El Prof. Robert Wistrich es director del Centro de Estudios del Antisemtismo de la Univ.Hebrea de Jerusalem .A 10 años de la masacre de AMIA y a pocos meses de los atentados antijudíos en Turquía,advierte acerca de la integración entre antisemitismo y antiisraelísmo y acerca de una nueva ola antisemita que quiere legitimarse adjudicándole a Israel la imágen de estado nazi.
El Prof. Robert Wistrich disertó sobre la problemática del antisemitismo en el parlamento británico. Especialista en esta problematica fue invitado por Gran Bretaña para presentar sus conclusiones sobre este fenómeno a la luz de su aparición sostenida en medios masivos de comunicación.
¿Por qué se asocia el avance del antisemitismo con el antiisraelísmo?
Los atentados en Estambul han sido una muestra clara de la unión del antisemitismo con el conflicto palestino-israelí: el terrorismo que comienza con los judíos no termina sólo en ellos. Críticas duras contra Israel no son antisemitismo pero si es lo que más se resalta ahora.Los intentos que más se ven en estos tiempos tienen que ver con la satanización de Israel, como se intenta transformar al país en un estado nazi; parece un país que intenta violar los derechos humanos a cada instante; un país que no respeta ninguan ley internacional.
No hay críticas al Irak de Saddam, Norcorea o Irán. Si a Israel con un regimen democrático. Esta visión deformada genera una mitología. Europa tiene un miedo patológico a que el conflicto palestino-israelí sea la causa de la tercera guerra mundial o del aumento del terrorísmo.Algo de eso hay pero el temor es desproporcionado. Hay conflictos muy graves en el mundo sin vinculación con el conflicto palestino-israelí como por ejemplo la crisis entre India y Pakistán. En Europa resurge un antisemitismo muy distinto al nazismo. Ya antes del surgimiento de Israel en Europa se hablaba de los judíos como dominadores del mundo. Ya se decía que los judíos querían arrastrar a Europa a una guerra contra Alemania; que la guerra era en beneficio de los judíos.
El antisemitismo junto al terror mundial es un instrumento central para oponerse a objetivos judíos e israelíes.
Uno de los puntos que más preocupan a Wistrich es que en los últimos años las manifestaciones antiisraelíes y antijudías provienen de intelectuales.
¿Qué sectores?
Esos sectores son considerados ilustrados,tolerantes. La encuesta de la Unión Europea decía que el 60% de la población considera a Israel como el país más peligroso del mundo.La mayoría de los que votó contra Israel fue gente de alto nivel académico. En las universidades, en los medios de comunicación, en el establishment religioso se debate hoy si tiene justificación la existencia de un estado judío que según ellos, pone en peligro la paz mundial.Lo que no se atrevía a decir dos o tres años atrás se dice hoy. Lo que alguna vez sólo decían árabes o nazis, hoy lo dicen intelectuales.Por ejemplo el compositor griego Miki Teodorakis que dijo que los judíos son la raíz del mal en el mundo o el mismo Saramago. Incluso el Papa se refirió al muro que construye Israel como racismo sin comprender las necesidades de seguridad. La visión conspirativa crece. Las relaciones entre EE.UU e Israel son vistas como parte de una concepción o dominio de los judíos.
Parte de la crítica también se escucha dentro de Israel...
Puede ser legítima.Lo que sucede es que uno se pregunta porque si los rusos mataron 100.000 chechenos nadie los critica. A Israel ni siquiera se le perdonan acciones de represalia contra el terror.
Que los rusos hacen lo que hacen eso no justifica lo que sucede entre nosotros...
A Israel no sólo se lo mira con lupa. Antisemitismo significa demonización del pueblo.La imágen de Israel que se ve en el mundo es la de un país conquistador, falto de piedad moral, agresivo que sólo se satisface robando tierra a los demás. Se borronearon los límites entre judío e Israel.
¿Y si Israel aceptara el acuerdo de Ginebra?
Es probable que por un tiempo disminuya el antijudaísmo pero ya se van a encontrar otras causas. El capital judío, la influencia judía en el Parlamento, en Holywood, en la cultura.Los europeos odian a los judíos y a la religiosidad de EE.UU. que es vista como mesiánica.
No importa lo que hagamos igual habrá antisemitismo...
Si pero esa no es la raíz del problema. Con Ehud Barak y las concesiones que quiso hacer por paz se transformó en un héroe europeo pero desde el momento que el terrorísmo volvió se olvidó el esfuerzo de Barak e Israel volvió a ser el factor del mal; el causante de la Intifada.
¿A dónde conduce todo esto?
Todos los procesos conducen a fortalecerse sin embargo siempre hay una oportunidad. Hay una toma de conciencia mayor de lo que es el antisemtismo y sus peligros. Hasta hace poco se decía que el antisemitismo era un fenómeno marginal; que surge en zonas problematicas; que es una expresión del odio antisistema. El fenómeno no estaba en el orden del día de Israel y por eso Israel no tenía una estrategia contra él.Sin embargo en proporción el ataque a los judíos es mucho más alto que contra los musulmanes. La elite y los medios franceses crearon una atmosfera antiisraelí que generó también odio al judío que simpatiza con Israel.
¿El antisemitismo islámico es hoy más peligroso que el nazismo?
Si. Es parte integral e indivisible de una guerra contra Israel. El fenómeno de la Jihad no esta desconectado de la concepción antijudía del islamísmo extremo. El mundo debe entender, incluso Israel, que los posibles acuerdos no solucionarán un problema basado en el odio. Irán y Al Queida tienen su orden del día que no sigue la lógica del conflicto palestino -israelí.
¿Ud. ve un incremento en la aliá por el antisemitismo?
La situación económica y de seguridad de Israel no alientan para la aliá.Habrá aliá de EE.UU., Canada, Francia, Australia.
¿Va a ver más asimilación?
No. El antisemitismo es un factor que disminuye la asimilación.
¿Qué se hace?
Hay que trabajar mucho con los europeos. No hay concesión en ello.No puede ser que un judío en Francia no pueda usar una kipá. Eso demuestra el grado de intimidación al que se llegó. El antisemitismo hoy se enmascara bajo un mano humanista; habla de identificación con el victimario.No es posible que por violencia haya que dejar de estudiar la Shoa en Bélgica, Holanda o Francia.
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