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Menem, Irán y Montoneros

Por Horacio Lutsky
A lo largo de 1988, la revista "Jotapé" encabezó una decidida campaña de apoyo a la candidatura de Carlos Saúl Menem en la interna para la presidencia de la Nación. Al mismo tiempo, desató una furibunda embestida antisemita, que motivó una expresa desautorización del entonces presidente del Consejo Nacional del Partido Justicialista Antonio Cafiero. No obstante la descalificación de Cafiero, días después el peronismo de La Rioja publicaba un aviso a página entera en la revista "Jotapé" con publicidad de "Menem presidente". Junto al mismo, la revista publicaba una página de loas a Kaddafi, y recibía auspicios de sectores islámicos. Libia fue uno de los países árabes que en 1988 pusieron varias decenas de millones de dólares para la campaña de Menem. Luego de difundidos recientemente los dichos del arrepentido "testigo C" en la causa por el atentado a la AMIA respecto de los contactos espurios de Menem con Irán, resulta interesante descubrir que la arremetida antisionista y antisemita de la revista menemista contaba con publicidad de "El Mensaje del Islam", que anunciaba artículos tales como "la conexión nazisionista". Para adquirir la misma, se informaba, había que concurrir a la librería islámica At-Tahuid, con domicilio en San Ni-colás 674 de Capital Federal. La mezquita At-Tahuid de Floresta es la misma que estaba a cargo del agregado cultural de la embajada de Irán, Moshen Rabbani, señalado por diversas investigaciones como organizador de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA. Su secretario político, colaboraba con la publicación menemista "Jotapé".

El número de julio de 1988 de "Jotapé" tenía en su tapa un dibujo de un monstruo con galera del FMI, banderas inglesa y norteamericana, una hoz y un martillo, y en el centro una estrella de David con la leyenda "Sionismo S.A.", mientras unos gorilas le entregan al engendro un cajón con monedas y billetes. En su interior, numerosos artículos criticaban "la propaganda sionista", y una página era dedicada a una apología de un combatiente palestino, con el título "Hermano Abu Yihad: Hasta la Victoria". En la biografía del líder guerrillero abatido decía "Jotapé" que "se eleva la figura del jefe revolucionario, del conductor militar, del combatiente antisionista". Luego, dedicaban otra página a criticar la cobertura del hecho por parte de "Página/12" y a advertir sobre la peligrosidad de la actuación del Mossad en nuestro país.
El mismo número incluía un mensaje del representante de la OLP en México, que recordaba que "hace 20 años, algunos compañeros de la Juventud Peronista (Galim-berti, Osatinsky, Gonzáles Jansen, etc.) nos hicieron conocer el peronismo y establecieron una relación fraternal entre nuestro movimiento de liberación y los revolucionarios argentinos". El editorial de la revista ponía como ejemplo a seguir la opción tomada por la Alemania de Weimar, humillada por la derrota de la Primera Guerra: "eso determinó que el discurso de unidad nacional levantado por Adolfo Hitler planteara al pueblo alemán una causa por la cual superar los antagonismos que dividían a aquella sociedad".
La virulenta prédica de esta publicación ligada a Rodolfo Galimberti generó preocupación en diversos sectores de la comunidad judía.
El periodista Ernesto Tenembaum, por entonces secretario de redacción de "Nueva Sión", publicó en "Página/12" una columna titulada "Sionismo S.A." donde analizó los mensajes de "Jotapé" expresando que "no son nuevos los intentos de insuflar ideología nazi en el Movimiento Nacional Justicialista. No fue otra la razón de ser de "El Caudillo", financiado por José López Rega y dirigido por un socio de Camps, ni de la más reciente Alerta Nacional. Pero el esfuerzo de Jotapé goza de inédita sutileza: se apoya en legítimas reivindicaciones populares, informa sobre las actividades de la Juventud Peronista, reproduce elogiosamente notas de Osvaldo Bayer y cuenta entre sus columnistas a destacados dirigentes justicialistas. El disfraz progresista acentúa su peligrosidad".
"Jotapé" contestó con una onerosa y extensísima solicitada a página entera (con letra en tamaño de cuerpo 10) en el diario "Ámbito Financiero", y también en su propia revista. Allí sostenían: "nos enorgullece que sionistas como Tenembaum nos consideren peligrosos", porque –decía el texto– "somos peronistas, nacionalistas, populares, revolucionarios y por lógica consecuencia, antisionistas militantes".
En su número siguiente, de agosto de 1988, la revista "Jotapé" redobló la apuesta, dedicando gran cantidad de páginas a la cuestión reafirmando su ideología, mientras la tapa mostraba el dibujo de un patilludo y sonriente Menem, que montado en un caballo blanco desparramaba gorilas por el piso. Además de atacar a quienes definía como "pensadores trashumantes de la talla de León Rozitchner o el mismo Timerman" por las críticas que éstos hacían respecto de la figura del candidato Menem, calificándolos como "papagayos de pensamiento antinacional", la revista dedicó varias páginas para contestar a Tenembaum, y aumentó la cantidad de material sobre Medio Oriente. Bajo el título de "Irán, un hueso duro de roer", se publicaba un artículo firmado por Shamsuddin Elía (montonero convertido al islamismo), ilustrado con una foto que llevaba como epígrafe: "Estados Unidos e Israel: el imperio y su engendro sionista".
La nota refería que "el Ayatollah Komeini, líder espiritual de la Revolución, ha emitido en estos días el siguiente mensaje: "el noble pueblo iraní debe ser consciente de que ahora es el momento de rechazar y de luchar contra esos demonios que violan los derechos de los oprimidos, de los pobres y descalzos. La nuestra es la lucha del Islam contra todas las desigualdades. La nuestra es la lucha de los pueblos descalzos contra el libertinaje y la prodigalidad de los desmesurados: la lucha de los valores ideológicos y revolucionarios contra el sucio mundo del poder, el dinero y la codicia".
El artículo de Shamsuddin Elía sobre Irán, continuaba así: "Esta forma de expresarse y de sentir son muy familiares a los argentinos. Como aquellas palabras de nuestra Evita, la abanderada de los humildes: El fanatismo es la única fuerza que Dios le dejó al corazón para ganar sus batallas".
La revista Jotapé incluía en esa misma edición de agosto de 1988 publicidad de la publicación "El Mensaje del Islam", que anunciaba artículos sobre la "rebelión islámica en Palestina" y sobre "la conexión nazisionista", pudiendo adquirírsela en librería islámica At-Tahuid, San Nicolás 674, Capital Federal.
La mezquita At-Tahuid era liderada por Mohsen Rabanni, imputado por informes de inteligencia argentinos y americanos de organizar localmente los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA, y reconocido en tal sentido por el testigo "C" de la causa AMIA, cuya declaración sobre el soborno recibido por Menem de Irán mereció semanas atrás la tapa de "The New York Times".


LA REACCIÓN DE CAFIERO

Frente al tono discriminatorio y amenazante que levantaba este sector político a través de la revista, la DAIA presidida por David Goldberg se dirigió oficialmente al partido justicialista. Con fecha 17 de septiembre de 1988, el presidente del Consejo Nacional del Partido Justicialista Antonio Cafiero, contestó por escrito en los siguientes términos: "Tengo el agrado de dirigirme a ustedes contestando vuestra atenta del día 5 del corriente, en la cual denuncian intentos de fomentar el odio y la división en la sociedad argentina. Me permito destacarles que el Partido Justicialista no tiene órgano periodístico oficial alguno, por lo cual la revista "JOTAPE" no puede ser conceptuada como portadora del pensamiento oficial de nuestro movimiento. No me cabe duda que todo intento de dividir los pueblos está siempre direccionado a perfeccionar las desigualdades sociales y la dependencia política".
Pese a la desautorización de Cafiero, en el mismo mes "Jotapé" aumentó la virulencia y el espacio antisionista, a la par que promocionaba a Menem. E incluyó notas como "Convergencia y Nueva Sión ¿de qué se quieren liberar?", en respuesta a las denuncias periodísticas del quincenario judío progresista, que habían destapado los sugestivos componentes del discurso de la revista menemista. "Jotapé" además incluyó un fascículo de 16 páginas con escritos de Rodolfo Walsh contra el sionismo, redactados en 1974 al regreso de un viaje al Líbano. La editorial islámica "Alborada" se agregaba como anunciante, entre los no más de tres o cuatro –todos factores políticos– que incluía el mensuario.


MENEM-KADDAFI-KHOMEINI

El número siguiente de "Jotapé", correspondiente a octubre de 1988, incluyó un aviso a página entera con publicidad de "Menem presidente", del bloque de concejales peronistas de La Rioja. En la página anterior, una nota dedicada a la revolución libia. No casualmente, quedaron juntas las fotos de Kaddafi y de Menem. La nota sobre Muammar el Kaddafi decía que "las mezquitas se transformaron en verdaderos focos de irradiación cultural. Profesores, teólogos, filósofos y escritores trabajaron para mantener la identidad religiosa y cultural árabe de los libios, en el marco del espíritu islámico y el sentido nacionalista. Ese entorno formó a Kaddafi, el joven militar que organizó el asalto al poder desde el seno de las Fuerzas Armadas, a través de la organización Oficiales Unionistas Libres. El ahora coronel constituye a partir de ese momento la República Árabe de Libia, dirigido por un comando revolucionario cuya jefatura ejerce "por la gracia de Alá". Desde entonces han venido sucediéndose transformaciones notables en Libia. Ka-ddafi liberó a su tierra de la dominación oligárquica, defendió la unidad del mundo árabe, luchó contra el racismo y contra el sionismo. No se ha alineado en la política de bloques e impulsa un sistema de gobierno participativo Yamahiria o poder del pueblo".

ASÍ SE MANEJA UN COCHE BOMBA

En la edición de noviembre de 1988, la revista contó con los auspicios de la Lotería Chaqueña, de la Subsecretaría de la Juventud de Catamarca, y de la Juventud Peronista de La Rioja.Una nota sobre el Líbano, titulada "Así se Combate la Ocupación Colonial", decía lo siguiente: "El 19 de octubre pasado, un heroico combatiente de la Resistencia Islámica -formación militar del Movimiento Hezbollah- se lanzó con un auto cargado de explosivos contra un convoy militar de las tropas de ocupación israelíes compuesto por varios jeeps y un camión, dentro de territorio libanés. Según fuentes del ejército israelí, siete soldados murieron y otros resultaron gravemente heridos, cifra que contrasta sospechosamente con la suministrada por fuentes de la Resistencia, que hacen ascender el número de soldados muertos a 46. Conocida la dificultad creciente que encuentra el ejército sionista en su reclutamiento, fácil es deducir por qué minimiza sus bajas. Operativos como el del 19 de octubre han sido utilizados con suma efectividad en los últimos tiempos contra el intento de mantener la ocupación del Líbano por parte del Estado sionista de Israel, en una demostración de enorme heroísmo por el sacrificio que implica la metodología empleada. Por supuesto, ésta es tildada de "terrorista" por fuentes del gobierno sionista, mediante la conocida táctica de convertir al agredido en agresor, cuando en realidad la utilización de autos bomba por parte de la resistencia siempre estuvo dirigida contra personal militar y no contra población civil, como sí lo hacen sistemáticamente los agentes provocadores sionistas que suelen colocar autos minados en los mercados. (...) El operativo del Hezbollah –partido de Dios, solidario con la causa iraní– de octubre pasado, constituye el golpe más severo asestado contra las fuerzas israelíes en la región desde el 26 de noviembre del ´87, cuando un comando palestino que utilizó un avión ultraliviano atacó una base militar en el norte de Israel, dejando un saldo de seis militares muertos (ver Jotapé Nº 9). Inmediatamente la Resistencia Islámica produjo la movilización general de sus hombres para hacer frente a la respuesta israelí a lo que, en palabras del jefe del estado mayor sionista, Dan Shomron, fue ‘un duro golpe contra el ejército’. Asimismo, las otras organizaciones armadas que resisten en territorio libanés, la palestina Al Fatah y el Partido Social Nacional Sirio, movilizaron sus fuerzas para defenderse del ataque israelí". La revista Jotapé finalizaba su elogio a los coche-bombas en estos términos: "de nada sirven los sofisticados sistemas de control electrónico ni el patrullaje constante de los territorios usurpados. La desmoralización cunde entre las tropas israelíes, en tanto el heroísmo de la resistencia pone de manifiesto la justicia de la causa de la Nación árabe. Esta decisión combativa es la que está abriendo hoy una nueva etapa, que tarde o temprano deberá culminar con el triunfo de la causa liberadora de este pueblo, enfrentado a la punta de lanza del imperialismo en esa región el Estado de Israel, animado por una de las más perversas ideologías del siglo: el sionismo". En su solicitada en "Ámbito Financiero", Jotapé había dicho que en la Argentina "es el propio sionismo el que alienta con su política la agresión a la comunidad judía". Más recientemente, el testigo "C" de la causa AMIA, –un ex alto miembro de los servicios secretos iraníes–, dijo que la planificación de los atentados corrió por cuenta del diplomático iraní Rabbani, líder de uno de los escasos auspiciantes de la revista menemista "Jotapé".
El testigo "C" también habló de los vínculos preexistentes de Menem y su gente con Irán para varios negocios sucios, y de los 10 millones de dólares que habría recibido en 1992 para desincriminar a Irán en las investigaciones.•

RABBANI Y LOS MONTONEROS

La revista "Jotapé", mientras en 1988 apoyaba la candidatura de Menem y recibía publicidad de La Rioja, contaba con artículos firmados por Shamsuddin Elía. Según un informe agregado a fs. 3567 de la causa por el atentado a la AMIA, "en lo atinente a la mezquita 'At-Tahuid' sita en San Nicolás 674... se ha detectado que el referido Ricardo Ho-racio Elía, alias Ricardo Samssudin Elía, empleado de la mezquita, sería referente del embajador de la República Islá-mica de Irán Hadi Soleiman Pour, encargándose del contacto con las organizaciones de extrema tendencia locales. En su nivel mantuvo contacto con personas que antiguamente formaron parte de la organización denominada 'Mon-toneros'". Otro informe lo identifica con el alias de Shamsuddin Elía, y menciona que entre los años 1987/90 trabajó en la sección comercial de la Embajada de Irán en nuestro país.
Este colaborador de la revista "Jotapé" fue descripto como montonero convertido al islamismo luego de viajar por Irán, en un artículo periodístico firmado por Horacio Poggi en la revista "Cuarto Poder" y obrante en la causa AMIA junto con la ratificación del autor. Un párrafo subtitulado "La conexión local: Monto-neros y el Hezbollah" decía: "Ricardo Elía, un montonero argentino, de profesión periodista, que se convirtió al islamismo y asumió el nombre de Shamsuddin Elía, es la conexión más firme con el Hez-bollah libanés. El montonero Elía, desilusionado con la democracia en 1989 viajó a Teherán, vía Ciudad del Este - Foz de Iguazú y pasó a revistar en las filas del fundamentalismo chiita. En Irán realizó cursos político-militares y luego se dirigió a los campamentos que en el sur del Líbano tiene el Hezbollah, con sede en la ciudad de Baalbek. La organización guerrillera lo condecora como Fedayin. Aprovechando su visita a los campos de entrenamiento de terroristas, conoce a muchos de los comandantes de la Hezbollah y regresa a la Argentina. Instalado nuevamente en nuestro país, retorna sus antiguas relaciones con miembros de la jefatura de inteligencia de Montoneros. Elía se desempeñó como asesor de prensa de Sinah Wahed, agregado cultural de la embajada de Irán. Más tarde pasa a ser el secretario político de Moshen Rabbani".
Otro informe agregado a la causa AMIA, señala los estrechos vínculos existentes entre los grupos islámicos radicalizados que frecuentaba Elía y un ex comisario de la policía bonaerense de nombre Miguel Alfredo Barcia, quien habría asumido como nombre islámico el de Tarik Ibn.

AL FATAH, LOS MONTONEROS Y EL MOSSAD

El 25 de agosto de 2002, el reconocido periodista Miguel Bonasso, publicó un estremecedor informe de inteligencia militar realizado durante la dictadura, bajo el título "Lo que sabía el 601", referido a la infiltración de los servicios a los montoneros. Bonasso, quien integró la organización, le asigna al informe asombrosa exactitud. En lo pertinente a esta nota, la cita de algunos tramos completa un panorama que ayuda a comprender el entramado de relaciones y enfren-tamientos existentes bajo la superficie.
Dice Bonasso: "El informe del 601 abunda en datos sobre la relación militar entre Montoneros y Al Fatah, que había sido imprudentemente publicitada en una entrevista concedida al semanario espa-ñol Cambio 16, por el jefe de la estructura militar, Horacio Mendizábal, quien luego caería en combate, durante la primera Contraofensiva. La revelación de "Hernán" o "el Lauchón", como se conocía a Men-dizábal en Montoneros, causó alarma en el alto mando palestino y atrajo definitivamente sobre los guerrilleros argentinos la inquietante mirada del Mossad israelí. Que, según algunas fuentes, nutrió con información al 601".
Dice el informe del Batallón 601, Ser-vicio de Informaciones del Ejército, citado por el periodista de "Página/12": "...posteriormente, los militantes convocados para realizar cursos en el Líbano, rea-lizaban un curso completo (de dos meses de duración) de adoctrinamiento político, en base del ‘Manual Roqué‘, en Madrid, y luego viajaban para realizar la instrucción militar en Medio Oriente". El documento de inteligencia nombra a los Montone-ros como "BDT" (banda de delincuentes terroristas). "La instrucción militar que brinda Al Fatah a la BDT obedece a convenios firmados en 1978 por el DT (NL) Horacio Alberto Mendizábal (NG) ‘Hernán’ y el responsable militar de Al Fatah, Abou Jimah. En estos convenios constan los compromisos, por parte de ésta, de prestar ayuda en cuanto a la instrucción militar y la compra de armamento y, por la BDT, de instalar una planta de elaboración de explosivo plástico (exógeno), disponibilidad de personal técnico para ello, mantenimiento y producción (esta última de mantenimiento y producción exclusiva de la OLP-Al Fatah)".
Bonasso considera que "Al ‘Instituto’ no le preocupaba mucho la solidaridad política de Montoneros con la causa palestina; inclusive el hecho notorio de que sus representantes en Asia, África y Medio Oriente fueran ‘en alguna medida, los portavoces oficiales de los palestinos en cuestiones relacionadas con el Depto. América de Al Fatah’. Pero –alguna vez lo advirtió– no iba a tolerar una alianza militar".
Si la apreciación del periodista fuera correcta, la existencia de militantes montoneros en el círculo íntimo del diplo-mático iraní considerado organizador de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA podría brindar nueva luz sobre las masacres de 1992 y 1994 en Argentina.
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Octubre de 2002
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