Comunidades


Periódico Judío Independiente
Escenarios de Crisis en Medio Oriente
Por Alejandro Wenger
Especial para Comunidades


Introducción.


En Israel, hay quienes piensan que la actual ausencia (relativa) de atentados terroristas es solo pasajera. Para ellos, a pesar del cambio de gobierno en el seno de la Autoridad Nacional Palestina, y de las iniciativas políticas encaradas por el Primer Ministro Ariel Sharon, la infraestructura terrorista -creada silenciosamente por Yasser Arafat durante los años de oro del Proceso de Oslo- no ha sido destruida, sino sólo acallada.

Eventualmente, una escalada terrorista -que prevén para la segunda mitad del año en curso- podría verse repentinamente magnificada por cuatro hechos políticos concurrentes que, para colmo, podrían ocurrir más o menos a la vez: la retirada israelí de los asentamientos en Gaza, la toma de control del parlamento palestino por parte de factores extremistas, un agravamiento crítico de la situación en el Líbano, y un ataque militar norteamericano contra Irán.


El "Plan de Desconexión"


El repliegue israelí de Gaza obedece a consideraciones tanto militares como políticas. Entre las primeras, pueden citarse dos. Primero: la localización geográfica de los asentamientos, desperdigados a lo largo de la Franja de Gaza, complica sobremanera las posibilidades de protegerlos: hacen falta tropas para custodiar los poblados en sí, las vías de comunicación, y las instalaciones necesarias para garantizar la subsistencia de sus habitantes, todos ellos objetivos estáticos muy fáciles de atacar pero no de defender. Segundo: la ausencia de población israelí habilitaría al Tzahal a desatar, de ser necesario, "represalias generalizadas" sobre los palestinos de Gaza, sin temor a acciones punitivas de estos últimos, y sin sufrir eventuales "efectos colaterales" de ciertas armas que pudieran llegar a emplear. Por otra parte, los asentamientos en Gaza carecen de la importancia de aquéllos ubicados en Cisjordania, que permiten cubrir el estratégico Valle del Jordán.

Desde el punto de vista político, la retirada demuestra la "buena voluntad" israelí de materializar un acuerdo con los palestinos, además de fortalecer la posición interna del interlocutor palestino, Abu Mazen, y del aliado norteamericano, el presidente Bush. De hecho, la iniciativa de Sharon ha hecho llegar inversiones extranjeras en activos fijos, además de haber tenido un impacto general positivo en la alicaída economía de Israel, en tanto que ha dado lugar a una serie de contactos con varios estados árabes -algunos de ellos impensables hace algún tiempo-. Además, la Franja de Gaza no tiene un peso histórico ni religioso tan importante para el pueblo judío (aunque está documentada la presencia judía desde tiempos bíblicos), y los colonos allí instalados no son tan numerosos como en los de Judea y Samaria, así que no provocaría grandes problemas internos. O al menos, eso parecía creer Sharon.

Pero la oposición interna al Plan de Desconexión crece día a día. Desde el momento en que la iniciativa fue derrotada en el plebiscito interno del Likud, los opositores han venido sumando adherentes, y aunque la Knésset la aprobó, el rechazo se está extendiendo como una mancha de aceite entre los israelíes, al punto tal que el gobierno se ha visto obligado a tomar medidas de excepción para impedir que los asentamientos reciban "apoyo" desde el exterior. Ya hay "objetores de conciencia", oficiales retirados del ejército que desafían a las autoridades, piquetes en los cruces de rutas, y actos de resistencia pacífica y desobediencia civil previstos para el momento en que se inicie la evacuación de los colonos. En comparación, los grupos de izquierda favorables a la retirada, no logran aglutinar a nadie. El 20 de marzo último, por ejemplo, convocaron a un pálido acto en Tel Aviv al que concurrieron escasas personas.

A pesar de todo, el Primer Ministro Ariel Sharon cuenta con un apoyo popular sin precedentes en Israel: entre el 70 y el 80 por ciento, según diversas encuestas. Ello no impide que exista dentro de su propio partido una fuerte oposición al plan, encabezada por Binyamin Netanyahu, ex Primer Ministro y actual Ministro de Finanzas; otras prominentes figuras del Likud, tales como Silvan Shalom y Uzi Landau, también se oponen a Sharon. Estas divisiones podrían llegar a fracturar al Likud, aunque en su fragmentación arrastraría a su principal y tradicional oponente, el partido Avodá, que continuaría así el proceso de descomposición de la izquierda israelí, iniciado tras el colapso de Oslo, a principios de esta década.

Los argumentos de los opositores al plan son diversos. Algunos de ellos son sencillamente sentimentales: hay pobladores judíos que viven en Gaza desde más de 35 años; muchos han nacido y crecido allí, y les duele verse desterrados de su hogar, en mérito a abstractas razones políticas. Otros sostienen que el "transfer" (eufemismo alusivo a la expulsión de los palestinos denunciado por los partidos de izquierda en los años '80), terminó por aplicárseles a ellos. Hay dudas: ¿la "desconexión" se limita a Gaza, o va extenderse a todos los asentamientos judíos? ¿También va a haber una "desconexión" de Jerusalem? Y por último, hay un peligro inmediato: la "Ruta de Philadelphi".

En efecto: la Ruta de Philadelphi es la que separa Gaza de Egipto. A través de ella se contrabandean armas y explosivos para las bandas terroristas. Sólo el patrullaje de los efectivos israelíes ha permitido reducir dicho contrabando, efectuado mayormente a través de túneles que pasan por debajo de la ruta, y que tienen uno de sus extremos del lado egipcio, y el otro asomando por debajo de alguna casa árabe. De no existir las patrullas, el contrabando se efectuaría libremente a través de la frontera. Con estas facilidades, los terroristas podrían conseguir medios para amenazar no sólo a los asentamientos de Gaza, sino también a las poblaciones del interior de Israel.

Aún no se sabe de qué lado está la razón...

Abril de 2005
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

Comunidades
Periódico Judío Independiente

www.comunidades.delacole.com
E-mail: periodicocomunidades@gmail.com

Editores y Directores
Dr. Alberto J. Rotenberg - Prof. Natalio Steiner

Domicilio Postal
Casilla de correo Nro. 49 - (1872) Sarandí - Prov. de Bs. As

Teléfonos
4864-8738 (por la tarde)

Representantes en el Interior
Villa Angela (Chaco): Jacobo Garber - Moisés Ville (Santa Fe): Pedro Balhorn. Tel.: (03409) 42-0189.
Rosario: Saúl Bloj. Tel.: (0341) 433-1254. - Concordia: Batia Enguelberg. Tel.: (0345) 421-9822

Difundimos gratuitamente todas las actividades comunitarias.
Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los artículos de este periódico sin mencionar su origen.
La notas firmadas no representan necesariamente el modo de pensar de los Directores.

Registro Propiedad Intelectual
Nro. 206.708