“IRAN ESQUIVA LAS INVESTIGACIONES EN ARGENTINA”
En exclusiva para Comunidades, uno de los más importantes jefes policiales del país, devela las “picardías “diplomáticas de Irán para eludir la entrega de 12 de sus sospechados diplomáticos y repasa las fuentes del financiamiento terrorista en la Triple Frontera.
Especial para Comunidades
Para la justicia argentina no hubo conexión local en el atentado a la AMIA ¿Tampoco hay culpables a nivel internacional?
Sí hay una causa que está investigando la llamada “conexión internacional”, que la lleva el Juzgado Federal del doctor Canicoba Corral. Por lo tanto, hay una investigación, y dentro de esa investigación, es que tenemos un problema generado, en lo que a mí concierne, desde mi posición de funcionario de la Policía Federal y personal, por la Secretaría General de INTERPOL. Creo que es bueno aclarar que, por el decreto 684, es la Policía Federal Argentina, la representante del Estado Argentino en INTERPOL. Pero la Secretaría General ha tomado una medida, a través de su Oficina de Asuntos Legales que, para mí, es arbitraria. La decisión de este organismo fue la de suspender las doce difusiones de “índice rojo” o “circulares rojas”, que son órdenes de detención internacional libradas por la justicia argentina sobre doce ciudadanos de nacionalidad iraní, que están afectados a dicha causa.
En febrero del 2004, la oficina de INTERPOL Teherán (capital iraní), eleva una nota a la Secretaría General, diciendo que se debían dejar sin efecto las capturas. Los fundamentos eran bastante incongruentes e ilógicos. Por ejemplo, ellos decían que estaba violándose la Convención Interamericana de Derechos Humanos y la Declaración Mundial de Derechos del Hombre y que iba en contra del artículo tercero del Estatuto Constitutivo de INTERPOL, que es donde habla de los límites del accionar de la organización. Estos límites son muy precisos: uno no puede llevar a cabo una persecución penal de prófugos de la justicia, cuando el delito que se le está atribuyendo, tenga carácteres de índole político, religioso, racial o militar. También, en ese mismo documento, Irán fundamentaba los cuestionamientos que se hacían al desempeño del doctor Galeano. Y, como último fundamento, esgrimían el fallo de la justicia británica, en relación a Soleiman Poor.
Cuando me llega a mí la versión de este documento iraní, para febrero del 2004, contesto y se lo comunico al juzgado interventor, o sea, al doctor Canicoba Corral y a la Cancillería Argentina.
Entonces, contesto punto por punto a la Secretaría General, que los argumentos que estaba esgrimiendo la OCN (Oficina Central Nacional de INTERPOL en cada país miembro) Teherán, carecían de todo fundamento.
En el documento que yo envío a la Secretaría General y a Teherán, le rebato los fundamentos, empezando por el artículo tercero, que para mí no podía ser mencionado, puesto que acá las personas estaban siendo buscadas por un delito de Derecho Común, como es el tema de homicidios reiterados, lesiones graves, daños y asociación ilícita. Acá no hay ningún tipo de connotación política. Tampoco hay ningún tipo de connotación por su origen racial o religioso. Y con respecto a la Declaración Universal de Derechos del Hombre o a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, les hacía saber que, de acuerdo a la CN (Constitución Nacional), ese tipo de declaraciones tiene un rango constitucional. Por lo tanto, todo orden judicial respeta la CN y, por ende, no había ninguna violación ni estaba en contra de ambas declaraciones.
¿Se le teme a Irán? si no fuera un país tan poderoso, ¿sería mas fácil llevar a los sospechosos a la justicia?
Yo creo que Irán presiona mucho. A nivel de enviar funcionarios iraníes a “calentar la pava” para que se llegara al 3-10 del año pasado y la Secretaría General decidiera, en primera instancia, la suspensión preventiva de las “circulares rojas”. Cuando esto sucede, yo estaba en Cancún, porque el 5-10 se iniciaba la Asamblea General. Entonces me informan que suspendían hasta el 29-10 los pedidos de captura.Me tomó por sorpresa. Obviamente, no estaba entre los items ni entre lo programado en la Asamblea General. Entonces, lo primero que hice al llegar a Buenos Aires fue pedir una entrevista con el doctor Canicoba Corral. Ahí, decidimos enviarle, con fecha 12 de octubre, un primer oficio, muy escueto, donde él ratificaba la captura de los doce ciudadanos iraníes y enumeraba a los mismos. No obstante ello, la Secretaría General dijo que se iba a mantener hasta el 29 de octubre, en función de la resolución que recayera sobre el Tribunal Oral Número III, que juzgaba lo que nosotros denominamos: “conexión local”.
El 28-10, antes de que salga el veredicto, el doctor Canicoba Corral me llama y me entrega un oficio mucho más amplio, donde ratifica los pedidos de captura internacional de los iraníes y lo comunico a la Secretaría General. Ellos me contestan el 3-11 que los elementos que se habían aportado en ambos oficios eran de suma utilidad y que, seguramente, iban a ayudar a tomar una resolución, pero que mientras tanto ampliaban la suspensión de las “circulares rojas”. Así llegamos a diciembre del 2004, cuando llega el informe de la Secretaría General, donde afirman que la suspensión quedaba efectiva, a tanto se llegara a una resolución. Se tenía que tomar como una cancelación provisoria de las capturas internacionales. Entonces, mando una nueva nota donde pido que no podía mantenerse una cancelación provisoria e insistía en el levantamiento de la suspensión.
En febrero de este año, me comunican que iban a visitar la Argentina, funcionarios iraníes que iban a tener reuniones con gente dentro del ámbito del Poder Ejecutivo, en la Chancillería y, además, querían tener una entrevista con Canicoba Corral y con el fiscal Alberto Nisman. Entonces, fui a ver a ellos dos y ambos me dijeron que no los iban a recibir. Yo mientras tanto preparé un informe, cuyas copias derivé a Nisman, a Canicoba Corral y al doctor Garber (asesor del canciller Bielsa) y, obviamente al jefe de la Policía Federal. Después viajo a Lyon para el encuentro de las OCN, en donde leo el informe, en el cual fui bastante duro, alegando que la OCN Buenos Aires no tiene ni un problema ni una disputa con la OCN Teherán.También agregué, que ellos habían incurrido en un montón de infracciones al propio reglamento de INTERPOL.
¿Existen pruebas para que, al menos, estas personas sean sospechosas de haber participado en este atentado, pero no se puede llevarlos a la justicia ¿Cree que alguna vez sí se podrá?
Yo la pruebas no las conozco, porque el juez no tiene por qué comunicarnos las pruebas ni a mí ni a INTERPOL.
Si hubiera sido al revés, o sea, si la justicia iraní hubiera pedido la captura internacional de ciudadanos argentinos, seguramente no hubieran habido tantas trabas, seguramente estarían en poder de la justicia iraní, inmediatamente después de presentar las “circulares rojas” ¿Es así?
Sí, y te lo digo con bronca, porque lo que vos decís es cierto y, con satisfacción porque hace tres años que esta OCN Buenos Aires es la número uno en detención de prófugos de la justicia. Entonces, seguramente, si el caso hubiera sido inverso, nosotros hubiéramos sido tan legales o tan buenos, de hacer lo que corresponde y detener al argentino o al extranjero que estuviera acá y decirle a estos señores “acá está, a disposición de ustedes, porque hay una orden de un juez iraní que los pidió”. Sin embargo, esta gente, jamás tuvo el respeto de contestarle a la justicia argentina.
Seguramente, como usted dijo, puede haber alguna presión de Irán para que no se puedan llevar a cabo estos pedidos de captura internacional, pero ¿hay alguna presión interna también?
No. Por el lado del Ministerio del Interior, me brindan todo el apoyo. Por el lado de la Cancillería, para darte un ejemplo, antes de yo decir mi discurso en Lyon, me llamó el doctor Garber para contarme que contaba con todo el apoyo de la Cancillería Argentina y que, si era necesario, que viajara un funcionario desde París, no tenía más que decirlo.
En lo que hace a autoridades nacionales, nadie me dijo “no contestés” o “pará la mano”.
¿Qué sucede en la Triple Frontera? ¿Los terroristas que atentaron contra la AMIA, entraron por allí?
Sin referirme puntualmente a la AMIA, pero con respecto al panorama general de terrorismo islámico en la Triple Frontera, hay una realidad que es innegable. Tenemos dos puntos que son importantes: Ciudad del Este y Foz de Iguazú.
En su momento, en Ciudad del Este, no sólo había actividad comercial, no sólo había actividad logística para células dormidas, sino que había también residencia de miembros, no sólo del Hizbollah, en la gran comunidad árabe de Ciudad del Este. Pese a que, por ejemplo, la Mesquita Mohamad en Foz de Iguazú, era el punto fundamental logístico en cuanto a la parte financiera.
Hoy en día, los árabes que están más involucrados, con todo tipo de organización, no sólo el Hisbollah, en la zona de la Triple Frontera, que antes residían en Ciudad del Este, hoy están residiendo en el lado brasileño. Pero mantienen la actividad comercial en la ciudad paraguaya. Por lo tanto, ese individuo sale todas las mañanas de territorio brasileño, cruza a Paraguay, funciona su actividad económica allí y, al final de la jornada, vuelve a Brasil.
O sea que los terroristas pasan de un país a otro sin ningún problema, sin pasar por ningún tipo de control y realizan trabajos, seguramente no muy limpios, para recaudar dinero...
Sí. Lo que están haciendo es que, bajo la fachada de algún tipo de negocio, en realidad, más allá de ser lugar de reunión y fuente de reunión de información, también es una forma de blanquear dinero que financian las organizaciones terroristas y, también de obtener dinero.
¿De quién proviene principalmente el apoyo económico?
La Mezquita Mohamad, pero hay “organizaciones de fomento” árabes, que están en la zona de Brasil y Paraguay, que más allá de la actividad de fomento, tienen otra que es la de recolectar fondos para mantener a las organizaciones o mandar a las “víctimas” en el Líbano por ejemplo.
Otra de las formas de recaudar dinero es a través de los Software piratas. Éstos llegan desde países asiáticos como China, Hong Kong y Tailandia hasta Iquique, Chile. Allí se trasladan conteiners a través de una empresa, la cual se comprobó que las oficinas pertenecen a Barakat, y tienen como destino a Ciudad del Este. Allí se comercializa. Y no sólo en la Triple Frontera, sino que además, exportan. Con este dinero se retroalimentan la organización mafiosa que hace la operación desde extremo Oriente y las organizaciones fundamentalistas de la zona.
¿Cómo puede ser que un terrorista pueda pasar de un país a otro sin ningún problema? Siendo así ¿Pueden pasar a Argentina libremente también?
Mirá, el movimiento que hay de Iguazú Argentina a Ciudad del Este, en un día de mucho movimiento, es de aproximadamente cuatrocientas mil personas. La cantidad de gente que cruza de Brasil a Paraguay, en un día normal, es de un millón de personas.
Entonces existe la posibilidad, tranquilamente, de un tercer atentado...
Yo creo que la seguridad 100% no existe. Ni siquiera lo vimos en EE.UU. Yo creo que la posibilidad siempre existe. Ningún país hoy está exento de un atentado. Lamentablemente, en el terrorismo islámico, la inmolación es parte y hasta necesaria para llevar a cabo el acto. Contra eso es muy difícil luchar.
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