El periodista y escritor Daniel Muchinik dialogó con Comunidades acerca de “Negocios son Negocios”, una investigación acerca de los principales apoyos políticos y financieros del nazismo en Europa y el mundo.
En su nuevo libro, Muchnik narra quiénes fueron los contactos más importantes que había en la Alemania nazi, inclusiva con aliados occidentales. Unn capítulo especial le dedica a la influencia y nazi dentro de nuestro país durante la “década infame” y el peronismo.
Por Luciano Stilman, especial para Comunidades
- ¿Qué es “Negocios son Negocios”?
“Negocios son Negocios” es la descripción, en la década del 20 y del 30, de las personas que le dan su respaldo técnico aL “Nacionalsocialismo”. Esta ayuda técnica, de provisión de elementos es hasta 1941 y 1942. Por eso mismo, el libro se titula “Negocios son Negocios” y figuran los empresarios,de diverso origen , que financiaron el ascenso de Hitler.
- ¿Cuáles fueron los principales capitales que tuvo el nazismo en sus comienzos?
En primer lugar el libro “Mi lucha”, toda la parafernalia de escuditos y banderas estaban a cargo del propio partido y eran ganancias para ellos mismos. Los primeros que colaboraron fueron los rusos mencheviques, los rusos blancos, los anticomunistas de la revolución del 17 radicados en Alemania, que tuvieron muchísimos contactos con el mundo empresarial alemán. Hay que recordar que los alemanes apoyaron a gestar, de alguna manera, las fábricas y los ferrocarriles que fueron conformando lo que puede ser llamado la “tardía revolución industrial rusa”, entre 1875 y 1917.
En “Negocios son Negocios”, Muchnik hace una revisión de quienes fueron los que hicieron las inversiones más fuertes en Alemania en la época del nazismo. Entre ellos destaca a Ford, General Motors, Dupont, el Chase Manhatan Bank, la Texaco y la Standard Oil, dentro de los EE.UU., y la Imperial Chemistry Industries y la Shell en Inglaterra. Todos estos financiaron y ayudaron políticamente al nazismo.
- ¿Cuándo empezaron los grupos económicos de Occidente a colaborar con el nazismo?
Luego de los bolcheviques, se empezaron a sumar los empresarios alemanes que eran muy fuertes: editores, empresarios del carbón y de la industria química, que tienen devoción por un hombre que les promete, fundamentalmente, rescatar la dignidad del pueblo alemán que había sido vencido en la primera guerra , y en segundo lugar, y de manera muy importante, implantar el orden en una nación trastornada, en una Europa convulsionada y compleja como fue la de 1920, con altísimas tasas de inflación. Le dan toda su confianza, porque es el hombre que va a frenar todas las reivindicaciones salariales que buscan los rojos, que busca el partido comunista.
- ¿Qué responsabilidad tienen estos grupos económicos con los planes de guerra del nazismo?
Si todo hubiera sido cristalino, fantástico, pero hicieron una doble vida: por un lado colaboraban con el fascismo, y por el otro lado lo negaban. Hubo algunos que no lo negaron como Henry Ford, el creador de la Ford y del método de producción, un hombre condecorado y admirado por Hitler. Otros que asistieron y estuvieron ideológicamente de acuerdo fueron algunas petroleras: la norteamericana Texaco y la anglo-holandesa Shell. Debo recordar que Ford y General Motors tuvieron sucursales en Alemania que siguieron produciendo a lo largo de la segunda guerra , reportando sus movimientos empresarios a Detroit, donde tenían comunicación permanente con sus filiales en el país europeo.
No solo me refiero a empresarios vinculados con la producción industrial, sino también vinculados con los bancos como los Rockefeller, quienes se mantuvieron toda la guerra en París y colaboraron con las actividades financieras de los nazis. Al mismo tiempo, John Kennedy, el padre de los Kennedy, fue un activo pro-nazi como y colaboró financieramente con los ellos.
- ¿Cuán importante fue General Motors para el nazismo?
General Motors instaló una filial en Alemania que produjo durante toda la guerra vehículos militares, lo mismo que Ford. Fíjese una cosa, en el libro aparece la afirmación de uno de los especialistas en la revelación de estos documentos que dice más o menos así: “Los nazis, el gobierno alemán nazi, no hubiera podido acumular reservas financiaras, divisas externas, sin la ayuda económica de Ford y General Motors”.
- ¿Pudieron los judíos alemanes exiliarse a EE.UU ?
Los únicos judíos-alemanes que pudieron escapar y encontraron refugio en grupos numerosos fueron los de la escuela de Frankfurt en el 34/35, algunos músicos, algunos intelectuales, pero en general estaban cerradas las puertas a la inmigración judía. Esto es evidente, ya que existían diferentes sectores nazis o pro nazis dentro del gobierno estadounidense. No solamente dentro del gobierno norteamericano, sino también dentro del gobierno inglés. Inglaterra había captado la voluntad de Eduardo VIII, duque de Windsor, quien tenía una especie de fe y admiración por el mundo nazi. Fui así como cuando no hubo más nada que hacer y la guerra estuvo en la puerta de la vida en el mundo, Eduardo VII tuvo que abdicar, una especie de golpe de palacio, por su devoción pro nazi. Lo mismo ocurrió con un as de la aviación norteamericana Charles Lindenberg, un héroe de la aviación, fue una de las tantas personas que hizo devoción de fe pro nazi.
- ¿Cuál fue la influencia nazi dentro de los militares argentinos?
Uki Goñi, un periodista e investigador argentino, escribió muy buenos trabajos. “La Operación Odessa”, uno de ellos y “Perón y los alemanes”, otra, pero yo me voy a referirme a asuntos que tal vez no tocó Goñi. Me refiero a que dentro de las filas del ejercito argentino hubo un sector que admiro, primero, el proceso de Mussolini y luego el de Hitler. Les impresionaba mucho el orden y estaban muy asustados por la presencia de anarquistas y comunistas dentro de los sindicatos argentinos, y sobre todo por los reclamos. Todos estos, eran para los militares sus enemigos. Se atribuye a Uriburu una devoción pro mussoliniana, era una persona que admiraba muchísimo el fascismo mussoliniano, que aparentemente parece como un grado menor que el nazismo. Además, estaba interesado en las ideas corporativas, era fascista de Italia, pero fíjese que este general cae en desgracia frente a los militares pro liberales como el caso del Agustín P. Justo. Así que la Argentina estuvo muy tironeada por intelectuales pro fascistas, muchos de ellos importantísimos como Carlos Ibarguren y Hugo Wast, estos dos bregaron mucho por la defensa del pensamiento fascista.
¿Qué papel jugó el nazismo durante el gobierno de Perón?
A lo largo del treinta y ya empezando la guerra en el 39, parece ser que el furor pro fascista va en aumento, a tal punto, que en 1943, cuando se da el golpe de estado del GOU frente a unas elecciones que habían ganado con fraude los conservadores, el golpe de estado del GOU, el Grupo de Oficiales Unificados, el secretario de ese movimiento era nada más y nada menos que el General Juan Domingo Perón, que se había entrenado en Italia en el año 39. Allí había admirado las condiciones de vida y económicas de Italia. Los militares argentinos actuaron ciegamente en defensa del sector fascista-nazi en Europa y siguieron enquistados cuando Perón gana las elecciones en el 46, o sea, que hay toda una estructura que favorece notablemente el ingreso masivo de croatas nazis, de nazis alemanes y de todas las regiones de Europa, donde ciertos sectores del Vaticano, de la iglesia católica o relacionados con importantes figuras de esta, favorecen el ingreso de estos personajes
- ¿Qué relaciones financieras tuvo el nazismo con la Argentina?
Hay mucha discusión al respecto. Hay alguna biografía que se refiere a las cuentas en oro depositadas en Suiza, que fue a rescatar Evita Perón. A mi no me constan estas cosas, hay investigaciones, se pueden leer cosas así, hay toda una tradición que habla de los dos submarinos alemanes, o más, que llegaron y luego fueron enviados a EE.UU. una vez terminada la guerra, los cuales traían oro de Alemania. Tampoco se puede saber porque no hay una documentación veraz. Acá tampoco quedaron depositadas grandes sumas de oro, se ha demostrados que había operaciones empresarias, de empresas alemanas, o de algunos empresarios argentinos muy vinculados con empresas alemanas radicadas allá, todas a cargo de dirigentes nazis. Ningún técnico salía de Alemania, en el año 33, si no tenía el consentimiento del comisario político de turno, del comisario nazi de turno que estaba dentro de las empresas.
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