“La vida no es una carrera, sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso. El ayer es historia, el mañana: misterio y el hoy: un regalo”
Biran Dyson
Estábamos en un bar, mamá conversaba con Sarita y vos te miraste diciéndome: “ Mis manos están resecas, el médico me dijo que me pase crema tres veces por día y yo hago lo que puedo. Cuando me acuerdo... me pasó. Hoy me siento mejor. Ya no me duele la espalda pero me apareció otro dolor en la rodilla. A los 79 años, el cuerpo te responde así. Te desaparece una molestia aquí y te aparece otra acá. Es la edad”...
Papá me habla de su cuerpo , de esta cáscara del alma que lo ha cobijado 79 años, como la de tus padres... que comparten con vos, el paso del tiempo, los achaques, la desesperanza de saber que hoy les toca a ellos sentir su descascaramiento. La cascada de tristeza , también nos rocía y a la vez, el enorme privilegio de sentirlos cerca, nos arropa.
¿ Será este el momento de lamer sus heridas como ellos han intentado cicatrizar las nuestras, de mostrarles amor, apreciar experiencias, incondicionalidad y aciertos ? .
¿Será hoy la oportunidad de hacer las paces con reproches encubiertos, viejos reclamos y desencuentros cotidianos ?
MUCHO MÁS QUE RECETAS
¿O acaso el gusano del rencor aún te carcome? ¿Continuas enojada porque a ella le dieron más que a vos? ¿Todavía seguís acusándolos porque no actuaron como hubieras necesitado ?.Tenemos dos dígitos en edad, no uno. Es hora de aceptar, reparar y convertirnos en viento de otoño para deshojar lo marchito. Amarlos como son con sus aciertos y fracasos. Agradecer lo que pudieron, perdonar lo que no hicieron .
¿ Seguirás culpándolos eternamente por lo que no tuviste? Este puede convertirse en un período espiritual de revisión de conductas hacia nuestros padres mayores que bordean el abismo de la vida... ¿Podremos aprehender el desafío de ser adultos, directores de nuestra propia película de vida, correctores de escenarios defectuosos y de libretos gastados?. Es hora de cerrar círculos. De agradecer lo que aún es posible y de empezar a despedirnos. Tomar cada día como único. Porque... ¿quién garantiza el mañana?....
¿Podremos finalmente soltar lo que ya no nos sirve, limpiarnos de resentimiento por lo que ya no puede ser, transmutar dolor por aprendizaje, perdonar y perdonarnos lo que fue y ya no es?
Porque continuar culpándolos por lo que hoy carecemos, resulta inútil. Lo que no fue , francamente...es irreversible. Comprender que en los vínculos donde hay amor ,cada uno hace lo mejor que puede, ayuda a balancear con sabiduría las imperfecciones que todos los humanos tenemos .La imperfección es el frágil hilo que no mantiene unidos. Apreciemos lo mejor que nos entrelaza . No dejemos escurrir entre los dedos los momentos gratos que hoy compartimos por vivir en el pasado o para futuro. Porque lo único seguro es el presente. No demos por supuesto lo más querido. Apeguémonos a lo amado, sin eso la vida carece de sentido.
CAMBIOS DE ESTACIÓN
Es difícil en este vértigo diario hacerse un espacio mental para priorizar tiempos. Pero es vital. Sino la vida pasa, las personas mueren y poco pudimos disfrutar de su presencia. Aún es posible celebrar el privilegio de estar juntos. Mirarnos a los ojos, escuchar tonos y ritmos reales, acariciar manos sequitas y arrugadas . Démonos permiso para gozar del milagro posible de rozarnos.... y amigarnos. Todos tenemos luces y sombras. Es posible encontrar intenciones positivas debajo de cada actitud, incluso las que aparentan ser negativas. En todo momento hay varias alternativas posibles y estamos capacitados para utilizar del modo más eficaz nuestros mejores recursos. La cuestión está poder apreciar el lado luminoso de la vida.
CAMINOS POSIBLES
¿Acaso es necesario perder lo que amamos para valorarlo y agradecerlo?
El pasado doloroso puede ser tamizado, y quedarnos con los buenos granos: las enseñanzas que recuperamos de él. Todavía estamos a tiempo de abrazar lo que nos sirve, drenar malos entendidos, desinfectar viejas heridas supurantes .
Estamos en un bar ,mamá conversa con Sarita y papá se mira las manos secas como pasas de uva. Sólo necesita los nutrientes del amor para mantenerse vibrantes. Hoy ,vos y yo, amigo del alma, tenemos la oportunidad de aprovechar este tiempo para dejar de reclamar y empezar a agradecer lo que se nos dio, re-construir lo que aún es posible y soltar lo que no sirve.
Ojala que en el próximo encuentro con mamá o papá podamos rociar con amor las viejas manos que nos acunaron y hacer florecer entre ambos... brotes nuevos . Buena suerte en tu germinación.
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