decide estudiar. Lo que se busca es agregar otro estimulo a las ganas intrínsecas de concretar la meta. Sin dichas ganas, es poco probable que el incentivo tenga algún efecto.
¿Por qué existe gente que recibe becas por estudiar?
G.L: Porque necesitan un estimulo para poder atraerlos y de alguna manera, también premiar el esfuerzo que uno hace para poder presenciar cada clase, ya sea por un viaje o por el dinero correspondiente.
J.B: Existen muchas personas que les gustaría estudiar pero no tienen los medios económicos como para reducir la cantidad de horas de trabajo diarias.
¿Por qué si en cualquier ámbito de estudio (colegio, facultad privada, entre otros), se paga por estudiar, en este caso reciben el pago?
G.L: Es necesario que haya gente que entregue este tipo de becas para que otros se acerquen y conozcan lo que es el judaísmo. Hay muchos jóvenes, que no conocen lo que se puede aprender mediante el estudio de Torá. En cambio, en un colegio en principio lo hace por cierta obligación y por su propia educación, luego la facultad por algo que le gustaría ser profesionalmente.
J.B: En la antigüedad, se cobraba por el acceso al estudio. En las últimas décadas y ante diversas necesidades, se hizo necesario también agregar incentivos económicos. Esto ocurre también en las universidades y otros ámbitos. Lamentablemente, no todos tienen los medios para costear la educación. Gracias a generosidad de unos, otros pueden acceder dicho derecho universal.
¿Se puede "incentivar" a alguien para que estudie Torá?
G.L: Seguro que si. Acá dimos solo dos ejemplos: viajes y cursos pagos. Pero hay miles de propuestas que brindan para incentivar; para que sientan la necesidad de estar cerca de una comunidad, no solo para nosotros, como jóvenes, sino también, para cualquier judío.
J.B: Son muy beneficiosos los impulsos sanos para fines positivos. Como con todo en la vida, es una herramienta. Depende del hombre el uso que le de.
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