Hasta hace un tiempo eran muy pocos los intelectuales, periodistas y políticos que sostenían que la invasión a Irak era parte de una conspiración judeo-sionista. Ya no lo es.Los márgenes se engrosan.Hubo un artículo aparecido en medios norteamericanos escrito por el senador Ernest Holings que sostenía que la política del presidente Bush, desde su consagración y antes del ataque a las Torres Gemelas, era defender Israel a través de la invasión a Irak.Y todo aparentemente para conseguir el bendito voto judío.Los que manejarían este plan serían los neoconservadores, los neobushistas Richard Perle, Paul Wolfowicz y el periodista Charles Krauthaumer. El artículo no es antisemita pero insinua sobre las "pruebas" de la conexión judía. Esto mismo ya era insinuado por los antisemitas Pat Buchanan, por la extrema derecha y por el líder negro Louis Farrahn.Ambos dijeron que la guerra en Irak era "una guerra judía".Argumentaciones similares fueron últimamente expresadas por el general Anthony Zini que hace tiempo visitó Israel como representante de Bush. Holings y aún Zini,a diferencia de los anteriores, son considerados como hombres serios y honorables.
Vale la pena confrontar esta argumentación antiisraelí con los hechos.Es cierto que entre los neoconservadores de Washington hay una proporción alta de judíos pero ellos son republicanos. Un visitante de Jupiter diria al verlos que la mayoría de los judíos apoyaría a Bush. Sólo que la realidad es bastante distinta. Los judíos de los EE.UU. tradicionalmente apoyan a los democratas y una encuesta actualizada estableció que en el último ejercicio electoral la mayoría de ellos continuarón apoyando al candidato democrata por lo que la teoría de Holings, que Bush intentó ganar el apoyo judío, carece de sustento. Bush no iría tan lejos con tan alto riesgo sólo para conseguir tan poco.Pero los hechos nunca han sido el fuerte de los judeofobos.
La visión de Zini, que no tiene nada de antisemita, es más desafiante.Zini dice que los neo-conservadores llevaron al gobierno de Bush a creer que el camino a Jerusalem pasa por Bagdad.Es decir que para resolver los problemas del Medio Oriente habia que sacar a Saddam y estabilizar Irak. Zini dice que esto es al revés. El camino a Bagdad pasa por Jerusalem. Es decir si sólo pudiera Bush resolver el problema israelo-palestino muchos problemas se resolverían en Irak y como resultado cedería la violencia antinorteamericana en la región. Es una teoría muy apreciada en Europa. Israel, según esta visión europea, es la fuente de la tensión y la hostilidad árabe hacia Occidente y del odio islámico a EE.UU.Resulta así que el violado es violador.Un sainete argentino.
Nuevamente hay que ver los hechos por encima de la teoría. Decenas de extranjeros, entre ellos árabes, fueron asesinados hace cuatro meses en Arabia Saudita.Los asesinos eran de Al Queida.¿Qué tuvo que ver Israel en eso?¿Bin Laden trabaja para Israel?.De hecho el extremismo islámico elimina con sus acciones más musulmanes que judíos. Arabia Saudita ha exportado al mundo la ideología extremista whahabita y con su apoyo se financian extremistas islámicos. Los saudíes comen ahora del guiso que cocinaron.Los que financiaron y justificaron los atentados de la Jihad Islámica y del Hamas reciben algo de la violencia y el odio que ayudaron a esparcir. Lo mismo es válido para Irak.Decenas de personas mueren todos los días por autosbomba. Víctimas y victimarios son musulmanes en gran parte.¿Qué tiene que ver con esto Israel?¿No hubo acciones terroristas en Marruecos, Tanzania, Arabia, EE.UU., Kenia mientras todavía florecía la esperanza de un acuerdo con los palestinos? El terrorismo ataca porque NO quiere la paz no porque NO hay paz.¿Acaso Saddam no eliminó en promedio a decenas de miles de personas por mes?¿Al Queida no utilizó la excusa de Israel para provocar ataques?. Ahora también EE.UU. compra esta mercadería.
La tragedia es que ningún hecho ayudará a remover estas ideas. Los conceptos de Holings y Zini ya recibieron la bendición de personas no sospechadas de antisemitismo como prestigiosos periodistas del New York Times.
El liderazgo judeo-americano comienza a olfatear el problema.Los judíos de EE.UU. podrían rápidamente ser acusados de los problemas de EE.UU..Israel debería disminuir el foco de incendio con una política explicativa de sus acciones antiterroristas.Lo debe hacer antes que nada porque es bueno para Israel. No debemos olvidar que hasta antes de la Intifada 2000 el antisemitismo descendía en el mundo.En EE.UU. se palpan tiempos de cambio.Los neoconservadores pierden apoyo.Sharón en Israel ya lo percibe y por eso presiona con la desconexión unilateral en la Franja de Gaza.No es que esto lleve al antisemita a dejar de serlo pero si Israel hace lo que es bueno para Israel esto por lo menos devolverá al antisemitismo al lugar marginal de los años 90. Cualquier otra opción sería inimaginable.
Natalio Steiner
co-director de Comunidades
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