Los casos de abortos en nuestro país han aumentado considerablemente en los últimos MESES teniendo una fuerte trascendencia mediática,en especial algunos resonantes y polémicos casos. La visión del judaísmo acerca de un polémico tema.
En los últimos tiempos la problematica del aborto llegó a la mesa de todos los argentinos, sobre todo por lo sucedido en Bahía Blanca: Graciela, una chica discapacitada de 18 años pero con una edad madurativa de 10, fue violada y después de varias idas y vueltas judiciales, finalmente, el 1-10 se le realizó un aborto terapéutico .
Sin dudas, este y muchos otros casos día tras día despiertan no sólo a la opinión pública, sino también manifestaciones tanto a favor como en contra. Por eso, el Rabino Shmuel Korenblitt y el doctor Jorge Yansenson nos explicaron los entretelones del aborto tanto en forma médica, como religiosa , humana y ética. El doctor Fernando Szlajen, al momento de esta nota ,estaba presentando su libro "Filosofía Judía y Aborto" en México, Estados Unidos, Francia e Israel, y se lo consultará oportunamente a su regreso
Una de las preguntas casi fundamentales que se plantean en los diferentes ámbitos (especialmente en los religiosos y científicos) y vinculado al aborto es el comienzo de la vida. El Rabino Shmuel Korenblitt nos indica lo que dicen las fuentes judías, los grandes rabinos que responden a las preguntas más difíciles y allí “se ve en forma clara que hasta que el bebe no nació no tiene los mismos derechos que una persona. Por ejemplo, hay una ley en la Torá que si una persona ataca a una mujer embarazada y provoca la muerte del feto dentro de su madre, el castigo es económico. El feto no está en el mismo nivel que una persona, por el momento ". “El aborto libre, según lo que muestran las fuentes judías, está prohibido cuando es el caso de "no tengo ganas de tener el bebe ". Sobre este tema hay distintas opiniones, pero lo que está permitido y no hay ninguna duda es hacer un aborto cuando hay peligro de vida para la madre, porque el nacimiento no comenzó, no comenzó el parto ni a salir la cabeza del bebe, entonces si la madre está en peligro y se salva la vida de ella, incluso a costa de la vida del bebe, sobre eso no hay ninguna discusión”, aclara el rabino Korenblitt.
Por su parte, el doctor Jorge Yansenson, Co-Director del Código de Ética de la AMA (Asociación Médica Argentina) nos explicó un fragmento de la parte legal en nuestro país, ya que en el Código Penal Argentino hay un artículo que despenaliza el aborto y es aquel “que lo dice usando palabras despectivas: `mujer idiota o demente´, que en realidad se refiere a una enfermedad que se llama idiocia, que es retardo mental y a la demencia, y que haya sido violada. Entonces me pregunto, ¿por qué hay que ser idiota o demente para tener que llevar en sí el producto de una concepción forzada por la violencia, por lo peor de lo peor?”. Además, nos asegura que “tener un hijo es el producto del amor, que se hace con amor, se cría con amor y se cuida con amor. Acá está desamparada una persona que tiene un importante retardo, que no tiene la capacidad de defenderse de nada, no solo de un ataque sexual, porque lo de esta persona que vos consideras indefensa, mentalmente es un niño. ¿Nadie se da cuenta que vivir un aborto es vivir un duelo?”.
También, en las fuentes judías, según nos aclara Korenblitt, hay diferentes posturas con respecto a cuándo una mujer puede realizarse un aborto, pero existen casos “como cuando la madre va a tener un defecto físico en forma seria, que hay quienes permiten en ciertos periodos del embarazo que se practique el aborto, o si se descubre que el bebe va a tener una enfermedad muy seria”.
A principios del mes de octubre, en Capital Federal se realizó una marcha a favor de la despenalización del aborto con las siguientes consignas: educación sexual en todos los niveles educativos de contenido científico, médico y preparado por las organizaciones de mujeres y profesionales que trabajan la temática sin ninguna intervención de las instituciones clericales; entrega masiva de anticonceptivos como así también el presupuesto necesario para ampliar la atención ginecológica en todo el ámbito público; legalización del aborto para evitar las más de 500 muertes al año de mujeres pobres y sin recursos y para permitir a las mujeres ejercer el derecho a decidir sobre su cuerpo; separación de las instituciones religiosas de la educación y la salud.
En el lado opuesto, cuando Graciela, la joven violada en Bahía Blanca, estaba internada para realizare el aborto autorizada por la justicia, un grupo de fieles católicos se reunieron frente al Hospital Penna para condenar a la chica por su acción.
“Tanto los que están promocionando el aborto, como quienes se ponen en contra cuando una chica con la edad mental de una niña está internada están en una postura totalmente inmoral. ¿Quién puede promocionar la muerte? .Lo que se está haciendo es resguardar la vida de esta pobre chica”, nos comentó el doctor Yansenson acerca de las diferentes manifestaciones públicas tanto a favor como en contra del aborto, y añadió: “Tanto los pro abortistas como los que están en totalmente contra son fundamentalistas y viven, según ellos, con la verdad. Acá se confunde mucho y se busca esa confusión”.
Entonces, ¿de qué se hablará cuando se llama a despenalizar el aborto? “Cuando se habla de despenalizar el aborto, se habla del hospital público. Que no aparezca una niña de 13 o 14 años, que ni sabe que eso a lo que estaba jugando eran las famosas relaciones sexuales, con una septicemia a punto de morirse porque tuvo que recurrir a una curandera, que además le puso una aguja de tejer en el endometrio en la búsqueda de tratar de evitar eso que tanto temía. Mientras que una señora de una clase pudiente va a un sanatorio con asistencia médica antisepsia, a hacerse una biopsia uterina que es un tratamiento válido. La despenalización lo que trae es equidad, si lo llevás al hospital público no diferenciás una medicina de quien puede pagar o la persona que no puede. Estoy a favor de una despenalización lógica, vos estás pidiendo equidad, que todos tengan el mismo acceso a que si hay que abortar lo hagan en las condiciones científicas, médicas, académicas y estériles. Que haya menos muertes adolescentes y menos embarazos se compliquen en la pubertad. No hay una educación sexual formal, clara, cuando intentó haber un esbozo que se empezó a hablar con un dibujo animado del doctor Miroli, ¿cuánto duró? ¿Quiénes serán los que lo sacaron?”, aclara el doctor Yansenson.
Según las cifras que se manejan en entes no oficiales unas 500 mil mujeres se practican el aborto anualmente. De esa cantidad, 3 mil niñas entre 9 y 14 años, son abusadas sexualmente y quedan embarazadas. Además, desde el 2002 hubo un crecimiento del 19 por ciento en el fallecimiento de mujeres embarazadas.
Los estudios de los últimos años demuestran que, aproximadamente, un 30 por ciento de las muertes que se producen durante el embarazo y el parto están vinculadas al aborto. La gran mayoría de las muertes de estas mujeres se da por intervenciones clandestinas, o como lo llaman los profesionales del área, por “abortos sucios”.
¿Quienes practican estos métodos inseguros e ilegales y qué significa un “aborto sucio”? “El lugar es una taperita donde el olor a roña es algo que te invade y lo último que vas a ver son guantes y las manos de los que tocan están negras de suciedad. No hay bisturís estériles ni afilados. Lo que nosotros llamamos “limpio” no siempre son técnicas estériles, pero son prácticas limpias. El aborto sucio ni eso es, es la introducción de cualquier cuerpo extraño dentro del útero (agujas, perejil, sondas, elementos punzantes, entre otros) para irritarlo y que tenga un comienzo de hemorragia. Después si las cosas salen mal la tiran a la pobre chica en un hospital”, explica el doctor Jorge Yansenson.
Sin lugar a dudas, el aborto es un tema muy complejo, que las autoridades nacionales están obligadas a sentarse, debatir y llegar a una solución, para que el número de muertes en mujeres embarazadas no siga aumentando, y con educación, políticas y campañas de concientización, y leyes firmes se puedan evitar más muertes y, como premisa principal, proteger la vida.
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