El ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman criticó duramente al Ministerio de Exteriores sueco por afirmar que la condena a la embajadora sueca en Israel, Elisabet Borsiin Bonnier, contra el periódico de mayor circulación Aftonbladet, --que hizo rodar la historia de que Tzáhal mata palestinos para robarles sus órganos y traficarlos--, no representa la postura del gobierno de Estocolmo. "Es una vergüenza que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia no interviene en un caso de libelo de sangre contra los judíos. Esto recuerda la posición de Suecia durante la Segunda Guerra Mundial, cuando tampoco intervinieron", dijo Lieberman. Según el canciller, "La historia publicada esta semana es una continuación directa de los Protocolos de los Sabios de Sión y los libelos de sangre, como el juicio Beilis, en el que fueron acusados los judíos de emplear la sangre de niños cristianos para las matzot de Pascua". Lieberman presentará una queja oficial ante el Ministro de Relaciones Exteriores sueco Carl Bildt por el rechazo del Ministerio de Relaciones Exteriores de la condena de la Embajada de Suecia. También dio instrucciones a su oficina para examinar la posibilidad de que la Oficina de Prensa del Gobierno revoque el carnet de la representante del periódico Aftonbladet en Israel, y negar ayuda o colaboración con el periódico sobre cualquier asunto.
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