El ex embajador de Argentina en Israel, habló con Comunidades acerca de la actual política exterior de nuestro país, las alianzas, sus posturas internacionales y la posición del Gobierno frente a los diferentes conflictos y problemáticas mundiales.
- ¿Cuál es la visión del mundo con respecto a la Argentina?
Todos los problemas suscitados por la política económica que está siguiendo actualmente el Gobierno argentino, tendiente a restringir las importaciones, tienen consecuencias. A medida que un país aplica restricciones, eso crea en socios comerciales una serie de actitudes contrarias hacia esa toma de posición. Ya vimos que ha habido una serie de problemas en la relaciones o se ha observado las actitudes argentinas ante la Organización Mundial de Comercio. Todos los componentes industriales que fabrica cualquier país tienen una cantidad de elementos importados, y eso causa un problema incluso para la industria argentina. Todo esto trae una serie de consecuencias en el comercio internacional en general y cómo la Argentina es apreciada desde el punto de vista internacional, sobre todo nuestro país que integra el G-20.
- ¿Cómo repercute las nuevas relaciones con países como Azerbaiyán o con países con gobiernos no democráticos?
El caso de Azerbaiyán es evidente que Argentina tiene un interés de buscar una relación petrolera con ellos. Esto también trae un problema para Argentina que es la preocupación de la comunidad Armenia, ya que es la cuarta más grande del mundo. Desde hace muchos años hay una situación conflictiva entre Armenia y Azerbaiyán por la zona del Nagorno Karabaj, que es un sector donde la población es primordialmente armenia y que dio lugar a un conflicto armado, y donde hay una situación de tensión que es permanente. La comunidad armenia argentina ve esta acción con preocupación y hay que pensar que la diáspora es más militante que el gobierno. La lógica es que la política exterior de un país tiene que tener en cuenta el sentir de sus comunidades, y entonces hemos visto que ha habido un llamado de atención.
- ¿Y el tema iraní? ¿Cómo se para Argentina ante el plan nuclear ?
El tema Irán tiene una gran complicación desde el punto de vista argentino. Hay un proceso de negociación muy importante de los 5+1 (los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania), la cual tiende a condicionar el desarrollo nuclear iraní y sobre todo impedir que llegue a tener armas nucleares. La comunidad internacional está buscando garantías que el proceso nuclear solo puede tener un fin pacífico. Ahora, si eso se va a poder obtener por la vía de negociación hay muchas dudas, porque Irán siempre ha seguido una vía de negociaciones que se frustran. Argentina en todo lo que sea Irán tiene que tener una actitud de gran prudencia porque tenemos cuestionamientos que se retrotraen al ataque terrorista al AMIA.
- ¿ Y la postura argentina sobre la situación en Siria? ¿Por qué se tardó 16 meses para hacer un leve cuestionamiento a la terrible matanza?
Hubo una declaración de la cancillería que insta a la paz, pero en ningún momento se condenó ni se habló del dictador Bashar Al Assad. Es un tema importante para nuestro país porque tenemos una comunidad sirio-libanesa histórica. La cancillería ha seguido algunas declaraciones internacionales que ha votado a favor, ha mandado seis observadores militares al contingente de 300 que integraron una misión que está paralizada, pero no ha mostrado una actitud fuerte e importante. Uno puede pensar que los días de Bashar Al Assad están contados, hubo deserciones de importantes militares, y ya el número de muertos que son producto de la acción militar del gobierno sirio superan las 16 o 17 mil personas. El gobierno sirio ha atacado a la población con todo su poderío, por lo que es una situación por demás preocupante. Debido a la vinculación histórica con Siria, hubiera sido importante que nuestro país tuviera una posición más fuerte, un mayor compromiso en la búsqueda de una salida que asegure la paz en ese país. La Argentina no ha tomado la actitud de retirar a su embajador.
- ¿Y cómo evalúa las relaciones israelo-argentinas?
La Argentina e Israel tienen una relación histórica que se basa en el hecho que nuestro país tiene la comunidad judía más importante de América Latina, y en Israel la comunidad argentina supera los 180.000 habitantes, más de un 1 por ciento de la población. Hay una relación muy intensa y un vínculo humano muy grande. Lo que hay que pensar es que hoy en día en Medio Oriente hay una situación muy delicada, y la situación de Israel es muy delicada por los lazos con Egipto que han desaparecido, la situación siria preocupa porque tiene una gran cantidad de armas químicas y biológicas y en estos momentos es motivo de preocupación. A su vez, está el caso de Hezbollah en la frontera norte en Líbano, y qué actitud va a tomar Irán si cae Al Assad. Uno tiene que pensar que Argentina por esa vinculación necesita seguir los acontecimientos de Medio Oriente con mucha preocupación porque es muy difícil.
- De todas maneras, parece que la cancillería argentina nunca se ha mostrado ferviente a estos temas.
Ahí tenemos un tema, ya que Argentina muy probablemente forme parte del Consejo de Seguridad a partir de enero del año próximo y eso va a ser que tenga un mayor protagonismo. Argentina no ha designado un embajador en ONU, y hace meses que el ex embajador ahora ocupa su cargo en la Embajada de EE.UU. Históricamente, Argentina tuvo grandes delegados en el Consejo de Seguridad y lo lógico sería que nuestro país estuviera preparando para ese desempeño que va a tener y haber nombrado hace tiempo a un embajador que se preparara para estar en condiciones desde el 1ro de enero de actuar en el Consejo de Seguridad. En cambio y extrañamente, nosotros no tenemos representación permanente ante la ONU, y eso es central. Da la impresión que no se están haciendo todos los esfuerzos necesarios para seguir estos temas en los que la Argentina va a tener que expresar una opinión, y que esa opinión va a contar con su voto. La política internacional no ha sido en los últimos años una prioridad, y la tendría que tener ya que por primera vez tenemos un vecino como Brasil que se está transformando en una potencia mundial y parece que eso no es tenido en cuenta por nuestro gobierno, y correspondería un gran activismo internacional.
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