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Nadie debe excluirse de la responsabilidad que en mayor o menor medida nos cabe a los integrantes de la comunidad judeo-argentina por la situación decadente en que nos encontramos, dirigentes, padres, rabinos, maestros, profesionales, intelectuales, adultos y jóvenes.
Es necesario un análisis de la realidad por la que atraviesa la comunidad, determinar las causas y las fallas de conducción que llevaron a la situación actual de creciente asimilación y desinterés de nuestra juventud por lo judío y por lo comunitario.
Es necesario el diálogo
Reiteradamente hemos destacado la necesidad del dialogo entre todos los sectores de la comunidad para analizar profundamente la realidad, determinar los errores para corregir las fallas, lograr un consenso mínimo para actuar en conjunto asumiendo la responsabilidad del momento. Evidentemente no basta la buena voluntad de algunos dirigentes que actúan acertadamente en ciertas instituciones, debe estructurarse una acción conjunta para revertir el proceso asimilasionista y recuperar el prestigio perdido por nuestra comunidad.
La educación fue siempre la base de nuestra continuidad.
Desde la primera familia de la nación Israelita nuestro patriarca Iaacov ante la necesidad de emigrar a Egipto envía a su hijo Yehuda a preparar un lugar para Ieshiva (casa de estudios) donde educar y enseñar a jóvenes y niños.
Esta enseñanza y ejemplo queda arraigada en la sangre del judío, quien a través de casi 4000 años, soportando diásporas, persecuciones y matanzas, estableció en su peregrinar por el mundo, en cada lugar y época, el jeider, Talmud Torah, Ieshiva y todo tipo de instituciones educativas para afianzar la identidad que determina nuestra continuidad, paralelamente a la vida judía que se vivía en el hogar, donde el niño vivenciaba a diario una autentica forma de vida judía, con la dieta Kasher, el festejo de Shabat y las festividades, y la vida familiar en que cada miembro cumplía con su misión.
Los tiempos cambian, también los lugares.
Observando nuestra historia veremos las consecuencias nefastas de las desviaciones de nuestra nación tras ideologías de moda, que culminaron con la desaparición del judaísmo de importantes masas de nuestra población seducidas por esas ideologías contrarias a la identidad y a nuestro ser.
Así ocurrió en Egipto, atrapados por el paganismo, en tiempo de los griegos, por el Helenismo y sucesivamente hasta nuestros tiempos.
Los mas recientes fueron las ideologías de izquierda que prometían la paz, la igualdad y la felicidad para la humanidad, puestas en práctica desde la Unión Soviética y que llegaron a aterrizar al mundo, culminando en un estrepitoso fracaso, quedando hasta el presente pequeños grupos en nuestra nación que profesan esas ideas ateas materialistas contrarias al ser judío. Y por ultimo el sionismo político sin contenidos de identidad, surgido en rebelión a las brutales persecuciones que sufriera nuestro pueblo en Europa y que proponía la creación de un estado para la nación israelita dispersa por el mundo hace casi 2000 años, durante los cuales mantuvimos nuestra identidad y continuidad por el hecho de vivir aferrados a los principios básicos que fuéramos ordenados desde nuestros orígenes, el respeto del Shabat y las festividades, la dieta Kasher y la pureza familiar, elementos que nos diferencias de las demás naciones y definen nuestra identidad.
Mientras se desarrollaba el sionismo ocurre la segunda guerra mundial con el holocausto que arrasó con seis millones de nuestros hermanos, motivando la creación des estado de Israel en forma precipitada sin tener en cuenta las derivaciones posteriores de conflictos de todo tipo, no consiguiendo vivir en paz desde su creación.
Este estado fue concebido como un estado más, igual a las de más naciones, sin tener en cuenta la legislación que tenemos que observar para un estado israelita.
Los resultados están a la vista, el ideal de los luchadores por lograr un estado al que acudieran masivamente los judíos del mundo aun después de 57 años de existencia no se concretó, la mayoría de la nación vive aun dispersa en el mundo sin interesarse por ese estado no judío el cual no atrae a sus hijos.
La justicia en este estado es administrada de acuerdo a las leyes inglesas, que se estudian en las universidades israelíes y de acuerdo alas que se forman los abogados y jueces de la nación, ignorando la maravillosa legislación bíblica que fuéramos ordenados en Sinai.
La organización política del estado, igual a los demás países, cuenta con una infinidad de partidos políticos de todo tipo de ideologías, aun antiisraelies, que viven enfrentados por resentimientos y odio evidente.
Hay solución para esta situación
Urge despertar del letargo y la inercia tanto en nuestra querida tierra de Israel, como en la comunidad judeo-argentina y llegar a través del dialogo a un entendimiento que permita revertir esta situación, formulando un proyecto consensuado de todos los miembros de nuestra comunidad, solo posible mediante el retorno a las fuentes, mirar hacia atrás como mantuvimos nuestra identidad de generación en generación, para vivir una vida plena judía, inmune a la barbarie reinante en el mundo corrompido que nos toca vivir.
Ante una ocasión especial
Luego de las recientes elecciones en AMIA se formara un nuevo consejo directivo que tendrá la ocasión de formular ese proyecto al que reiteradamente nos referimos, con participación de todos los sectores e instituciones comunitarias.
AMIA debe volver a ser la guía de toda la comunidad, priorizando la educación autentica tradicional, que afianza nuestra continuidad. Debe jerarquizar su Rabinato, para ser la guía de toda la comunidad que marque nuestras obligaciones con mayor protagonismo.
Y dentro de todas las falencias que AMIA padece debe priorizar el acercamiento a la institución central de la juventud, para estimular en los mismos su identidad, a través del conocimiento de nuestra historia, de donde surgirán los futuros dirigentes.
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