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A continuación se detallan extractos de los comentarios realizados por el presidente en una cena de conmemoración histórica.
“Gracias a todos ustedes. Gracias por la cálida bienvenida. Gracias por invitarme...”
“Es un honor para mí aceptar esta medalla que conmemora tres siglos y medio de vida judía en los Estados Unidos. Lo considero un gran honor haber sido invitado para celebrar junto a ustedes”.
“En 1790 la congregación judía de Newport, Rhode Island, le escribió a George Washington para felicitarlo por su elección como primer presidente. En su respuesta, el Presidente Washington agradeció a la congregación y prometió defender el principio de la libertad religiosa para todos. Y lo que dijo fue lo siguiente: los Estados Unidos “no dan lugar a la intolerancia; no asisten a las persecuciones”. Expresó su esperanza de que la “descendencia de Abraham” prospere en los Estados Unidos...”
“Esto podría sonar un poco extraño para un metodista de Texas, pero recién he salido de una sinagoga.
Acabo de regresar de una visita al gran hito norteamericano, la 6ta sinagoga histórica. Quiero agradecer a Shelton Zuckerman y Abe Pollin por haberse tomado el trabajo de restaurar este sitio histórico – que si no lo han visitado, deberían hacerlo. He visto la devoción puesta en la restauración de esta joya, que fue construida hace casi un siglo – una joya que alberga tres rollos de Torá rescatados del Holocausto. Estamos orgullosos de tener esta gran sinagoga en el corazón de la capital de nuestra nación y estamos felices de que una nueva generación se está revitalizando en esta casa de D-os...”
“La historia del pueblo judío en los Estados Unidos es la mismísima historia de Norteamérica. Los peregrinos consideraron esta nación como la nueva Israel, un refugio de las persecuciones de Europa. Los primeros colonos nombraron muchas de sus ciudades con nombres hebreos: Bethel y Nueva Canaan, Shiloh y Salem. Y cuando los primeros judíos llegaron, vieron a los Estados Unidos como la tierra prometida, una tierra dorada donde podían practicar su fe y vivir en total libertad...”
“La libertad religiosa es más que la libertad de practicar la fe. Es también la obligación de respetar la fe de otros. Entonces para defender la libertad religiosa debemos exponernos y enfrentarnos con el odio antiguo del antisemitismo esté donde esté. Cuando encontramos antisemitismo en nuestra casa debemos enfrentarlo. Cuando encontramos antisemitismo afuera, lo condenaremos...”
“Bajo el sistema de libertad religiosa de los Estados Unidos la iglesia y el estado están separados. Debemos permitir que las personas religiosas actúen según sus convicciones sin tener que lidiar con la discriminación”.
“Es por esto que mi administración comenzó una iniciativa comunitaria de fe, para llamar a todos los ejércitos de compasión para que ayuden a curar los corazones heridos.
Hace unos años en Nueva York, el Consejo Metropolitano sobre Pobreza Judía se sintió desalentado a pedir fondos públicos porque llevaba la palabra “judío” en su nombre. Debemos terminar con este tipo de discriminación si queremos que los Estados Unidos sean un lugar lleno de esperanzas”.
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