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Investigación
Un estudio comparado sobre el antisemitismo contemporáneo

Por Lic. Patricio A. Brodsky
patobro@interlap.com.ar
El odio antijudío es una enfermedad social que corroe a la humanidad hace más de 2000 años, y que tiene una fuerte apoyatura ideológico-cultural que se reproduce en forma sutil a través de la perpetuación de ciertos estereotipos (imágenes caricaturescas) acerca de "El Judío" que posee cada sociedad.
Hace más de 70 años que se vienen produciendo estudios sistemáticos acerca de la personalidad antisemita; entre los estudios científicos pioneros en la materia (algunos de ellos contemporáneos al Nacional-Socialismo) podemos citar la investigación sobre Autoritarismo y Familia que dirigiera Max Horkheimer en Alemania a principios de la década de 1930, el monumental estudio dirigido por Theodor Adorno sobre la Personalidad Autoritaria llevado a cabo en EE.UU. en 1949, también el Estudio del Antisemi-tismo dirigido por Gino Germani en Argentina en 1964. Todas estas investigaciones (más algunas de corte psicoanalítico que se llevaron a cabo en las décadas de 1950 y 1960 fundamentalmente en los EE.UU.) han comprobado que en nuestras sociedades contemporáneas existe un fuerte componente autoritario, prejuicioso e intolerante con el "alter", con el distinto.
Estos estudios han descubierto que aproximadamente una cuarta parte de la población posee algún tipo o grado de prejuicios antisemitas; aunque hay que tener presente dos cosas, por un lado que cierto tipo de prejuicios y estereotipos se extienden mucho más allá de ese 25% y por otro lado, que los prejuicios de ese cuarto de la población, en la mayoría de los casos, tiene un carácter totalmente inconsciente, a tal punto que cuando se los confronta con sus propios prejuicios suelen responder con genuina sorpresa... "¿antisemita yo que tengo un amigo judío?".
Gino Germani en sus estudios descubrió que existen dos tipos de antisemitismo: el tradicional y el ideológico. El del primer tipo es el que se corresponde con estas formas inconscientes, acepta pasivamente los estereotipos sociales y los reproduce inconscientemente a través de los chistes y frases estereotípicas. El del segundo tipo es el más peligroso, es el militante, el nazi o neonazi consciente, este grupo, normalmente representa una proporción ínfima de la sociedad.
Las investigaciones en la materia, habitualmente buscan indagar acerca del primero de estos grupos, es decir, para clasificar a una sociedad según su grado de antisemitismo es necesario saber cuán extendidos están los prejuicios y estereotipos más sutiles pues será este grupo el más numeroso y de mayor importancia a la hora de combatir al antijudaísmo.
En relación al estado actual de las investigaciones sobre el prejuicio antisemita en el mundo, he realizado una investigación sobre datos secundarios (datos tomados de otras investigaciones anteriores, cabe aclarar que no en todas las investigaciones se interrogó sobre lo mismo, de allí que en muchos casos las estadísticas no abarcan a todos los países involucrados y tampoco es factible "hacer un ranking" de países antisemitas) las investigaciones que originaron estos datos giran en torno a los estereotipos antijudíos que se realizaron en alrededor de treinta países entre 1993 y 2002 por tres instituciones:
a) La Liga Anti-Difamación de la B'nei Brith (Anti-Difamation League)
b) El Centro Internacional de Estudios Sobre Antisemitismo "Vidal Sassoon" de la Universidad Hebrea de Jerusalem
c) La Asociación Mutual Israelita Ar-gentina (A.M.I.A.)
Los resultados más relevantes de estas investigaciones son los que siguen:
En principio podemos recordar que existe un viejo estereotipo que coloca al judío como un comerciante "explotador" que domina la economía mundial, en este sentido, y confrontados ante la afirmación de que "Los judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios", hallamos con sorpresa que el 72% de los judíos israelíes está de acuerdo con dicha afirmación. Este prejuicio aparece con mucha fuerza también en Eslovaquia (64%), España (63%), Hungría (55%). Asimismo en otra cantidad grande de países vemos que este prejuicio está presente entre el 48 y el 32% de los entrevistados), estos países son Polonia, República Checa, Bélgica, Francia, Italia, Austria, Argentina, Suiza y Alemania. En nuestro país cerca del 40% opina de esta manera.
Vinculado con esta cuestión una segunda afirmación gira en torno a la creencia en que "Los judíos tienen demasiado poder en la política mundial", en este caso hallamos que en Austria, Brasil y Eslova-quia poco más de la mitad de los encuestados estuvo de acuerdo con esta idea, mientras que en otros países como Polonia, Alemania y Hungría quienes opinaban de esta forma eran poco más de cuatro de cada diez sujetos.
Al respecto de este estereotipo, ya no en función de la política internacional, sino de cada país en concreto hallamos que en Hungría un 39% de los encuestados acordaron con la frase "Los judíos tienen demasiado poder-influencia en nuestra sociedad", en Polonia quienes piensan de esta forma representan al 37%, mientras que en Eslovaquia y la República Checa poco menos de tres de cada diez opinaron de esta forma. En nuestro país piensan de esta manera uno de cada cuatro individuos.
Otro viejo estereotipo construye una imagen del judío como desleal y traidor; en este sentido, se introdujeron una serie de ítems destinados a indagar sobre este aspecto. En primer lugar confrontados ante la proposición "Los judíos utilizan artimañas y engaños para obtener lo que necesitan", en España, Austria, Suiza e Italia alrededor de tres de cada diez personas dan por válida esta idea. Si bien en el resto de los países las opiniones de este tipo no suman más allá del 20% de las adhesiones, es de destacar que el 14% de los judíos israelíes opina de esta manera.
En segundo lugar, y en relación a las "acusaciones" de traición, un viejo prejuicio "externaliza" al judío, lo cosifica como un "algo" ajeno a la sociedad en la cual viven, a estos fines se introdujo la frase "Los judíos son más leales a Israel que al propio país del cual son ciudadanos y donde viven". Es de destacar que en España hay un fuerte prejuicio al respecto ya que el 72% está de acuerdo con esta idea. Le siguen los italianos con poco menos de seis de cada diez entrevistados opinando de esta forma, mientras que en Alemania, Bélgica, Austria, Suiza, Holanda y Dinamarca las opiniones afirmativas oscilan entre el 55% y el 45%).
Siguiendo con los estereotipos, introdujimos ahora dos ítems de suma importancia ya que refieren a supuestas características particulares de los judíos, lo cual es un fuerte indicador de la presencia de un estereotipo, debido a que no se puede hablar de características generales de ningún grupo humano, este tipo de generalizaciones son estereotipantes.
A este respecto y confrontados con la afirmación que "Los judíos poseen pautas de conducta que generan hostilidad en su contra", volvemos a ver con sorpresa que los judíos de Israel, y en referencia a los judíos de la diáspora, un 55% está de acuerdo con esta proposición. Compara-tivamente, nos llama la atención que en países con una fuerte tradición antisemita como Polonia, Austria, Eslovaquia o Checoslovaquia, las opiniones afirmativas con relación a este estereotipo alcanzaron el 19%, el 14%, el 14% y el 6% respectivamente, mientras que en Israel triplican o cuadruplican estos valores.
Una primer aproximación a este problema nos mostraría que nos hallamos ante la posibilidad de un mecanismo de defensa de carácter socio-psicológico el cual llevará a colocar la visión de los prejuiciosos en ojos de las víctimas del prejuicio, esto funcionaría aproximadamente así, si el antisemitismo tiene su origen en características conductuales de los judíos diaspóricos, bastará la desaparición de los judíos de la diáspora para que desaparezca el antisemitismo, de esta manera se logra una "tranquilidad" psicológica pues el problema ya no será el antisemitismo (el cual amenaza a todo judío), sino la conducta del judío diaspórico.
Vinculado al ítem anterior existe una segunda proposición que reza lo siguiente: "Los judíos poseen características irritantes", es notable que aquí encontramos nuevamente a los españoles al frente con una tercera parte de los mismos acordando con esta afirmación, seguidos por los japoneses 21%, los norteamericanos (20%), los suizos (17%), los italianos (12%) y austriacos (11%).
En los últimos años, y debido en gran medida al impacto de la propaganda neonazi y antiisraelí, comienzan a vislumbrarse nuevas formas de judeofobia, la principal de las cuales es intentar mostrar a las víctimas como victimarios, esto es acusar a Israel de ser un Estado genocida. Parte de este proceso se basa ideológicamente en intentos de relativizar el asesinato judío a manos de los nazis; en este sentido se introdujo la afirmación "Los judíos exageran y sacan provecho de su persecución durante el Holocausto". Destacamos aquí que los valores más altos de acuerdo con esta idea se aprecian en Alemania (58%), España (57%), Suiza (52%), Francia (46%), Italia (43%); en relación a estos valores podemos afirmar que las opiniones tanto de los alemanes como de los suizos podrían tener sus fundamentos en el hecho de que estos dos países se beneficiaron con la Shoá, el primero por el saqueo de los bienes de los 6.000.000 de judíos asesinados (y de los bienes de los sobrevivientes) y por la explotación del trabajo esclavo durante la segunda guerra mundial; mientras que el segundo se benefició con el ingreso a su sistema bancario de la mayoría de los bienes apropiados en forma indebida por los nazis; entonces, a la hora de tener que devolver los bienes a sus legítimos dueños y tener que hacer frente a las indemnizaciones por su conducta inmoral aparecen estas críticas dirigidas, otra vez, hacia las víctimas.
En relación con este ítem nos llama la atención la falta de información que existe en nuestro país sobre la Shoá, debido no solo a que un 27% de los argentinos está de acuerdo con que "Los judíos exageran y sacan provecho de su persecución durante el Holocausto", sino que además, un 78% de los encuestados no puede precisar a que nos referimos cuando nombramos Auschwitz, Treblinka y Dachau, mientras que el 80% no conoce el significado de la Estrella de David de color Amarillo. Pero, por otro lado, el 71% de los argentinos considera necesario conservar la memoria del exterminio judío a manos de los nazis, mientras que el 62% acuerda con la necesidad de que en nuestro país se sepa más sobre el exterminio judío por los nazis, y finalmente un 65% cree necesario que la temática del Holocausto debería ser incluida en los planes de estudio escolares de Argentina.
Para finalizar quisiera dejar sentado que es indispensable conocer las formas que asume la judeofobia para enfrentase con ella en todos los ámbitos; hoy en día, y como dije en mi artículo anterior asume la forma del antisionismo, pero no hay que perder de vista que poco a poco se van perdiendo las inhibiciones morales ante el antisemitismo que surgieron a causa del sentimiento de culpa colectiva que sintió el mundo entero por el abandono de la judería europea a manos de los nazis y hoy en día el antisemitismo ya no es condenado como antaño, al contrario, cuando uno denuncia al antisemitismo se lo "acusa" de sionista, desnudando con esto por cuales andariveles corre hoy el pensamiento judeofóbico.
Quisiera terminar con el ítem quizás más directamente antijudío de todos los aquí investigados, este se basa en las opiniones sobre la afirmación "La aniquilación de los judíos trajo consecuencias positivas para nuestro país", en este sentido, hallamos que los polacos van encabezando el ranking de antisemitas, ya que el 34% acuerda con esta idea; le siguen los austriacos 20%, los húngaros 16%, eslovacos 15% y checos 11%. Es horrorosa la sola idea de que alguien pueda encontrar positivo el extermino judío, estas últimas estadísticas reavivan la necesidad y nuestro compromiso para perpetuar la memoria de lo ocurrido durante la Shoá y a no bajar la guardia en el combate contra los prejuicios y estereotipos; ya que sobre este tipo de imagen caricaturescamente deformada es sobre la cual opera el pensamiento autoritario para construir consenso.
La Shoá no es pasado, durante más de 2000 años lentamente se fue construyendo una ideología que naturalizó el exterminio de los judíos; la mala noticia es que esa ideología junto con los prejuicios que la originan están muy lejos de haber desaparecido; por el contrario, son un peligro real que día a día se vuelve más tangible y que encuentra una importante aliada en la ignorancia; de allí la necesidad imperiosa de combatir los prejuicios y los estereotipos como base para preservar la memoria de la Shoá. Pues el miedo y la ignorancia construyen al otro como enemigo, y ese otro, no hay que dudarlo somos cada uno de nosotros..
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El Lic. Patricio A. Brodsky es Sociólogo, Docente-Investigador Universidad de Buenos Aires

Junio de 2003
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