Rodeado por las revueltas árabes, Israel vive La duda hamletiana: apuesta a la paz o se prepara todavía más para la guerra?.Con los levantamientos árabes tomando cuenta de Medio Oriente, Israel revivió fuertemente el fantasma de 1979, cuando perdió al mayor aliado y ganó al peor enemigo. En febrero de aquel año, los iraníes tomaron las calles de Teherán, derrumbando la dictadura del Shá, quien mantenía relaciones amistosas con Israel e instalaran en su lugar la dictadura de los ayatolas, que dura hasta hoy en día la cual ya amenazó de barrer Israel del mapa l. Ahora, la historia se repetirá? Con sus mejores socios árabes en el radar de las rebeliones populares- el dictador de Túnez huyó, el dictador de Egipto cayó y la monarquía de Jordania titubea-,¿ Cuál será el nuevo escenario para Israel? ¿ Podrá estar rodeado por democracias favorables a firmar la paz o por dictaduras hostiles comandada por extremistas islámicos?. En uno de los casos, podrá prepararse para la paz, en el otro, deberá armarse todavía más para la guerra. Para Israel, el problema no es apenas una cuestión estratégica de seguridad nacional..
La superioridad militar israelí en la región es incontestable y nada sugiere que deje de serlo. En el hipotético caso de un eventual ascenso de radicales islámicos en Egipto, Israel tendrá que armarse más todavía. Primero, porque éste último, un aliado hasta la caída de Mubarak, es dueño da la más poderosa fuerza militar árabe. Segundo, porque tendrá que militarizar el Sinaí, actualmente desmilitarizado. Apostando en un enfrentamiento bélico, Israel mantendrá los asentamientos de los judíos en los territorios “en litigio” . El riesgo es profundizar su aislamiento diplomático. El otro riesgo evidente es encontrarse cercado por enemigos feroces en la opinión pública y en las esferas gubernamentales.
“El genio salió de la botella”, expresa la profesora Ellen Lust, de la Universidad Yale, especialista en asuntos de Oriente Medio. “Acabó el tiempo en que no era preciso negociar”. Esto ocurre porque el dilema de Israel, en realidad, no está en apenas en el peligro de una dictadura islámica en Egipto. La democracia también es complicada. Turquía posee un régimen islámico moderado, democrático y amigo de Occidente. Israel tiene su embajada en Estambul. Así y todo Turquía se convirtió en un dolor de cabeza. El primer ministro Erdogan abandonó la alianza estratégica con Israel para conquistar apoyo popular y no pierde la chance de oponerse al uso de la fuerza al tratamiento dado a los palestinos. De esta forma, Turquía se alejó del apoyo diplomático de Tel Aviv. El escaso apoyo político-más que el campo de batalla- tal vez sea actualmente el principal desafío de Israel.
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