Comunidades


Periódico Judío Independiente
Por los caminos de la vida
Por Susana Grimberg. Psicoanalista y escritora
“La vejez es tiempo de cosecha para el hombre cultivado e invierno para el inculto”. (Proverbio idish )



Cuando el exegeta bíblico Rashí se refirió en el Génesis a los tiempos de la Creación, me condujo a pensar que se trataban de tiempos lógicos y no cronológicos. En ese punto, pude reflexionar que la cronología es, por cierto, una cuestión de números pero que la vida pasa por otro lugar: el deseo de vivir.

En su evolución, el ser humano recorre diferentes etapas que van desde la niñez a la adolescencia, le sigue la juventud, luego la adultez y, finalmente, la vejez. Cada momento es un tiempo en que cada cual lo vive a su manera, sobre todo a partir de la juventud, tiempo de decisiones y de hacerse responsable de las propias elecciones. A mí parecer, a eso nos referimos al hablar del libre albedrío. Por otra parte, no me parece apropiado hablar de tercera o cuarta edad porque, como sabemos, hay jóvenes viejos y viejos jóvenes.

Ante todo, quiero destacar un tema del que poco se habla y es el hecho de que, aún en una edad más avanzada, es posible sentir y amar.

La búsqueda de apoyo, la necesidad de ternura, la seducción, el amor, son sentimientos propios a toda edad, sólo que para la cultura occidental, a partir de los griegos y romanos, aparece la idea de que la belleza y lo erótico tienen que ver con la juventud; esto, a su vez, generó la idea de que los viejos están sólo para cuidar su salud.

En el Talmud, no hay ningún elemento prohibitivo de la sexualidad en la vejez, al contrario, hay aliento porque se trata de una sexualidad que no se rige ni por la belleza ni por los modelos ideales, simplemente por un deseo básico de vida, un gusto por el encuentro.



Los tiempos actuales y la sociedad de consumo.

Simone de Beauvoir, ya en 1970 escribió un ensayo: “La vejez”, en el que afirma que los ancianos se han convertido en un sector de la sociedad marginado, al igual que los inmigrantes o los pobres.

El sociólogo Zygmunt Bauman nos plantea un tema muy importante. En esencia, nos muestra al consumismo como artífice de un deterioro masivo de los sistemas sociales, y marca la tendencia hacia una sociedad introvertida y egoísta que sólo está pendiente del disfrute personal. Esta carrera hacia la satisfacción personal provoca un notable desinterés por lo social y termina desahuciando a otros seres humanos entre los que se encuentran no sólo las personas que se interesan por otras sino las que pueden necesitar de otros, por ejemplo personas mayores o cualquiera con problemas de salud.

Baurman nos dice que la sociedad de consumo (Marcuse “La sociedad carnívora”) afecta a nuestras conductas y, hace que a la larga, nosotros mismos nos tornemos una mercancía más.

En pocas palabras: Zygmunt Bauman apela a nuestras conciencias para hacernos mejores personas, seres que se preocupan del futuro y del devenir de sus sociedades, lo cual entraña también ser conscientes de los comportamientos propios y ajenos. En este punto entra la cuestión de no desentendernos de nuestros mayores porque, a mi parecer, una sociedad que se olvida de ellos, atenta contra su porvenir o, peor aún, se suicida.

Me interesa destacar la opinión de Paul Virilio (arquitecto y filósofo), que dijo que la velocidad es, paradójicamente, la vejez del mundo. “Llevados por su violencia no vamos a ninguna parte, sólo nos contentamos con partir y abandonar lo vivo en provecho del vacío de la rapidez”. Tras haber significado largo tiempo la supresión de las distancias, la negación del espacio, la velocidad equivale de pronto al aniquilamiento del Tiempo: “se trata del estado de urgencia”. Virilio entiende que las nuevas técnicas, bajo el vértigo de la aceleración, secuestran y simulan la realidad, hasta hacerla desaparecer. Es decir: la sobreinformación tecnológica aleja, distorsiona, olvida los sentimientos y diversos sabores de la vida cotidiana.

Para el judaísmo, la formación es de toda la vida.

Para el judaísmo la tradición es la clave de la supervivencia. La palabra tradición significa en hebreo igual que en latín: entregar, transmitir. Disperso por el mundo, el pueblo judío, gracias a la tradición, se mantuvo unido y culturalmente rico. Y la clave de la transmisión de nuestra historia como pueblo, de nuestros valores, han sido los mayores.

El judaísmo no le dio a la vejez autoridad por sí misma como la cultura china, pero supo reconocer que los sabios maduran en la vejez. Partiendo del mandamiento honrarás a tus padres, podemos inferir que todos los mayores deben ser respetados, protegidos, escuchados y, por sobre todo, es nuestro compromiso rescatar sus enseñanzas y aprender de lo que nos transmiten.



En el “Shulján Aruj” (Código de Legislación Judía), es donde leemos que: “La obligación de estudiar la Torá incumbe tanto a los ricos como a los pobres, tanto a los sanos como a los enfermos, tanto a los jóvenes como a los viejos”.

El estudio constante de la Torá, le hizo llamar a los judíos “El pueblo cuya patria es un libro”.

Moshé Korin (Comunidades 22/08/2010), nos explica que los ancianos no ocupan, para las fuentes judaicas un lugar de clase aparte sino que se los integra, y se integran, como miembros de las familias que conforman

Jaime Barylko invita a detener la marcha y apartarnos por un momento del vértigo cotidiano, palabras que nos recuerdan a Virilio.

BarylKo propone algo tan simple como escuchar nuestro interior, contemplar la naturaleza, expandir la noción de universo y aceptar, como parte de lo más humano, la idea de armonía. El maestro, nos ofrece un tiempo para meditar sobre el amor, la fe, la autenticidad del ser, la felicidad, la familia, los hijos, la amistad. Y donar generosamente esa sabiduría a otros.

Para concluir, quiero compartir con ustedes esta historia que nos habla del deseo de saber y que puede conmovernos a todos, independientemente de la edad.

Preguntaron a rabí Leví Isaac:

_ ¿Por qué no hay primera página en ninguno de los tratados del Talmud Babilónico? ¿Por qué cada uno empieza por la segunda?

_ Por mucho que un hombre pueda aprender – contestó el rabino -, siempre debe recordar que no ha llegado siquiera a la primera página.

Número 488
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

Comunidades
Periódico Judío Independiente

www.comunidades.delacole.com
E-mail: periodicocomunidades@gmail.com

Editores y Directores
Dr. Alberto J. Rotenberg - Prof. Natalio Steiner

Domicilio Postal
Casilla de correo Nro. 49 - (1872) Sarandí - Prov. de Bs. As

Teléfonos
4864-8738 (por la tarde)

Representantes en el Interior
Villa Angela (Chaco): Jacobo Garber - Moisés Ville (Santa Fe): Pedro Balhorn. Tel.: (03409) 42-0189.
Rosario: Saúl Bloj. Tel.: (0341) 433-1254. - Concordia: Batia Enguelberg. Tel.: (0345) 421-9822

Difundimos gratuitamente todas las actividades comunitarias.
Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los artículos de este periódico sin mencionar su origen.
La notas firmadas no representan necesariamente el modo de pensar de los Directores.

Registro Propiedad Intelectual
Nro. 206.708