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La Música: una ayuda para víctimas de ACV y sus cuidadores

Estuve recientemente en una conferencia dictada por Sherry Steinberg, que llevaba por título “La Música y el Cerebro”.
Yo siempre había pensado que los distintos estímulos –la música entre ellos- tenían un efecto sobre nuestro carácter, pero nunca imaginé hasta qué extremos sería capaz de ayudar en casos de enfermedad, incluso crónica. La Sra. Steinberg citó varios estudios que probaban cómo ciertos tipos de música podían tener una influencia positiva sobre nuestro estado psíquico, tanto cuando estamos sanos como cuando estamos enfermos. Una parte de su disertación se centró en el modo coómo la música puede ayudar a las víctimas de ataques cerebrales; otra en cómo ciertos tipos de música pueden hacer descender la presión sanguínea, afectar positivamente el ritmo cardíaco y reducir el stress. Yo inmediatamente pensé que esta información era importante compartirla con los cuidadores de pacientes, para aquellos a quienes cuidan y como medida profiláctica en el propio cuidado también.
La Terapia Musical es empleada con víctimas de ataques cerebrales que están impedidos de expresarse. Según la Sra. Steinberg, algunos patólogos del habla tuvieron éxito con este tipo de pacientes a través de cantarles preguntas en lugar de formulárselas. El resultado, en un caso que ella cita, fue que el paciente pudo cantar las respuestas.
La asociación entre melodías y palabras y frases ha tenido éxito en la ayuda de pacientes que carecían por completo o que tenían poco lenguaje espontáneo, y actualmente está siendo utilizado por uno de los centros médicos de Boston en sus tratamientos de determinados pacientes que tuvieron ACV.
La Sra. Steinberg citó a investigadores de Finlandia que descubrieron que las víctimas de ataques cerebrales que escucharon música durante dos horas por día tuvieron una mejor recuperación en las áreas de memoria verbal y de concentración de la atención que los pacientes que no escucharon música.
Por lo tanto, el investigador Teppo Sarkamo recomendó escuchar todos los días música como parte del cuidado del paciente durante la recuperación del ataque cerebral “para facilitar la recuperación cognitiva y emocional”.
También destacó que la música tenía la habilidad de reducir el dolor. No sólo distrae la atención de la persona de los dolores físicos y alienta la relajación, sino que escuchar música puede verdaderamente liberar endorfinas en el organismo. Según uno de los estudios citados “escuchar música puede reducir el dolor crónico por arriba de un 21%” y también le puede posibilitar a la persona sentir que controla el dolor. La música también “reduce la depresión y permite que la persona se sienta menos disminuido por su condición”.
Según esa conferencia, el stress (la compañía permanente de los cuidadores de pacientes) también puede ser reducido por la música. Un estudio mostró una significativa reducción de los niveles de stress y de ansiedad en personas que escucharon música durante 30 minutos, dos veces por día, durante dos semanas.
Se ha demostrado, según la investigación de la Sra. Steinberg, que la música suave reduce el riesgo de ataques cardíacos en tanto se apacigua el ritmo cardíaco y desciende la presión arterial, así como también se produce un efecto positivo sobre nuestra respiración.
La mayoría de nosotros ha notado que la música tiene efectos sobre nuestro funcionamiento. Muchos de nosotros podemos rezar mejor, sentirnos más cerca de Hashem y encontrar más sentido a nuestros rezos cuando el poder de las melodías es empleada por el jazan.
El poder de un nigún (una melodía sin palabras) en provocar nuestra emoción ha sido parte de nuestra cultura durante generaciones.
Pero el tipo de música utilizada para lograr un efecto medicinal particular es importante.
En un estudio de investigación se pudo probar que la antigua música “country”, o la que cuenta una historia depresiva, tenía un efecto negativo y contribuía a generar depresión. Esto no rige tanto para la música “country” actual, que es más rítmica. El rock y el rap tienen también su lugar, pero para aquellos que no gustamos de ese tipo de música su efecto es contraproducente. Si a Ud. no le gusta el rock, escucharlo puede generarle sentimientos de enojo y molestia, pero si usted es fanático del rock éste puede generarle un golpe de adrenalina y aumentarle la energía.
El tipo de música que pareciera tener mejores efectos medicinales es la música suave clásica, la Celta y la India (reggae). La guitarra clásica, los hits suaves, la música de cámara, la música folklórica y los cantantes populares de los ´40 y los ’50 también fueron empleados y tuvieron efectos positivos.
Así, llenando nuestro hogar con música, con buena clase de música, podemos ayudar a todos los seres vivientes a funcionar en un mejor estado mental.
La música puede mejorar la salud general de los cuidadores de pacientes y hacer que mantengan ese estado durante mucho tiempo.
En tanto que ayuda para que las personas enfermas funcionen mejor, parece que la música puede ser una prescripción poco costosa y efectiva para todos nosotros. Puede servir a los cuidadores de enfermos y a los enfermos crónicos y al mismo tiempo mejora la calidad de vida de todos nosotros en nuestra casa sin tener efectos secundarios.
Entonces, ¿por qué no intentarlo?

 

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