Hace 30 años que vive en Israel pero a pesar de su hebreo puro no puede disimular su tonada norteamericana. David Brickstone se define en esencia como educador. Casado con una mujer chilena, cinco hijos, dirige desde hace tres años el Dpto. de Actividades Sionistas de la OSM. Una bellísima tarde invernal en Jerusalem fue el marco ideal para una entrevista en la que se abordaron preocupantes temas para Israel y el mundo judío.
¿Qué funciones cumple el Dpto. que ud. dirige?
Tenemos a cargo lo que sería el aparato organizativo de la OSM. El congreso sionista, la conexión con todas las federaciones del mundo. También tenemos a cargo el museo Dr. Herzl que a cien años de su fallecimiento esta siendo construído a nuevo. Sus ideas son relevantes hasta nuestros días. Para bien o para mal los temas que Herzl debió enfrentar al crear el sionismo político, los debemos enfrentar hoy para revitalizar el movimiento. El antisemitismo en el mundo, la relación de los judíos con el mundo que los rodea, el caracter judío de Israel, son temas que preocuparon a él y nos preocupan a nosotros hoy. Apoyamos el trabajo de las federaciones sionistas en el mundo, tratamos de aportar al esclarecimiento del conflicto con los palestinos, enviamos películas, materiales, conferencistas a todo el mundo. Buscamos también acercar a las generaciones intermedias para lograr un liderazgo joven.
¿Por qué Israel y el sionismo han fracasado en explicar al mundo lo que pasa con los palestinos?
Paradojicamente, entre otros motivos fracasamos porque hemos sido fieles a nuestras convicciones.No estamos dispuestos a mentir para defender a Israel. Miente, miente, miente y algo queda,decía Goebbels. Eso es lo que hacen los palestinos. Inventan historias y las cuentan.
¿Pero por qué Israel no sale a decir su verdad?
No estamos preparados para usar sus reglas; su marketing político. También es cierto que no usamos los recursos necesarios para contar la verdad. Por otro lado, nos guste o no,dominamos a los palestinos, a su sociedad. No por culpa nuestra sino por una guerra impuesta( 1967).
Israel estuvo dispuesta a devolver territorios, conciliarse, reconocer un estado palestino pero los palestinos no están dispuestos a la inversa..No nos aceptan como estado judío pero todo esto no parece relevante para el mundo.La gente busca respuestas simples y no quiere escuchar nuestras argumentaciones. Hace 3 años Ehud Barak estuvo dispuesto a conceder casi todo lo que se pedía y el mundo ya olvidó que Arafat dijo no a la propuesta. Terrorístas suicidas, mujeres suicidas, si un pueblo apela a ello para la mentalidad occidental no es por fanatismo sino por desesperación. Yo apoyé las negociaciones; yo apoyé a Arafat como partenaire.¿Pero qué descubrí?. Que a Arafat le es más importante pasar a la historia como el presidente palestino que no aceptó rendirse a los israelíes. El mundo occidental no lo entiende y ello afecta nuestra credibilidad. Hay que saber entender la mentalidad árabe.
50.000 olim rusos dejaron el país en los últimos años. 500 olim argentinos también lo hicieron.¿Por qué?
Quiero separar entre olim rusos y olim argentinos. 50.000 rusos volvieron pero 1.100.000 están integrados aún en condiciones dificiles. Siempre, en toda aliá,hay una cantidad que fracasa y se vuelve. Por otro lado miles de los que vinieron no eran judíos y llegaron escapando del colapso de la URSS. Respecto de Argentina el tema es más grave porque el porcentaje de los que retornó es mayor. La última tande de olim argentinos no hizo aliá con bases ideológicas sino por motivos económicos. La buena absorción también depende de la motivación para la llegada. Los judíos argentinos no llegaron en un momento adecuado. Tres años de Intifada y falta de recursos para absorverlos agravaron la cuestión. Israel esta en crisis económica. Ante esto debemos hacer dos cosas.Primero tenemos que corregir nuestra propia sociedad; hay que cerrar las brechas económicas, étnicas, los conflictos entre laicos y religiosos.Hay que cambiar la sociedad no sólo porque hay poca aliá sino para vivir mejor.Sionismo hoy es construir una sociedad ejemplar.Lo segundo es revitalizar la ideología.No se viene a Israel porque aquí el nivel de vida sea mejor. Se viene a Israel por estar comprometido con el futuro de tu pueblo y tus hijos. No venir a buscar refugio; venir si a asociarse a este proyecto de continuidad judía, Los judíos tenemos obligaciones nacionales y religiosas. Vivir en Israel es una de ellas.
¿Qué expectativas tiene del sionismo argentino?
La Argentina es una comunidad fuerte pero muy golpeada por atentados,crisis económica y de liderazgo. Es doloroso ver como se cayó la red escolar judía. Se que la Agencia Judía la ayuda mucho. Para que un judío venga a Israel hay que educarlo en la Diáspora. Veo que la OSA apoya a Israel, hace esclarecimiento, ayuda en educación pero su objetivo central debe ser alentar la aliá.La OSA debe formar no judíos pro-israelíes sino pro-sionistas.Aliá debe ser la prioridad en los 613 preceptos del judaísmo. Luego escalar los demás.
Caminando por Israel uno ve en una misma vereda rusos,etíopes, argentinos, franceses, laicos y religiosos en todos sus matices.¿Podrán integrase todos estos modelos en una nueva sociedad?
Israel debe ser una sociedad multicultural, un mosaico. Hay que respetar a todo judío en su tradición y cultura. Cada uno es una pieza del rompecabezas.Lo que nos falta es el respeto mutuo y el cemento que una a las partes. Somos un país joven. A pesar de los diversos orígenes podemos dialogar de temas en común. Es dificil de ver en otros lugares. Llevará su tiempo unirse más. Todos somos parte de una misma película cuyo final aún desconocemos. En mucho fracasamos pero mucho logramos. La copa esta más llena que vacía
¿De qué otros lugares Israel espera hoy aliá?
Por el momento no tengo grandes expectativas. Mientras la situación económica no mejore, es dificil. Mi percepción es que Israel en poco tiempo saldrá de esta situación. Tenemos una base económico-social sana. Un país maravilloso para hacer crecer hijos. Yo llegué en 1974 y ni un sólo día me arrepentí de venir a Israel, un lugar donde cada uno puede construir su aporte al pueblo judío y la sociedad.
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