José "Pepe" Eliaschev es quizas unos de los periodistas argentinos más lúcidos y comprometidos. Hombre equilibrado pero punzante en sus definiciones no ahorra críticas al gobierno de Menem y al actual y tiene conceptos urticantes para algunos de sus propios colegas.
-A diez años del atentado a la AMIA, ¿por qué no hay un esclarecimiento?
Una razón primaria y muy global que no sólo afecta al hecho de los atentados, sino al conjunto de la vida en la sociedad civil argentina fue una caída brutal de la capacidad del Estado para hacerse cargo de sus tareas proverbiales, incluyendo el ejercicio de la administración de justicia.
Otra razón es que desde la recuperación de las instituciones democráticas, la Argentina no pudo, o no supo, o no quiso plantearse una reformulación de la estrategia y de la praxis cotidiana de las fuerzas de seguridad.
Hay otro ingrediente que tiene que ver con la complicada inserción de la Argentina de Menem en el mundo de comienzos de los noventas, es decir, la adhesión de aquel gobierno a un determinado esquema internacional, o sea, la adhesión a los EE.UU., una política paradójicamente llevada adelante por un argentino de origen sirio que se convierte en el primer presidente de nuestro país que visita Israel. Todo esto asociado con los compromisos previos de Menem durante su campaña electoral con sectores aventureros internacionales, más o menos vinculados a grupos árabes terroristas, permiten como mínimo, colegir que la Argentina estaba siendo llevada, por las malas y no por las buenas razones, a una complicación internacional que no estaba en condiciones de resolver.
Se puede agregar, también, la gangsterización de las fuerzas de seguridad. Aunque no tenemos los elementos de juicio para saber si los reducidores de autos que aparecen en el caso del atentado contra la AMIA son delincuentes profesionales comunes o se trata de tentáculos de un cuerpo único que supo, desde el comienzo hasta el final, que se trataba de atentar contra la comunidad judía argentina.
-¿Quiénes son los responsables de que no esté esclarecido? ¿Quiénes siguen intentando el no esclarecimiento hasta el día de hoy?
Las razones por las que no se ha podido verificar las conexiones entre la llamada “conexión local” y los ejecutores del atentado tienen que ver con que la investigación fue catastrófica, tardía, desprolija, hubo todo tipo de yuxtaposiciones en los treinta días posteriores al atentado. Acá estaban trabajando la CIA, el MOSSAD, la SIDE, los servicios de inteligencia franceses, esto fue un descontrol absoluto. La pregunta sería: ¿el descontrol fue deliberado? ¿fue una gran embarrada de la cancha? Yo no lo puedo saber, a mí me gusta hablar con documentos efectivamente comprobables.
-¿Cree que hubo mala intención de los policías o del gobierno de Menem para que no se esclarezca o fue ineficacia simplemente?
En la Argentina es muy difícil establecer la frontera entre la ineficacia y lo que es la deliberada tarea de bloquear, obstruir, engañar. En este último terreno yo creo que personajes como Telleldín y Ribelli, no sólo no son niños de pecho, sino que son terribles canallas, sin dudas. Ahora no todos los terribles canallas son los ejecutores de un atentado donde mueren 85 personas.
Hay un monto muy importante de negligencia, por lo que se llega a un punto de lo que inicialmente es barbarie pura, se termina convirtiendo en barbarie deliberada.
-Hablaste de la policía ¿Y el gobierno de Menem?
Me resulta una pista falsa imaginar que el atentado fue, ya no digo estimulado, sino tolerado o avalado por el gobierno de Menem. Resulta inimaginable pensar que una persona que viajó a Israel, que estableció una alianza con EE.UU., que colocó a la Argentina como un aliado de la OTAN, sea la misma persona que conspire o avale a un grupo de terroristas para que destruyan la comunidad judía argentina.
-¿Cree que se va a poder enjuiciar a los iraníes involucrados o influirán más las relaciones económicas que tiene Argentina con Irán?
Creo que el atentado se inscribe dentro de una conexión iraní-libanesa, pero pienso que hablar hoy, diez años después, de los responsables iraníes, es muy doloso decirlo, pero es una imposibilidad fática.
Las posibilidades de dar con los ejecutores materiales del atentado son, sino nulas, muy escasas.
-¿Qué opina sobre el pago de $400.000 por parte de Anzorregy y Galeano a Telleldín para inculpar a los policías?
Si el pago se hizo para generar información para la investigación, yo no tengo nada que objetar. Si existe un marco legal que te permite utilizar recursos económicos para avanzar con la investigación, si existe la posibilidad de pagar gratificaciones; no creo que este sea un delito del Dr. Galeano. Creo que la instrumentación fue incorrecta, fue torpe, pero la esencia del fenómeno, a mi juicio, no ofrece reparos.
-¿Cuál es su opinión con respecto al apartamiento de los fiscales y, a raíz de esto, del alejamiento de los familiares del juicio?
El apartamiento de los doctores Mullen y Barbaccia fue una tragedia, un producto típico del momento político que vive el país. Mucho tiene que ver con ese apartamiento las voces que le gusta escuchar al presidente Kirchner, quien se siente mucho más cómodo con algunos que con otros y hay que decir también que la senadora Cristina Fernández, mucho antes que su marido asumiera la presidencia, ya tenía una posición tomada en la investigación de la causa. Los doctores Mullen y Barbaccia merecen todo mi respeto. Su apartamiento es una nueva y trágica paradoja de cómo a menudo, diciendo que estoy a favor de la justicia, se termina estando a favor de la injusticia.
Con respecto a los familiares, creo que su primera reacción fue totalmente justa y yo la comparto. Comprendo que se hayan apartado y celebro que hayan regresado para los últimos días que faltan.
-¿Cree que el gobierno está dando los medios suficientes para una correcta investigación?
Por supuesto que no. El gobierno cree que anunciar es hacer. El gobierno prometió entregar información de la SIDE sin saber de qué estaba hablando, esa información no ha aparecido. Me parece que personalidades del gobierno han querido manipular, de una manera muy grosera, la por sí complicada y delicada situación de nuestra colectividad, se han metido donde no les correspondía.
-¿Qué opina sobre el desempeño de Canicoba Corral?
Sobre Canicoba Corral no tengo un juicio, ni malo ni bueno, pero me parece un personaje atendible, al menos periodísticamente. Me parece una persona razonable. Él dice algo muy bueno que nos hemos olvidado: acá hemos terminado creyendo que las investigaciones triunfan o fracasan por culpa absoluta de los jueces.
-¿Qué errores cometió Galeano en la investigación?
Mis principales objeciones a Galeano son que no se manejó bien en muchos casos, que en la instrucción de la causa tuvo acciones desafortunadas de una torpeza infinita, se manejó con una gran ineptitud en los primeros momentos, con un gran amateurismo. Yo no tengo elementos de juicio para afirmar que obró de mala fe.
Imaginar que la causa empieza y termina con Galeano es de un cretinismo insoportable. Hemos terminado, a diez años de la tragedia, atacando, desde la calle judía, mucho más a los instructores de la causa, a los investigadores y a los querellantes, que a los propios asesinos.
-¿Piensa que las instituciones judías como AMIA y DAIA influyeron sobre este desvío de la culpa?
Yo hablaría de la comunidad judía más que de las instituciones particularmente.
Creo que hay una calle judía, esas 8 mil personas que van a Pasteur, que no son las 100 mil que fueron al congreso la semana del atentado. No han sido lúcidas, han sido muy trabajadas y manipuladas por los medios de comunicación. En todo el caso AMIA los judíos argentinos tenemos una terrible responsabilidad de haberle dado lugar a una enorme cantidad de Serlock Holmes improvisados, pseudo investigadores, anti-sionistas militantes. Creo que una de las más terribles conclusiones que yo saco de esta década es el papel lamentable que han jugado algunos medios, particularmente muchísimos periodistas judíos.
-¿Cree que va a haber un veredicto, que va a haber culpables, que se va a hacer justicia?
La verdad lo veo muy lejano, no soy optimista en ese sentido. Creo que va a terminar como se presume va a terminar.
Entrevisto: Leandro Fleisher
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