En la recientemente finalizada 33º Feria Internacional del Libro de Bs. As., entre tantos libros, conferencias y actos culturales , insólitamente se filtró un acto político , demagógico y provocativo como lo fue la mesa redonda titulada AMIA, La otra verdad. De la misma participaron el piquetero, diputado provincial, atacante de comisarias, violador de propiedad privada, Luis D´elia y el diputado Mario Cafiero, ambos portavoces no oficiales del gobierno de Irán. El tercero en discordia, el padre Luis Farinello , desistió de participar. La mesa fue moderada por el clérigo musulmán, Moshen Alí, titular de la Casa del Islam en la Argentina, una institución religiosa y política apoyada por el gobierno de Irán. Moshen Alí es también un ardoroso defensor del Hizbollah.
Más allá de lo que es de público conocimiento, quisiera en estas líneas resaltar el clima que se vivió en el "acto cultural" organizado extraoficialmente por la embajada de Irán en Argentina.
Resulta más que curioso que el acto se haya realizado en la sala J. Hernandéz, la más grande de la Feria y bajo el paraguas cultural de la misma. Días antes del acto , Shaúl Hochberger, periodista de FM JAI, dialogaba con Martha Díaz ,directora del evento,que se vio en figurillas para explicar lo inexplicable:un acto político en un ámbito cultural. La funcionaria reiteraba hasta el cansancio el caracter "plural " del evento y se amparaba en la "libertad de expresión existente en el país ". Cabría preguntarle si también le hubiese otorgado permiso para hacer un acto a Cecilia Pando de Mercado, líder de una agrupación ultraderechista que defiende a los militares involucrados en la represión de la última dictadura militar.La lógica indica que no.
Durante algo más de una hora los panelistas, ante el estupor del público presente (70% judíos) exculparon a Irán del ataque para llegar al absurdo de culpar a la "derecha israelí que mató a Rabín" generando abucheos en especial de Familiares de Víctimas del atentado a la AMIA que estaban en la sala. D`Elia abundó en furcios, errores conceptuales, prejuicios, manipulación de la información y Cafiero repartió unas fotocopias con su teoría. Cabe destacar que en ningún momento pudieron abonar con pruebas su teoría conspirativa. D´elía se victimizó al tergiversar al presidente de la AMIA que en la semana habría dicho que "D`elia debía desaparecer de escena." Sin embargo lo más sustancial vendría a la hora de las preguntas. La gente acusó a los panelistas de defender a los negadores del Holocausto y Moshen Alí hizo gala de lo que más sabe hacer: mezclar todo ante el show mediático. "Yo los quiero escuchar gritar así cuando matan palestinos o cuando maldicen el Corán, cuando matan a mis hijos y hacen muros ", dijo airado el manipulador. Luego pidió el uso de la palabra Sergio Widder, director en Argentina del Centro Simón Wiesenthal que luego de lograr con esfuerzo que le alcanzaran el micrófono, explicó quienes eran cada uno de los panelistas ante el aplauso de la gente. De Moshen Alí dijo que en la televisión el pasado año manifestó que "los judíos necesitan su dosis diaria de sangre y carne humana". A Cafiero lo acusó de "creyente de los Protocolos de lo Sabios de Sión y de D`elia dijo que "pensó que luchaba por las clases sociales en la Argentina". También alcanzó a decir que la mesa redonda se basaba en la repetición de las calumnias del neo-nazi argentino ya fallecido, Norberto Ceresole. Ceresole escribió un libro sobre el atentado contra la AMIA donde acusa del mismo al Mossad y al sionismo internacional. Ceresole fue asesor del golpista carapintada y antisermita, Mohamed Alí Seineldín y amigo del venezolano Hugo Chavez. Ante el tenor de las palabras de Widder se le vinieron encima seis ursos, algunos con la tradicional khefiye. Le quitaron el micrófono y lo intimidaron ante la pasividad de los organizadores. En la parte trasera del salón había otros cuatro corpulentos personajes similares a los que alguién identificó como patovicas y guardaespaldas de
D`elia. Ante el escándalo en ciernes, el presidente de la Fundación El Libro pidió desocupar la sala para ser usada en otro evento. "Estuvo todo preparado",dijo un joven asistente a Comunidades. "No se dejó preguntar y los oradores no aportaron nada en concreto. Yo sentí temor. Parecía el antisemitismo de otras épocas",dijo. Finalizado el acto se pudo notar que los stand de AMIA y embajada de Israel tenían cuatro policías de custodia cada uno ya que circuló el rumor que había gente de la agrupación patoteril Quebracho. con posterioridad al acto un grupo de Familiares pidieron a D´elia que presente pruebas de su teoría ante la justicia. A la fecha no había sido citado de oficio aunque probablemente D`élia y sus socios iraníes y extremistas ya esten preparando un nuevo show.
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