“Pepe” Eliaschev, reconocido periodista, dialogó con Comunidades acerca del rol de los medios de comunicación frente a las próximas elecciones presidenciales y la relación de los medios con el gobierno nacional y los diferentes candidatos presidenciales
- ¿Cómo ve el tratamiento de los medios de prensa acerca de las próximas elecciones?
En términos generales, el tratamiento de los medios es normal, convencional.Ya en la Argentina es una tradición de casi un cuarto de siglo que haya elecciones y que los medios las cubran. Históricamente yo fui y sigo siendo muy enemigo de la apelación permanente a encuestas que encima son absolutamente poco fiables, y aparentemente los grandes medios no pueden desembarazarse de esa costumbre. Pero dejándolas de lado, creo que la cobertura sigue siendo bastante amplia, con la salvedad que el gobierno de Kirchner no quiere hablar con periodistas que no estén bajo su control, con lo cual no hay reportajes. A dos semanas de las elecciones, no hay ninguna entrevista con la primera dama, que, en cambio, sí habla con el exterior. Hechas estas dos salvedades, lo que digo de la cobertura es que es normal, pero que renguea de una manera insuperable, en tanto y en cuanto el gobierno no acepte dialogar ni que se le pregunten cosas.
- ¿Por qué se da esta relación entre el gobierno y los medios?
El Presidente solamente acepta una relación de sometimiento o de control. Para aquella prensa que simplemente pide un trato profesional, preguntas y respuestas como en cualquier país en serio, no hay ningún tipo de espacio, porque, precisamente como digo, el gobierno no cree que debe haber una relación frontal y honesta entre medios y Estado. Al contrario, desarrolla una campaña brutal de publicidad solventada por el Estado para acercarse a los medios, pero cuando no hay de por medio dinero, el gobierno se comporta como aquellos hombres que solamente pueden comprar sexo y no lo pueden tener sin comprarlo.
- ¿Cómo ve el trato entre los otros candidatos y los medios?
Siempre hay chisporroteos, siempre hay golpes bajos, hablo de los principales candidatos que son Roberto Lavagna y Elisa Carrió. Creo que hay una mal entendida obligación de ser a menos y en consecuencia frivolizar la cobertura periodística. Yo creo que tanto la coalición que encabeza Lavagna como la que encabeza Carrió, tienen programas, tienen plataformas, tienen ideas, nada de lo cual se advierte en la señora de Kirchner, por ejemplo, y sin embargo los medios no parecen haber explorado a fondo la plataforma de gobierno del Dr. Lavagna y Gerardo Morales, como la de la Dra. Carrió y Rubén Giustiniani. Por eso, creo que esa es otra falencia grave de los medios. Ni hablemos de los electrónicos en los cuales ni se habla de ideas, en televisión y en radio tampoco se habla de ideas. Pero todo esto, en gran medida, ha estado estimulado por un gobierno que deliberadamente rechaza el contacto con la prensa y lo más probable es que a partir de hoy haya dos o tres entrevistas puramente testimoniales para decir “hemos recibido al periodismo”, pero van a ser excepciones que confirmen la regla.
- ¿Hay medios que manipulan la información?
La manipulación es casi algo inevitable. Siempre va a haber, hubo y habrá de una u otra manera. Pero en tanto y en cuanto haya compulsa, haya libre discusión de diferentes ideas todo va a estar bien, porque uno sabe más o menos hacia quien puede simpatizar determinado tipo de medio y hacia quien otros. Así que a mi tanto no me preocupa eso, en tanto y en cuanto haya abundante información y elementos centrales, a mí no me preocupa la posibilidad de manipulación.
- ¿Ve medios que estén más inclinados a ciertos candidatos?
No se si se podría decir con tanta contundencia. Los medios gráficos por ahí podría decirse que, tal vez, al Diario La Nación le simpatice más la Dra. Carrió, aún cuando una gran deficiencia de los medios argentinos es que nunca explicitan acabadamente a quien apoyan, como sí hacen los medios norteamericanos. Es muy normal que el New York Times, el Washington Post o el Wall Street Journal digan apoyamos a (John) Kerry, a (George) Bush, a (Al) Gore, ahora mismo para el año que viene a Hillary Clinton o a (Rudolph) Giuliani. Eso es muy normal, porque el apoyo editorial no invalida la cobertura periodística. En la Argentina no se hace eso, así que lo que uno tiene son básicamente conjeturas, suspicacias. Me da la impresión que La Nación se siente más cómodo con Carrió que con nadie, me parece, es una impresión. En los otros medios es más difícil decirlo: Clarín oscila permanente con este gobierno, se acerca y se aleja, en función de otros criterios; Página 12 es completamente gubernamental, de tal modo que va a hacer y apoyar todo aquello que salga de la Casa Rosada.
- En los medios radiales y televisivos ¿ve alguna tendencia marcada?
No, no lo veo. En televisión son muchos los intereses, el gobierno se encargó con su decreto del 2005, prorrogando las licencias, de acercarse a todas las televisoras abiertas y tenerlas de algún modo bajo control, así que yo no advierto, por ese lado, mayores posibilidades que aparezca nada demasiado importante.
- Si los medios argentinos dijeran a quien apoyan ¿cree que se haría una mejor cobertura?
Sería bueno, porque al menos uno podría advertir que el medio asume la responsabilidad cívica de decir “a nosotros nos gustaría que Pérez o García fuera Presidente”, y que esto no implique una desvirtuación de la cobertura propiamente dicha. Creo que estamos lejos de eso, porque para eso tienen que existir valores que en la Argentina no son muy habituales: poca hipocresía, mayor frontalidad y mayor claridad.
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