Sólo el 60% de la población demuestra interés en la política.
La cifra representa un descenso del 15% con respecto al año anterior. El 57% considera que los servicios ofrecidos, por organizaciones no- gubernamentales, son superiores en calidad a los estatales aunque, la mayoría, preferiría que fuera a la inversa.
Los datos sobre democracia, obtenidos por el Instituto Gutman del Instituto Israelí por la Democracia, dan cuenta de la desconfianza creciente en las instituciones gubernamentales así como de sensaciones anti-políticas acentuadas por parte de la población. Asimismo, se convive con una exigencia hacia el Estado para que mejore su funcionamiento y vuelva a ocupar un lugar central en la vida política-social y económica. Si bien el público israelí continúa mostrando interés en la política y tiene sentimiento de pertenencia hacia el Estado, su grado de confianza hacia quienes deciden, es menor.
Sobre los datos obtenidos, es posible justificar el desarrollo de fuertes sensaciones contrarias hacia la política, los políticos y los partidos que debilitan la intervención política de los ciudadanos y su convicción de estar
representados en la vida pública.
La sensación de frustración aumenta junto a la disminución de actividad desplegada por el Estado. La población es conciente que, el lugar del Estado, es tomado en múltiples ocasiones por la sociedad a través del universo de organizaciones no - gubernamentales que se ocupan de un amplio espectro: justicia social, defensa del consumidor, calidad del medio e incluso la distribución de alimentos o servicios de salud. La sociedad y los servicios que prestan son reconocidos por la población pero no son percibidos, a largo plazo, como el reemplazo deaquello que el Estado está obligado a cubrir.
De acuerdo a las mediciones sobre el funcionamiento democrático, la población manifiesta expectativa de mejora en el funcionamiento del Estado y en la pronta recuperación de su participación activa en el ámbito político, social y económico.
- Cuidado de la democracia: Por primera vez, en muchos años, los encuestados no estimaron a la Corte Suprema de Justicia, como la institución que preserva la democracia israelí (35%).
La lista está encabezada este año por los medios de comunicación, 36%, como la que mejor resguarda los valores democráticos en Israel.
También se registra un cambio en el 3° y 4° lugar: en el 3° aparece la Knesset (Parlamento) (16%) y en el 4° el Primer Ministro (13%).
- Confianza en las instituciones: Caída del 12% en el nivel de confiabilidad otorgado a la Corte Suprema de Justicia, 49% , frente al 61% obtenido en 2007. Es un descenso dramático. El procurador general obtiene sólo un 36%, mientras el 64% restante no le otorga votos de confianza. En la cima de las instituciones se encuentra el ejército (71%), a pesar del descenso del 3% con respecto al año anterior. La confiabilidad en el presidente de la nación, creció de 22% a47%; en la policía bajó de 41% a 33%. La Knesset descendió de 33% a 29% y el Primer Ministro, se le otorga el 17% de confianza, mientras
la lista se cierra con un 15% dado a los partidos políticos.
En relación a los medios de comunicación, que aparece en las encuesta como la institución que mejor defiende los valores democráticos, la confiabilidad llego en 2008 al 37%, lo que representa una caída del 8% en relación al 2007.
Interés en la política: Solo el 43% de los encuestados afirma que mantienen diálogos sobre temas políticos con sus amos y familiares. El 60% manifiesta interés en la política, lo que representa una disminución en relación al 2006, cuando el 73% de los encuestados, manifestaba interés en temas políticos. 73% de los encuestados, no le sugerirían a su entorno involucrarse en el ámbito político y el 68%, considera que los políticos no toman en cuenta la opinión del ciudadano común.
Corrupción: 90% consideran que, en Israel, existe la corrupción, el 60% considera que existe y mucho y el 30% refiere que hay bastante. Por el contrario, el 9% evalúa que Israel informa sobre pocos hechos de corrupción y un 1% sostiene su inexistencia. Más de la mitad (51%) considera que la corrupción es condición indispensable para llegar a la élite política en Israel.
Relación con el mundo: Se registra una diferencia en las calificaciones que Israel recibe de Institutos Internacionales de Investigación en relación a evaluaciones anteriores. Sin embargo, no hay diferencia en su lugar 36, que ocupa entre las naciones que participan de la muestra. La situación de otros países mejoró en algo y el lugar de Israel, empeoró.
57% piensan que los servicios que organizaciones ciudadanas ofrecen son superiores a las del Estado. A pesar de eso, la mayoría se muestra interesada en recibir los servicios necesarios por parte del Estado. El 53% acuerda con la idea que el Estado debe permanecer involucrado en temas sociales y económicos, 28% prefiere una limitación en su actividad en esas áreas y 46% desearecibir servicios nacionales sobre 29% que lo opta por organizaciones pertenecientes a la órbita ciudadana. La población está convencida que sus representantes actúan, en primera instancia, motivados por sus propios intereses particulares y no por las necesidades de los votantes, creándose una situación peligrosa para la democracia.Si estas tendencias continúan, la participación de los ciudadanos , en temas políticos, se verá reducida gradualmente, a medida que la falta de confianza se fortalezca, lo que debilitará la legitimación del sistema democrático representativo israelí.
Satisfacción sobre el funcionamiento de la democracia
Se registra mejoría. 43% manifiesta su satisfacción, en relación al 34% que respondieron afirmativamente en la encuesta de 2007.
La medición de 2008 muestra que, la mayoría de los ciudadanos, están orgullosos de su condición de israelíes (80%) y el 83% están convencidos de sus intenciones de continuar, en el largo plazo,viviendo en Israel. Es destacable, que los datos dan cuenta de lealtad afectiva hacia el estado y la tierra, aunque menor, hacia la coyuntura actual.
La democracia israelí se encuentra fragmentada y requiere recuperación. En particular, a partir de la crisis provocada por el distanciamiento de la política, medición que sobresale en el muestreo sobre democracia 2008.
Fuente : Cidipal
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