Una tercera mezquita se construye en la zona del Monte del Templo, por encima de restos arqueológicos judíos, ante la inexplicable indiferencia del gobierno israelí.
Las excavaciones arqueológicas que desarrolla el Wakf(autoridad) musulmana de la zona sagrada del Monte del Templo, borrando ex profeso presencia judía, son de conocimiento de los sucesivos gobiernos israelíes por lo menos desde hace 5 años. Desde entonces han sucedido dos cosas:algunos factores políticos que miraron para otro lado al comienzo del episodio ahora se lamentan; segundo, se vuelven a repetir los mismos errores.
En la zona oriental del Monte del Templo (llamada por los musulmanes Explanada de las Mezquitas) se encuentra, como consecuencia de las excavaciones ilegales para la erección de una mezquita, una gigantesca montaña de tierra y escombros en la que se encuentran restos arqueológicos destruidos sin contemplaciones por las excavadoras.
"Es de no creer lo que sucede aquí",dice Israel Caspi, activista del comité para el cuidado del Monte del Templo.
"El entonces premier israelí, Ehud Barak, quebró las conversaciones de paz por el tema del monte del Templo. Otro premier denominó al lugar "perla de nuestra existencia" y el gobierno actual permite la destrucción en forma gradual".,dice.
La autoridad islámica palestina, con la construcción de la mezquita, reivindica sus aspiraciones sobre Jerusalem. Es que la mezquita se construye en forma deliberada sobre los restos del bíblico establo de Salomón(construídos por este rey hebreo hace 2.950 años casi 1500 años antes de la aparición del Islam), No se trata sólo de la destrucción de valiosos restos que acreditan la milenaria presencia judía sino las dificultades para el Israel de hoy en la reivindicación de los derechos históricos sobre la ciudad.
Son miembros de este comité de protección no miembros de la ultraderecha israelí sino universitarios como el prof. Abi Ravitzky, un sionista religioso de izquierda.También escritores progresistas como Amos Oz, A.B. Yeoshua, Izhar Smilansky, Teddy Kollek( ex intendente de Jerusalem) y Meir Shamgar, ex juez de la Corte Suprema de Israel. La comsión cuenta con el apoyo de 82 de los 120 parlamentarios de Israel.
Resulta extraño como el Dpto. de Arqueología de Israel no ha tenido una intención activa en proteger los lugares.Un miembro del comité da una explicación muy dura:"Así como hay arqueólogos que niegan el valor de la Biblia hay otros que opinan que los restos en la zona del monte del Templo no tienen valor",dice Caspi.
Cuando el Wakf dice que en la zona no hay restos judíos se pueden entender la intencionalidad de ellos para negar toda conexión judía con los restos. Los restos de la zona dependen más del gobierno y sus decisiones políticas que del valor para el Dpto. de Arqueología. El prof. Roni Raij, director de la cátedra de Arqueología de la Universidad de Haifa, opina sobre lo que se pierde. "No todo lo que se encuentra entre los escombros tiene el mismo valor. Un jarrón brillante o cinco monedas relucientes pueden ser menos importantes que un pedazo de moneda desconocida que aporta información a los arqueólogos.El monte del Templo es un sitio arqueológico poco conocido. Allí toda arcilla tiene mucho valor. Las autoridades palestinas destruyen y tapan porque tienen miedo a algunos descubrimientos que reconfirmen la presencia judía en la zona del templo".,dice.
"Es un grave delito arqueológico",dice el prof. Ehud Netzer, arqueólogo de la Univ. Hebrea de Jerusalem."Ese material contiene descubrimientos de gran importancia. Cuando la tierra se vuelca a otro lugar, todo se pierde. Los constructores volcarán más tierra sobre ella y si había algo, quedará sepultado".
El rabino Israel Ariel, director del Instituto del Templo, le duele el silencio de los rabinos con todo lo vinculado al lugar del Templo."Es un escándalo. Tanto la actitud de los palestinos como la de los rabinos es escandalosa. En especial no se comprende porque estos últimos se desentienden de la santidad del lugar. Si alguién tocara una piedra en Mea Shearim lo llamarían profanación de los sagrado pero construir sobre el lugar más sagrado del judaísmo es una grave omisión.También el sionismo religioso tiene responsabilidad. Enarbolar banderas de Israel en el Día de Jerusalem no es suficiente",finaliza.
Fuente: Makor Rishón,Israel
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