OBAMA O MAC CAIN : ¿ QUIEN LE CONVIENE A ISRAEL ?
A pocos meses de las elecciones presidenciales norteamericanas, el profesor Michael Oren, historiador, miembro del centro Shalem y autor de distintos escritos sobre Oriente Próximo, elaboró un análisis de las diferentes posiciones de los dos candidatos sobre Israel y el Oriente Medio.
Los distintos discursos de los dos candidatos a la Presidencia de los EE.UU. así como su posición adoptada desde el principio de la campaña ,dicen mucho sobre las diferencias entre los dos hombres en cuanto a la política que adoptarían acerca de Israel, Oriente Próximo y el Oriente Medio. Sin embargo, cualquiera que sea el candidato elegido, el nuevo arrendatario de la Casa Blanca tendrá que tener en cuenta la herencia dejada por el actual Presidente en funciones, George Bush.
En su mandato, este último redefinió las bases de una política americana pro israelí, afirmando en sucesivas ocasiones el derecho de Israel a defenderse contra el terrorismo, y que considera a Israel como el primer aliado de EE.UU. en Oriente Medio. La mayor parte del tiempo, George Bush se refirió a la Biblia para justificar la existencia del estado hebreo.
Bush está por otra parte detrás de un crecimiento de las colaboraciones militares entre los EE.UU.e Israel. Aumentó, en particular, la ayuda militar concedida al estado hebreo hasta un máximo de 30 mil millones de dólares para los 10 próximos años. Y a pesar de que los dos candidatos apoyaron ambos esta iniciativa, su visión diverge sin embargo en muchos puntos.
Y éstos se refieren, en particular, a las colonias israelíes, a las fronteras de un potencial futuro estado palestino y por fin, la lucha anti terrorista en la región. Mientras que Mc Cain se abstiene de criticar la política de colonizaciones israelí, Obama la cuestiona.
En su visita a Israel, McCain no se encontró con líderes palestinos, prefiriendo pedirles que pongan fin al terrorismo. Obama al contrario, nunca mencionó cualquier responsabilidad de laAutoridad Palestina en el ámbito del terrorismo.
Del mismo modo, mientras que Obama evocó serias reservas sobre la derecha israelí, y declaró estar a favor de la reanudación de las negociaciones entre Israel y Siria, McCain no se expresa sobre la política interior israelí, prefiriendo indicar su reticencia en una ocasión a las negociaciones con Damasco sin acuerdos previos, y seguir siendo así fiel al credo de Bush sobre la cuestión.
Según Michael Oren sus posiciones relacionadas con Hamás también son
diferentes. McCain condenó instantáneamente el encuentro entre el
antiguo presidente americano, Jimmy Carter, y los dirigentes del Hamás,
Obama, él, esperó cinco días y las críticas de su competidor, para hacer
lo propio. Por lo que se refiere al expediente israelí en realidad, la cuestión de
Jerusalén constituye también, un punto de divergencia. Las observaciones
de McCain quedan muy claras. Reconoce la soberanía israelí sobre la
ciudad y preconiza instalar ahí la embajada americana.
Las declaraciones de Obama son en cambio mucho más ambiguas. Después de
haber afirmado la necesidad de una Jerusalén indivisible ante un grupo
de presión pro palestino, se retractó, afirmando que veía una ciudad
sin alambres de espinos, manteniendo así las dudas en cuanto a sus
intenciones.
Más allá del conflicto israelopalestino, los proyectos de los dos
candidatos en el Oriente Medio en su conjunto tienen también
consecuencias cruciales para Israel, afirmó Michael Oren. Y también
ahí, las posiciones difieren. La concepción según la cual habría una relación entre el conflicto
israelopalestino y la otra problemática Medio-oriental diverge en efecto
según el candidato.
Para Obama, el conflicto israelopalestino es el origen del levantamiento
de Oriente Medio. " El conflicto es un mal constante que afecta a toda
nuestra política exterior y otorga a los islamistas la excusa para su
antiamericanismo ", declaró.
La posición de McCain se opone: Si la cuestión del conflicto
israelopalestino se regulara mañana, estaríamos todavía frente a la
enorme amenaza del islamismo radical. En consecuencia, los candidatos no llevarán la guerra contra el terrorismo de la misma manera los dos. McCain sigue siendo fiel a la doctrina de Bush de una guerra preventiva contra el terrorismo y propone dejar las tropas americanas en Irak hasta el 2013 por lo menos, si no es por un siglo, según el ejemplo coreano . Obama al contrario, propone retirar las tropas en Irak para reforzar la presencia americana en Afganistán en particular.
Por fin, por lo que se refiere al expediente iraní, que despierta las mayores inquietudes en Israel, Obama cambió de posición, afirmando inicialmente que Irán no constituía una amenaza para EE.UU. como la Unión Soviética pudo serlo antes, para considerar finalmente que el peligro iraní es grave, real y que su objetivo iba a ser eliminar esta amenaza. Para ello, Obama hizo hincapié en la necesidad de entablar debates con el Presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, sin condiciones previas. McCain hace por su parte más hincapié en la amenaza iraní,preconizando la instauración de sanciones, y previendo la opción militar.
Todos estos puntos de divergencia permanecen naturalmente en proyectos y
declaraciones en el marco de una campaña presidencial donde las menores
declaraciones pueden tener pesadas consecuencias. Queda por saber,
cualquiera que sea el candidato elegido, lo que quedará concretamente de
su discurso cuando el uno o el otro lleguen al cargo. La respuesta, el 4
de noviembre.
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