Si ustedes ponen un sapo en una olla con agua al fuego, el sapo nadará tranquilamente dentro de la olla mientras el agua se calienta lentamente. El aumento de temperatura del agua no alarma al sapo, que lentamente se acostumbra a nadar en aguas con temperaturas cada vez más altas. Hasta que llega un momento en que el sapo queda flotando panza arriba en el agua, muerto. Se cocinó sin darse cuenta siquiera. Hace unos días el diario Perfil publicó que el Gobierno negocia con Irán congelar la causa de los atentados de la AMIA y la Embajada de Israel, a cambio de que Irán aumente sus compras en Argentina. El Gobierno considera que de esos atentados "nadie se acuerda ya" y que es mucho más importante que ingresen dólares al país en vez de darle justicia a un grupúsculo de judíos que cada tanto gritan en un acto público al que cada vez concurre menos gente. Argentina no solamente dejara de perseguir a los asesinos de 115 personas en los dos peores atentados que ocurrieron en Argentina sino que encima hará buenos negocios con ellos. Pero hay algo peor aun. El piquetero oficial del Gobierno, Luis D'Elia está armando un partido político en la Provincia de Buenos Aires con fondos provenientes de Irán. O sea que vamos pronto a tener a los iraníes gobernando en la provincia de Buenos Aires.
QUE NO NOS PASE IGUAL QUE AL SAPO
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