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De lo nuestro lo peor

Por Samuel Borodowski
boroprensa@hotmail.com
El Dr. Norberto Oyar-bide, juez Federal de la Nación, con despacho en el Tribunal de Comodoro Py 2002 de esta Capital, después de conformar el expediente, y visto y considerando la situación del Ban-co Mayo, llegó a la conclusión que su máximo representante, Rubén Beraja, es el jefe de una asociación ilícita, poniéndolo a disposición permanente de la Justicia bajo prisión preventiva.
Vivió y gozó de todos los privilegios y beneficios que el corporativismo del otrora gobierno de Carlos Saúl Menem prestaba a sus allegados, por amistad o hermandad. Lo cierto es que también Beraja creyó en la eternidad de su existencia y omnipotencia, tratando de alcanzar el podio menemista reservado a los ganadores.
Estafó al Estado (patrimonio de todos) tutelado en aquel entonces por Pedro Pou al frente del BCRA, a quien se tildó de antisemita. Hoy tengo mis dudas al respecto, y dos son los items que surgen: Por un lado, Pou se desempeñó con estricto celo profesional tratando de cumplir las exigencias estatutarias. Por el otro, queda por pensar si desde las esferas de La Rosada no le indicaron bajarle el pulgar al Banco Mayo, porque a los fines y objetivos políticos, Beraja ya no les servia. Sin entrar en mayores especulaciones, lo cierto es que los delitos existieron.
El dinero de los redescuentos que le otorgo el Banco Central, se evaporó a través de maniobras “ non santas” y terminó a favor de sociedades conformadas por Beraja y asociados, miembros muchos de esa sociedad perteneciente al consejo consultivo del Ma-yo. Una sociedad sórdida, que no sólo defraudó al Estado, sino que se apropió de los ahorros de sus clientes, quienes confiaron en la figura de su presidente. Sin distinción de edad, han quedado en la ruina pe-queños ahorrista que en forma denodada, con mucho esfuerzo, guardaron moneda sobre moneda para mitigar sus necesidades más perentorias.
Escribí hace unos años, que la palabra Mayo era totalmente intrascendente. Julio, Enero o Diciembre hubiera sido lo mismo. El aval de confianza era su Presidente, Rubén Beraja, hombre considerando “pro-bo” (...) cuya figura había tomado estado público en el orden nacional e internacional. Llegó a Presidente en la DAIA y a la vicepresidencia del Congreso Judío Mundial.
Beraja siempre negó la veracidad de la existencia de mesas de dinero, como así también la conexión del Banco Trust Inversiones SA con sede en la calle Buenos Aires 848 de la Ciudad de Montevideo, y otra en Cai-mán en forma directa y societaria del Mayo.
Cabe consignar que su capacidad laboral le permitía supervisar todo, hasta hacer que todo girara a su alrededor.
Por tiempo y espacio es imposible transcribir nuevamente la cantidad de sociedades, los montos otorgados a cada una de estas, y su composición ya que en su oportunidad este mensuario lo publicó con todo lujo de detalles, causando el asombro de sus lectores, y que constan en el expediente judicial.
El tiempo todo lo puede. La ambición desmedida, enfermiza y maliciosa, en-contró en Beraja un muy buen caldo de cultivo a través de sus socios, quienes realizaron negociados a espaldas de muchos integrantes de la sociedad consultiva del banco. Por lo menos así lo dicen...
La relación con miembros del gabinete menemista era un aval más que suficiente para entrar por la puerta grande de los negocios.

LA IMPUNIDAD
Su estrepitosa caída me fue anunciada desde La Rosada casi 6 meses antes del hecho. Lo que por cierto ni Beraja ni sus socios ignoraban, por lo tanto ha-bía que ganarle tiempo al tiempo, y acumular con la mayor celeridad posible las riquezas.
Muchos dicen que Car-los Menem lo dejó sólo cuando no pudo acallar las voces de repudio a su Go-bierno después del atentado a las sedes de la Embajada, y la AMIA, a través de los familiares de las víctimas repudiando la falta de compromiso para esclarecer los luctuosos y aberrantes he-chos donde murieron inocentes, aun sin resolver.
Beraja, no cabe duda alguna, fue la cabeza visible que usó la Institución Banco Mayo para cometer tantos ilícitos, por el que hoy está detenido en una cárcel VIP.
La caída del Banco Mayo fue una vergüenza que debió afrontar la comunidad judía, y que ciertamente aprovechada, con justa razón, por aquellos ra-cistas antijudíos que nunca faltan.
Pero hoy, debemos sumar un nuevo bochorno, que es la de la visita de más de treinta judíos ortodoxos de la comunidad se-faradí, al Alto Tribunal para pedir por su libertad, argumentando que la Halajá así lo dispone para con un judío.
Seguramente no han meditado sobre las consecuencias de tamaña vergüenza, aún inexplicable con el uso de la razón.
Para graficarlo mejor, voy a contar un hecho real. En una de las conversaciones mantenidas con Rubén Beraja en su bunker de la calle Sarmiento, cuando el banco tenia sus puertas cerradas, me manifestó su voluntad de devolver el dinero, por lo menos a los pequeños ahorristas, algunos de los cuales debieron ser hospitalizados por la desesperación de quedar de la noche a la mañana en total indigencia. Le manifesté que era necesario avalar sus dichos porque la única forma de tener credibilidad, era comprobando de alguna manera la seriedad de sus dichos.
Mencionó a varias personas, entre las que se ha-llaba el Rabino Serruya.
Su secretaria de aquel entonces, (5 años transcurrieron) me informó de la imposibilidad de ser atendido por el Rabino, ya que se hallaba enfermo de la columna, y necesitaba guardar absoluto reposo con la posibilidad, por lo grave de la lesión, de afrontar una intervención quirúrgica. La única posibilidad que quedaba era trasmitirle mi in-quietud, y volver otro día para saber la respuesta.
La sóla mención de Rubén Beraja lo montó en cólera, y sin arte ni parte sufrí los embates de su ira. “Cómo pretende que el Rabino sea aval moral de ese señor, si se quedó con $ 180.000 = de la comunidad”. Giré sobre mis pasos, me fui, y no volví nunca más.
Hoy, el Rabino Abra-ham Serruya y el Rabino Chehebar, han sido los ideólogos, quienes junto a otros fueron los encargados de llevar el requerimiento a la Camara federal haciendo entrega de la nota.
El Rabino Chehebar debería recordar cuando el detenido fue expulsado de su comunidad, ya que la grey judía sefardí así se lo pidió, y hoy están consternados por lo que consideran una verdadera injusticia, Pero como la palabra del Rabino es ley... a cerrar la boca...
¿Qué se está cocinando entre gallos y medias no-ches?
¿Será un pacto de silencio?..¿Será un acuerdo con beneficio de inventario?...
No cabe duda que Be-raja también fue un gran filántropo. Hoy debemos preguntarnos…¿con dinero de quien?.
¿Qué pasa con estos Ra-binos Ortodoxos de la Co-munidad Sefardí?. ¿Han bo-rrado de sus mentes los rostros de hombres y mujeres que fueron a pedir ayuda por haberse quedado con un mísero papelito que hacía las veces de recibo oficial...? ¿Esta es la función pastoral?
Rabinos, por respeto a sus investiduras, sería bue-no que mediten el daño que están causando, y respondan a la sociedad toda, en este momento de recordación del genocidio argentino sobre los 1800 judíos en los campos de la ESMA y tantos otros. ¿Dónde estaban y qué hicieron para protegerlos?
En el periódico ortodoxo La Voz Judía, número 314, página 3, aparece una nota firmada por Abraham Berg, allí, este carnicero kasher devenido a periodista, dice: “declaramos desconocer lo acontecido con el Banco Mayo, ya que la Prensa se ensañó con este caso, mostrando la hilacha antisemita mal disimulada con cantidad de suposiciones y falsedades, prejuzgando hechos que no conocían, Y NO FALTO AL-GUN PERIODISTA JU-DIO RENEGADO QUE DIO RIENDA SUELTA A SU ODIO PUBLICANDO INFAMIAS INCALIFICABLES”
Le contesto, que la Pro-fesión de Periodista es un verdadero apostolado al servicio de la verdad. Nuestro trabajo en los medios sirve para darle voz a los sin voz, cuyas expresiones in-terpretamos y damos a co-nocer. No necesitamos de su inexperiencia, ni de su falsedad al afirmar desconocer la situación del Banco Mayo. En todo caso, no tiene más que concurrir al juzgado del Dr. Oyarbide, leer el extenso expediente, o llamar al Dr. Mateo Corvo, quien patrocina a cientos de ahorristas estafados. Por otro lado, es necesario me haga saber el nombre del o los Periodistas judíos renegados... para que podamos co-nocerlos. Sus injurias gratuitas nos afecta a todos por igual, Y si no lo hace publicándolo en el medio que Ud. utiliza para permanentes agravios y nos lo hace conocer a los que escribimos en LA VOZ y la opinión, tenga por seguro que se lo voy a exigir a través de la justicia. Usted está muy lejos de ser el dueño de la verdad, Es uno de los tantos que viven para matar al mensajero dejando de lado al autor de los mensajes. Gente como Ud. prefiere callar, permitiendo que miembros de nuestra comunidad sigan con sus atropellos. QUEREMOS VIVIR EN TOTAL LIBERTAD Y PLENA DE-MOCRACIA, sin restricciones al derecho de opinar y denunciar, sean judíos o no, lo que nos enaltece en una sociedad pluralista.
El día 23 del mes de marzo del corriente año, se llevó a cabo en el 5° piso de la AMIA una conferencia de Prensa. Casi todos los medios se hicieron presentes. En dicha oportunidad, su titular, el Licenciado Abraham Kaúl, al darnos la bienvenida, acotó sentir vergüenza porque la AMIA tardo 28 años en reconocer que 1800 judíos fueron doblemente torturados por su condición, mientras mar-chas militares de la época hitleriana acompañaban las sesiones de tortura.
Próximamente una pla-ca recordatoria será puesta en la plaza seca de la Ins-titución Judía para mantener siempre fresca la memoria.
Al hacer uso de la palabra el Rabino Daniel Gold-man, el mismo que desde su libelo atacan, y el responsable espiritual de la Comunidad Bet-El, adonde acuden permanentemente personas sin recursos a comer, dijo, “QUIERO RE-CORDAR A MI MAESTRO RABINO, MARSHAL MEYER, Z``L, quien junto al Presbítero Yrigoyen aquí presente, no claudicaron por los derechos humanos, golpeando las puertas de los cuarteles y la del genocida de la dictadura Rafael Videla, poniendo en riesgo sus propias vidas”.
SEÑOR BERG. La re-ligión debe defender la vida y no la muerte, pero también la memoria.
Cabe recordar también que durante los cruentos combates en Israel, sus ra-binos, conocedores hasta de memoria de la Torá, justifican con piedras tiradas so-bre las ambulancias que llevaban a los heridos a los centros hospitalarios, que los sábados, día del descanso, está prohibido manejar...
Con su forma de pensar, estoy seguro que eso, Ud. también lo aprueba. •
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Abril 2004 - Nisan 5764
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