La Voz Judía


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Uri Zohar se lamenta por los desencuentros

El Rav. Uri Zohar , el ex reconocido actor de múltiples escenarios artísticos israelíes se alegra por haberse convertido en un retornante a la observancia religiosa y lamenta la educación laica de la joven generación israelí.
-Es una tragedia! Exclama frente a un reportaje de Yediot Ajaronot.
Una de las más precisas demostraciones de la justicia de la eternidad de la Torá, es seguramente la gran corriente de arrepentimiento que se despertó en una serie de países justamente después de la gran Destrucción , durante la cual fueron asesinados seis millones de judíos.
Esta corriente de arrepentimiento, que comenzó con algunos casos individuales a fines de los años ´50 y que recibiera un fuerte aceleramiento en los `60,después de la Guerra de los seis Días, creció B”H hasta convertirse en un gran movimiento. Su característica es que afectó no solo a personas comunes, a quienes una determinada situación severa, alguna desgracia, una enfermedad u otro peligro los asustara y ellos, angustiados, buscaran una solución a través de la Fe en D”s que los iría a salvar. Si no también a otra importante causa.

Tanto en Israel y tanto en América la corriente retornista ganó una cantidad de adherentes entre intelectuales y persona exitosas, quienes no tenían una causa física o material para abandonar una vida “libre” y fácil y asumir sobre sí el yugo de la observancia a través de la Torá y las Mitzvot. Ninguna otra “necesidad” fue la que los atrajo a esta nueva inclinación.
Una gran cantidad de los así llamados “Jozrim Bitshuvá” abandonaron su modo de vida libre y cómodo, al descubrir en sí un gran vacío. En un determinado día se encontraron asombrados por el modo de vida que llevaban, y se pusieron a buscar contenidos, el brillo de un estilo más elevado. Es como si en sus mentes y corazones se hubiera prendido un destello judío, que alcanzara a iluminar y ampliar sus modos de vida.
Lo más interesante y notable es que en Israel, entre estos desilusionados por su vida anterior, se encontraron algunas “celebridades”, fuertemente destacadas en el mundo literario y artístico. Una cantidad de poetas reconocidos y actores teatrales, cuyas interpretaciones cinematográficas y teatrales entusiasmaban tanto a veteranos como a jóvenes espectadores israelíes, fueron afectados por una sed judeo-espiritual.
Si, toda una cuadrilla de “prominentes” que acostumbraban a estar normalmente alegres y contentos, comenzaron a poner sus miradas en templos y sinagogas, en Yeshivot, y en “patios” rabínicos, y de pronto, especialmente allí, empezaron a sentirse realizados y alegres.
Uno de los arriba mencionados reconocidos artistas, fue alguien de nombre Uri Zohar, un reconocido y popular conductor de la radio, la televisión, el teatro y el cine israelíes, quien en un determinado día de los años ´70, abandonara todos esos ámbitos y no sólo se convirtió en un practicante de las indicaciones de la Torá y las Mitzvot, sino que, para el gran desconcierto y sorpresa de sus seguidores y espectadores de suspersonajes... se convirtió en un. . . alumno de una Yeshivá. No esta demás agregar que en su momento esto se convirtió en una de las grandes novedades en el “mundillo israelí”. Esto es fácilmente comprensible. Hubo un masivo asombro y nadie podía comprender como alguien podía abandonar una tan exitosa carrera, y cambiarla por una vida modesta de Torá, oración y realización de “difíciles” mitzvot de las cuales sus propios padres habían escapado.
Hubo entonces, en la prensa laica, algunos “profetas” que con seguridad anticipaban que Uri Zohar después de un corto tiempo se reintegraría a su mundo anterior, que le había afectado alguna “locura pasajera” o un capricho que solían afectar a los actores, comentaban en la prensa. No podían entender que su personaje reconocido del mundo actoral cambiaría sus “Villas” en barrios elegantes y las cambiaría por algún modesto departamentito en el barrio Meá Shearim o Gueulá en Jerusalém. Todos estaban seguros que cualquier día de estos Uri Zohar volvería atrás en sus “tontas” decisiones, volviendo así a su “libre” y feliz mundo anterior.
Todas estas “profecías” empero, no se cumplieron. Pasaron más de treinta años. Uri Zohar se convirtió en un anciano que en lugar de un salvaje jopo, luce en la actualidad una larga barba rabínica. Pero, como sabemos, aún hoy es una de las más sensacionales personalidades del país, No debe haber un solo laico adulto, a quien el nombre de Uri Zohar no le traiga alguna resonancia. Antes de estos treinta años en los que pasó al contingente de los seguidores de la Torá, miles de personas esperaban sus apariciones en la radio y televisión, y él era el la estrella de esa particular constelación que significa el “entretenimiento”, la farándula.
Por eso es que no hay que asombrarse que el número especial de Yediot Ajaronot de este año celebrando “Iom Haatzmaut”, el día de la Independencia israelí, en el que se tratan los actuales hechos y desarrollos del país, mostró también un artículo acerca de Uri Zohar y acerca de qué tiene éste qué contar después de treinta y cinco años de experiencia de vida religiosa.
Es interesante destacar que el periodista destacado para la entrevista por las autoridades del diario, comienza el artículo con mucho respeto, y también con un sentimiento de reconocimiento de honor. No hay en todo el artículo una sola expresión de sarcasmo o irrespeto. Que sí usaron sus colegas hace tantos años para informar acerca de la decisión del popular Uri Zohar, cuando saltó de la escena de Tel-Aviv al pupitre de la Yeshivá en Jerusalém.. Es probable que el autor del artículo esté un poco envidioso del salto referido. Pero si así no fuera, se puede fácilmente apreciar un profundo respeto por los ideales de Zohar, quien se considera un “sobreviviente” de los desencuentros de las épocas del “Holocausto espiritual” (según la propia expresión de Zohar) que destruyó las conciencias de jóvenes judíos de esas épocas.

Para la edición especial de “Iom Haatzmaut en homenaje al 61º aniversario del Estado de Israel el redactor de “Yediot Ajaronot” en escuchar lo que Uri Zohar tenía para opinar. Tanto acerca de sí mismo, como de la vida actual en Israel. Pienso que les interesará muchísimo a nuestros lectores.
Es comprensible en el diálogo entre el redactor y R´ Üri Zohar que se asomara la causa de la verdadera conmoción que se produjo en él hace tantos años. Esta pregunta preocupa a muchas personas inteligentes del sector laico, Zohar tiene una serie de respuestas. a cada una de sus inquietudes. La primera es que le sucedió después de ser espectador de uno de sus propios films, “Groise Oign” en idish “Ojos grandes” (que todo lo apetecen.)
Yo miraba el film, y de pronto sentí vergüenza, dice. Me pareció muy correcta la sensación. Vi cómo vivíamos. Una especie de vida sin objetivos. Una vida vacía. Me causó una fuerte impresión. Toda la película me pareció como un círculo que giraba en el vacío y no llegaba a ningún lado. Un pantano con carrierismo, que incluía también dinero, con falsos orgullos, con vínculos familiares corruptos. Todo reunido se constituía en una serie de imágenes terribles., pero también imágenes reales que expresaban la realidad. Por eso era tan fuerte la impresión que me causaba.
“Dices que afirmas por lo qué eras realmente, algo criticable” escribe el cronista.
“Si”, contesta Zohar. Esa es una legítima conclusión. Era terrible. Me asomo hoy a mi modo de vida actual y me resulta fácil interpretar las diferencias. Somos los sobrevivientes de un real Holocausto, claro y definido.
El periodista explica con esto último porqué Zohar se mete tan activamente con cuerpo y alma en todos los proyectos de acercar a judíos, jóvenes y adultos, al judaísmo de la Torá, a una vida de verdadera felicidad, gracias a lo cual es tan bien recibido Zohar en todos los núcleos de estudio de la Torá.
Zohar le comenta al cronista que está fuertemente dolorido por la educación de la generación laica actualmente en crecimiento. Me dice que desea encontrarse personalmente con el nuevo Ministro de Educación para afirmarle que el sistema educativo está completamente corrupto. Es seguro que no podrá medir ni aceptar la violencia reinante en el sistema educativo siendo esto una catástrofe, un desastre. Le preguntaré (al Ministyro) si estuvo alguna vez en una escuela oficial laica. Si los vio cómo se visten, si vio cómo se comportan en los recreos, cómo se conducen los varones con las mujeres.
¿Cómo se puede, en general, estudiar algo allí?. Le recordaré al periodista qué cosa dijo un miembro de la Kneset en la Comisión de Educación. “ Cada día que un chico israelí falta a clase… es una ganancia”…
sí, así lucen nuestros colegios.
El periodista describe como Zohar por poco no llora al describir cómo son educados los niños y jóvenes en la escuela laica oficial. Zohar se amargó al decir: “estuve con chicos de éstos durante la última guerra con el Hamas en Gaza. Les pregunté acerca del Ramaja´l y del Rambam., me miraron como a un recién llegado de otro planeta. Les preguntá también sobra “Antígona” de Sófocles, y eso lo conocían. Parece que para los dirigentes de la educación esto sí era importante. Porque los chicos necesitan cultura…
Mire, los tutores de la educación necesitan cantos de sirena, alegrías falsas, pero: ¿Qué pasa con el judaísmo?
Te diré porqué creo que no lo quieren. Creo que cuando los chicos conozcan la Oración del “Shemá” y quién fue el Rambam y su obra, se pondrán “Jolile” a rezar… y esto no lo pueden ellos aceptar. Ni les interesa cuando el 80% de los jóvenes están en peligro de convertirse en alcohólicos. Es una tragedia. Un desencuentro absoluto. Si no logramos corregirlo seremos arrastrados por el remolino. Estamos cerca de un desenlace tan peligroso.

El artículo publicado sobre Uri Zohar en la edición especial de “Yediot…” sobre el 61º aniversario de Israel conlleva una serie mayor de revelaciones y opiniones. Y con aquellas en las que el ex actor narra acerca de su camino de arrepentimiento, acerca de su vida anterior. De cómo se acercó al Ribonó Shel OLAM y lo felices que son tanto él como toda su familia, a pesar que sus ingresos se redujeron notablemente, y vive en una humilde y estrecha vivienda en Jerusalén, cuando antes vivía en Tel Aviv, en una amplia “Vila” ,
Lo que lo hace más feliz es que ya es abuelo de una decena de nietos, quienes crecen en el camino que él eligió para ellos, y que gracias a sus actividades y a su influencia, creció la cantidad de retornantes en el Pueblo Judío.

Pensé que relatar a nuestros lectores todo lo expuesto era importante y significativo. También es importante despertar y reforzar a una parte de nuestra gente. Pero todo esto hace necesario más fuerza y más lugar, pero quedará para otra oportunidad.

 

La tribuna Judia 13

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