Especial para Comunidades
La fiesta de la Libertad pronto se aproxima. Nuevamente nos preparamos para retroceder en el tiempo y conmemorar como año tras año, la salida a la libertad luego de la esclavitud a la que los egipcios nos habían sometido por espacio de 210 años, hecho que marcó un punto de inflexión en la historia judía, sembrando la semilla de la libertad.
Hoy, próximos a celebrar un nuevo Pesaj, el Siglo XXI nos encuentra reflexionando sobre esos mismos valores.¿Qué representa hoy día la libertad para nosotros? ¿Y la esclavitud? ¿Acaso la libertad es un valor en extinción? ¿O podemos hablar de faraones que dominan nuestra existencia y destino?
Comunidades quiso ahondar en este tema. Para ello, convocó a diversas voces intelectuales del judaísmo argentino, quienes – en el marco de los avatares de la vida actual- reflexionaron sobre el valor y el significado de la libertad y la esclavitud y sus consecuencias en la sociedad.
Esclavos en el Siglo XXI
Para Jaia Barylko, psicopedagoga, educadora, “en la actualidad es más fácil de palpar la esclavitud". Pese a que la mayoría de los países hoy día políticamente ya no estén esclavizados, Barilko aclara que "liberarse políticamente no significa que seamos aún libres, no significa que no existan los faraones de turno". Sin ir más lejos, traerá a la memoria décadas anteriores cuando la mayoría del mundo estaba sometido por regímenes totalitarios. "La gente se va esclavizando a las ideologías, sobre todo en un mundo donde más que modelos tenemos ídolos, los cuales -a diferencia de los modelos que buscan educar- producen enceguecimiento".
Hoy día - aclara Barylko- si bien ya no existen los faraones a nivel político, están aquellos otros que van determinando la vida de la sociedad. "Ante todo hay una esclavitud económica- afirma-. ¿De qué libertad se habla si la mayoría del mundo tiene problemas de trabajo, aceptando muchas veces un puesto laboral con un sueldo que representa la quinta parte de lo que correspondería, sólo por necesidad de comer. Esa es la primer esclavitud"- sentencia Barylko.
Precisamente, para el Rabino Felipe Yafe, de Bet Hilel, la situación imperante en Argentina en los últimos años ha provocado que el ramillete de símbolos que aparecen en la Hagadá y en la tradición de Pesaj no necesiten ser tan alegóricos ya que "son un testimonio viviente de todos aquellos Egiptos de los que tenemos que salir".
Así por ejemplo, el Rabino cita uno de los primeros textos que aparecen en la apertura de la Hagadá, y que dice: "este es el pan de la aflicción que comieron nuestros padres en tierra de Egipto; todo el que necesite que venga y pascue". "Sin embargo, mucha gente en nuestro país ni siquiera puede comer un pan de pobreza"- aclara Yafe, para luego hacer hincapié en otro de los puntos de la Hagadá que refiere al sostenimiento de la tradición judía: " Para poder recordar quién sos y de dónde venís educa a tus hijos" . No obstante, Yafe afirma que hoy día "hay padres que no tienen nada que decirles a sus hijos porque están tan preocupados por la desnutrición o porque no tienen trabajo hace muchos años que perdieron su propia identidad y no pueden ocuparse de ellos". Pero no sólo de estos "Egiptos imperiales" no se ha salido según Yafe.
Desde el plano comunitario, el Rabino recalca "el debilitamiento de la identidad, el desvanecimiento de principios éticos y morales que alguna vez lideraron nuestra comunidad", como así también una falta de toma de conciencia de que "somos una generación privilegiada que presenciamos y vivimos la obtención de la Tierra Prometida y el Sionismo, a diferencia de la generación de nuestros abuelos que festejaban la fiesta de la libertad sin estar en libertad absoluta. Nosotros, en cambio, parecería que nos acostumbramos tanto a ello que lo damos por obvio, como si desconociéramos el objeto de nuestra libertad que es el tener nuestra Tierra Prometida. Eso es un elemento que también debemos rever"- alega.
Para la educadora Profesora Jaia Faifman , otro de los “Egiptos” de los cuales los judíos debemos salir hoy día, está representado por la figura del Primer Ministro de Israel Ariel Sharón -“El Gran Faraón”, según Faifman- y su política controvertida de desalojo de las tierras en conflicto en Israel, dando de este modo un vuelco a su tradicional postura de conservación de esos territorios, provocando así, una ruptura con los ideales sionistas. En este contexto, Faifman afirma que “el mundo ha llegado a una dura encrucijada y sólo si cada uno de nosotros alcanza el temple y entereza de un Moisés, hará bisagra entre los logros económicos, tecnológicos y científicos del siglo XX y los ideales y el bienestar que el siglo XXI se merece".
¿ De qué hablamos cuando hablamos de libertad?
Ahora bien, quizás es pertinente el poder profundizar sobre el significado del concepto de libertad para el judaísmo. El Rabino Rafael Freue, del Templo Sefaradí Or Torá, menciona en su libro " La Luz en la Vida", el art. 6º de la Mishná que sostiene que "libre se considera sólo al que se ocupa de la Torá". De ello se desprende – para el Rabino- que " la libertad espiritual a la que nos referimos se expresa recibiendo el yugo Divino, esclavizando nuestras ambiciones y deseos a Su voluntad”. Y es que - exclamará Freue- “ ciertamente muchas naciones alcanzaron la libertad física de los opresores que las sometían, pero desde el punto de vista espiritual la esclavitud gobierna el mundo, - la cual- a diferencia de la esclavitud física que se aprecia claramente, está cubierta finamente y a veces resulta difícil apreciarla"- sostiene.
Sin embargo, la escritora y filósofa Diana Sperling, disiente con el concepto de libertad pregonado por el rabino ya que descree de la distinción impuesta entre liberación física y espiritual. Para la pensadora, este dualismo es una visión cristiana que se está dando en el lenguaje religioso judío que no corresponde con las fuentes bíblicas . “La liberación consiste en que cada uno pueda utilizar su criterio, su razón, para poder acceder a los textos y no tener que estar sujeto a la autoridad que dictamina si esa versión es la correcta o no. En el campo religioso es una de las maneras en que esto se verifica –afirma Sperling.
El Gran Poder
"No existe un poder que radicaría totalmente en alguien y que ese alguien ejercería él solo y de forma absoluta sobre los demás El poder ya no se identifica sustancialmente con un individuo que lo ejercería o lo poseería en virtud de su nacimiento; es una máquina en la que todo el mundo está aprisionado, tanto los que ejercen el poder como aquellos sobre los que el poder se ejerce. El poder se convierte en una maquinaria de la que nadie es titular”.
Con estas palabras, se expresaba Michel Foucault el siglo pasado, con su obra “Vigilar y Castigar”, para hacer referencia a la maquinaria invisible de poder que controla y somete a la sociedad. Pero hoy día, ¿quiénes son los faraones que controlan nuestras vidas? ¿Cuál es la máquina de poder que nos esclaviza hoy día como sociedad? "El afán de poder no sólo es exclusivo de la clase política o de algún momento de la historia, sino que también pasa en la casa de la gente, en el trabajo, en las aulas, en la vida cotidiana”- afirma el Rabino Daniel Oppenhaimer.
Para Jaia Barilko, estamos sometidos al poder, a la moda, a los medios de comunicación ya que “ no se hacen actos en busca de contenidos, sino más bien se vive en un mundo de palabra, con noticias enlatadas. El mundo “es” a través de los medios y por eso lo que se busca es el “poder” figurar. Somos esclavos del éxito a nivel personal y comunitario. ¿Pero qué es el éxito? – pregunta Barylko- Tener poder, “poder “ser ´alguien´”.
Y ser “alguien” en la sociedad, para la filósofa Diana Sperling, guarda relación con los propios faraones internos que tiene el ser humano, traducidos en mandatos sociales que determinan qué hay que ser y hacer. “Se es sujeto en la sociedad moderna de acuerdo a lo que se produce, si se puede acceder a determinados bienes, lugares, a una tarjeta de crédito, a un determinado status. El sujeto ya no está representado por el ciudadano, sino por el consumidor”. Así las cosas, para la filósofa, la exclusión en la sociedad por motivos económicos es una de las peores formas de dominación vigentes".
¿ Qué podemos hacer al respecto? Si como sostiene la filósofa Sperling, “estamos permanentemente como sujetos individuales o como pueblo saliendo de distintos ¨ Egiptos”, ¿Cómo aproximarnos a la libertad? “La libertad implica pensar, parar la vorágine y atravesar el desierto. En ese sentido es revolucionaria. Debe romper ligaduras y a al vez construir otras nuevas. Pero a veces hay gente que prefiere la esclavitud asegurada y no los riesgos de la libertad”- reflexiona Sperling.
Por ello, para Jaia Faifman, “la redención de Egipto debe servir de base a todas las redenciones futuras. El hombre debe aceptar la proposición y el desafío de ser el gestor responsable de un mundo que pueda ofrecer oportunidades justas para un desarrollo armónico”.
Y el Séder de Pesaj representa un momento propicio para reflexionar sobre ello. Para el Rabino Felipe Yafe, en la actualidad, la pobreza, la falta de educación, la desocupación, el desentendimiento por la cultura judía y la pérdida de valores, genera que la estructura familiar se debilite y se quiebre. Por el contrario, el retorno a la fuente judía, al restablecimiento de los lazos afectivos en torno a la mesa del Séder , puede ser el puntapié inicial para solidificar las bases de una sociedad más justa y libre, como bien lo plantea la celebración de Pesaj”
Y levantamos las copas, expresando “Lejaim”. Eso significa que deseamos Vida. La Vida es creer, creer que hay posibilidades, que hay futuro, que hay oportunidad de libertad...“Lejaim por siempre”.
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