Queridos amigos de Comunidades:
¿De qué estamos hablando cuando pedimos justicia? ¿sólamente de que los
culpables sean condenados de acuerdo a lo que estipula la ley? ¿No habrá otra cosa, algo más que buscar culpables y/o chivos expiatorios?. Pedir justicia también tiene que ver con pedirle a
los poderosos que actúen con respeto por la sensibilidad de aquellos sobre cuyo destino velan; que procedan con astucia para descubrir la verdad; y que demuestren sensatez y sabiduría a la hora de accionar.
¿Se acuerdan de la historia del rey Salomón que tuvo que juzgar y decidir a cuál de dos mujeres le entregaba el
bebé que ambas reclamaban como propio? Se lo dió a la que prefirió cederlo a la otra, antes de permitir que lo corten al medio para darle una mitad a cada una.
Hubo una vez un bien intencionado, lamentablemente ya difunto, ex presidente argentino que le prometió al director del JOINT que iba a activar las investigaciones por la bomba en la embajada de Israel, hasta descubrir a todos los culpables. Hace un par de semanas, ese director del JOINT decidió no aceptar la invitacion oficial que le enviaron, para participar de la ceremonia conmemorativa de los 20 años transcurridos desde aquella bomba, en los que la justicia argentina no ha avanzado significativamente. No vino, a pesar de ser padre de uno de los asesinados por la bomba, para recordarnos con su gesto que la promesa presidencial no fue cumplida.
Cuando pedimos justicia no pedimos que con buenos modales nos den una respuesta políticamente correcta y que luego nadie se haga cargo de nada y que cada uno de los poderosos se ocupe solamente de seguir adelante con la indiferencia de un funcionario indiferente. Supongo que Néstor (q.e.p.d.) honestamente tuvo buenas intenciones, pero eso no quita que aún quienes comprendamos que a veces los poderosos no logran lo que bienintencionadamente se proponen, sigamos esperando la justicia que las instituciones policiales y
judiciales argentinas no nos dan. La indiferencia de los funcionarios indiferentes, que sólo buscan proteger su
buen nombre y el de las instituciones en las que se desempeñan, termina siendo sentida por mas de uno como otro insulto del poder.
Y hablando de expectativas insatisfechas: ¿De qué estamos hablando cuando, en este contexto, reclamamos memoria? Según los carteles en las esquinas de Pasteur con las calles Viamonte y Lavalle,
la honorable Legislatura de la ciudad de Buenos Aires asumio la responsabilidad de honrar la memoria de los asesinados por la bomba contra la AMIA. Sin embargo, el paisaje urbano en las veredas de Pasteur, del 600 al 800, abunda en arboles arrancados de cuajo, o salvajemente podados, de modo que solamente quedan los tocones (a veces pintados de color rojo sangre), junto a monolitos parcialmente destruidos y cubiertos
de basura, y placas de mármol rotas o desaparecidas. No se trata de cualquier calle, ni de solamente otra vereda rota. Aquí las autoridades de la ciudad de Buenos Aires se comprometieron a honrar la memoria de muchas personas asesinadas por el solo motivo de estar en, o transitando cerca de, una asociación mutual (la de los judíos de argentina). No dudo que las autoridades de esta ciudad tienen muchos asuntos urgentes e importantes que atender y que por eso mismo alguna vez pasaran por alto algo importante.¿Se daran cuenta de que al no cumplir lo prometido y con tanta bofetada a la memoria, dicen mucho sobre si mismos, sobre como cumplen los compromisos formales que asumen?
Sucede que hay leyes y edictos que prohíben que los deudos, vecinos del barrio, o simples transeúntes,tomemos el espacio publico en nuestras propias manos y por lo tanto nadie puede, legalmente, plantar un arbolito a la memoria de un ser querido allí asesinado, uno que reemplaze los arboles asesinados por los serruchos legales.La indiferencia de los funcionarios indiferentes no solamente nos deja mal parados a todos los porteños a los ojos de los visitantes argentinos y extranjeros. Para los deudos de los asesinados esta situación es otro insulto del poder. Un insulto que perpetua el estruendo de la bomba, exigiéndoles que sumisos y calladitos sufran otra pena y otra afrenta mas. ¿Habra algun justo, alguien en el gobierno de la ciudad que se haga cargo de realmente honrar la memoria y de cumplir con los compromisos asumidos? .Me refiero a si hay alguien capaz de hacerse cargo de concretar la reparación de un espacio publico politicamente sensible e internacionalmente visible.
Aunque comprendemos que sin el respeto por los derechos de los que no pueden defenderse, no hay justicia. Aunque aceptamos que a los que todavía estamos nos corresponde defender el respeto a la memoria de los que ya se han ido y también paliar el dolor de quienes en lugar de una tumba, solamente tienen un árbol y un monolito donde ir a llevarles una flor a sus seres queridos.
Lic marcelo aptekmann
marceloaptekmann@yahoo.com
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