Yeoshua Aizik creció en el seno de una familia antisemita. A los 64 años descubrió que fue adoptado y que su padre biológico era un judío inglés.
En búsqueda de sus raíces, abandonó Nueva Zelanda para unirse con su familia en Israel y a la vez convertirse ( su madre biológica no era judía ). Ahora ha cerrado el círculo casándose nuevamente con su esposa judía pero ahora de acuerdo a la Ley de Moises.
Hace pocos días, frente a una familia conmovida, rompió Yeoshua Aizik la tradicional copa y volvió así a casarse con su esposa. " Este casamiento ",dijo Aizik, " no fue solo con ella sino con todo el pueblo judío ".
La historia comenzó en el 2008 cuando a la casa de Aizik, en Nueva Zelanda, llegó un sobre de su hermano con una frase estremecedora. " Te escribo esto con profundo arrepentimiento pero estos documentos estaban entre los papeles de nuestro fallecido padre ". Aizik se acercó a los documentos plegados y un estremecimiento atravesó su cuerpo. Se trataba de documentos de adopción en los que salvo su fecha de nacimiento nada parecía encajar con su vida. Ni siquiera su nombre. " Yo no sabía que era adoptado. Sentí que había vivido en la mentira ",dijo. Cuando se repuso, comenzó un largo viaje hacia su destino. Aizik revolvió documentos, observó actas de defunción.
Finalmente descubrió lo siguiente : había nacido en Inglaterra fruto del romance de una mujer llamada Katherine Harris con su vecino judío, Leslie Aizik, en tiempos que su esposa había desaparecido durante la Segunda Guerra.
Aizik descubrió que su madre lo entregó en adopción a los seis meses de edad porque temía las consecuencias de la relación, por las bombas alemanas que caían en Inglaterra y las crecientes expresiones de antisemitismo. En el colmo de las ironías, sus padres adoptivos, eran cristianos fanáticos. No solo eso. El padre adoptivo era miembro del partido antisemita denominada Organización Facista Británica ".
" Yo recuerdo a mi padre adoptivo marchar con el brazo en alto. Yo estoy seguro que él no sabía que yo era medio judío.
Luego de meses de búsqueda, logró Aizik ubicar a su madre biológica en Londres. " Cuando me enteré que aún vívía me puse muy feliz. Quise reunirme con ella pero no lo aceptó. En lugar de alegrarse, ella buscó desentenderse. Eso me dolió mucho ". A pesar de la decepción continuó adelante. El descubrió que de su madre biológica tenía otros tres hermanos. Fue al lugar de trabajo de Alex, el mayor de ellos. Golpeó la puerta, entró y se presentó. Fue muy conmovedor.
En esta etapa quiso saber que había pasado con su padre biológico judío. " Quería encontrarlo pero no sabía como ", dijo. El entró a una página de búsqueda parentales en Internet y para su sorpresa se encontró con un pequeño anuncio : " Buscamos familias Aizik de Birminghan, Inglaterra. Aizik envió un e-mail a la joven del aviso, a la que no conocía, hasta que vinculandose se dieron cuenta que eran primos. Su prima Lori, que vive en Safed, le dijo a Aizik que su padre murió hace un tiempo pero el hilo que tendió lo llevó a hacer otro paso. Se vinculó a un tío de origen norteamericano y cruzó con el su ADN. Ello también demostraba el origen paterno de su familia judía. Así es como se acercó a la Agencia Judía y solicitó hacer aliá. " Sentía que debía llegar al estado judío y unirme a mi familia ", dijo.
Y así fue. A pesar que vivía en Nueva Zelanda desde los 11 años, Aizik dejó el hermoso país, su lengua y sus amigos. Solo le interesaba Israel. " Sentí que mi identidad había cambiado completamente . De repente sentí porque nunca estuve totalmente integrado a la sociedad ".
Hace un año llegó Aizik a Israel, se asentó en Safed y comenzó su proceso de conversión al judaísmo. " Es una historia muy impactante "dice un funcionario israelí vinculado al tema conversiones. "No es fácil dejar todo, venir a Israel y convertirse".
En el casamiento que se llevó a cabo al año y medio de llegar a Israel, puso Aizik la alianza en el dedo de su esposa Jenny, casada con ella hace 30 años y repitió las palabras del rabino Beniahu Bronner, presidente del Tribunal de Conversiones de Haifa. " Esta historia aún no terminó ",dijo Aizik, " todos los días descubro algo nuevo que va complementando otra parte del cuadro ".
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