LA VOZ y la opinión


Periodismos Judeo Argentino Independinte
Un judío orgulloso, creador de la Criminología:
Cesare Lombroso

Por Moshé Korin
Hace unas semanas mientras paseábamos con mi señora por Verona,
recordaba a Cesare Lombroso, el distinguido profesor y antropólogo
judeoitaliano, considerado el padre de la Criminología, que es la disciplina que estudia científicamente la criminalidad y a los criminales.

Linaje judaico

Miembro de una familia de extensa prosapia judaica, expulsados de España,
se afincaron inicialmente en Túnez. Luego una rama se traslada a Francia, y,
con la expulsión de los judíos de Burdeos, se instalan en diversas regiones del
norte de Italia. Entre los Lombroso prevalecieron los comerciantes pero hubo
también algunos doctos e inclusive, rabinos.

Y todos han dado gran importancia al linaje judaico, siendo asimismo grupos
familiares muy unidos.

En Verona (región del Véneto-Lombardo), la ciudad en la que transcurre el
drama de Romeo y Julieta de Shakespeare, nace Cesare Lombroso el 6 de
noviembre de 1835. El verdadero nombre de Cesare es Iejezquíel Mordejai,
tal como es inscripto en el Registro de Nacimientos Nº 2 de Verona.

Es el tercer hijo en nacer del matrimonio entre Aaron Lombroso y Tzipora
Levi (un abuelo de ella había sido miembro del Sanhedrín en los días de
Napoleón). Fueron seis los hermanitos (cuatro niños y dos niñas), pero dos
fallecieron (una niña a los 2 años y un niño a los 10).

El padre era un hombre tímido y con poca disposición para el comercio, que
sólo se sintió aliviado cuando pudo reemplazar esta actividad por una función
en la sinagoga sefardita, y dedicar más tiempo al estudio de libros sagrados.
La madre fue desde muy joven revolucionaria y patriota, velaba por la riqueza
espiritual del judaísmo al tiempo que era una decidida partidaria de una educación liberal, y ejercía importante influencia en el hogar.
Su infancia transcurre en un castillo de Verona como también en la casa de los
abuelos paternos en Chieri, en el Piamonte.

Precoz talento

Cesare —como muy pronto lo llaman en la casa— demostró desde muy
pequeño una muy buena memoria visual y olfativa, con recuerdos desde la
hora más temprana. Muy precoz talento infantil, es asimismo premiado en la
escuela por una composición.

Durante casi tres años soportó en su infancia el alojamiento de un parásito
intestinal, la tenia, que origina mucho hambre y también provoca dolores; hasta
que un médico consiguió curarlo.
Cursa sucesivamente en la Escuela de Gramática, luego en la Escuela de
Humanidades y, hacia fines de 1842 comienza a asistir a la Escuela Superior
Comunal.
Es lector de los clásicos latinos, Lucrecio y Horacio, Plutarco y Tácito al igual que del Dante.

Criminología Lombroso 2013

En 1848 durante la revuelta política contra los austríacos —que dominan
vastas regiones italianas—, el joven Cesare escribe un par de monografías
históricas sobre los romanos y sobre su agricultura.
Le aburren un tanto los maestros escolares pero en cambio muestra gran
interés por los libros. A sus quince años deja la escuela para estudiar
particularmente con el Prof. Sandri, reconocido botánico de Verona.

Desengaños

A los dieciocho años, le impacta tomar conocimiento de que un libro suyo que
había desaparecido en una tarde compartida con amigos en la playa, aparece
tiempo después en una librería, averiguando que fue su amigo Righi quien se
lo robó y lo vendió. Se trata de un joven de muy buena posición económica,
y acá vemos cómo el delito, el hurto en este caso, va a impactar en el joven
Lombroso.

Además de la decepción por perder a un amigo, también vendría el tiempo del
desengaño amoroso. Cesare a los veinte años se enamora de una joven judía
de diecisiete años, Eloísa Della Zara —pariente lejana suya—. Era una niña
morena y muy atractiva, a la que le escribe varias cartas apasionadas que, sin
embargo, no se anima a enviar. Poco tiempo después ella se casa, y esto hace
que Cesare se marche de Padua para continuar los estudios en Viena.

Universitario

Cesare tenía predilección por continuar estudios universitarios en Historia,
aunque su madre que era una mujer muy práctica le aconsejaba que estudiase
Derecho. Pero finalmente pesó más la opinión del doctor Paolo Marzolo,
que le sugirió la conveniencia de seguir Medicina, para que ampliase su
cultura psicológica mediante la observación de enfermos mentales. Lombroso
comienza entonces la carrera de Medicina en la Universidad de Pavía,
continuándola poco más tarde en la Universidad de Padua. La frustración por
la boda de la joven Eloísa, a la que amaba en silencio, lo llevó a ir a estudiar a la Universidad de Viena, pese a alinearse siempre con las tropas locales que querían expulsar a los austríacos.
Si bien en Pavía tuvo maestros de primer orden, como Bartolomé Panizza y
Paolo Mantegazza que incidirían de manera importante en su formación, sólo
al llegar a Viena reconoce a una auténtica universidad, en particular porque a
las aulas y bibliotecas se le sumaban laboratorios y clínicas.
Hacia fines de 1856 retorna a Pavía, donde emprende estudios sobre el
cretinismo, indicando la mejora de las condiciones del agua como profilaxis
y el uso del yodo como terapia, medidas que sólo se concretarían medio
siglo más tarde. El 13 de marzo de 1858 (con 22 años de edad) se gradúa
de médico, con todos los honores. Con su tesis, “El cretinismo en Lombardía”
recibe el título de Doctor en Medicina de la Universidad de Génova el 19 de
julio de 1859.

Médico del Ejército

A poco de doctorarse, publica sus “Fragmentos Médico-Psicológicos” en los
que postula la necesidad de adoptar también el método experimental en el
estudio de los alienados.
Son tiempos de agitación política en los que el Piamonte —bajo el liderazgo
de Cavour— se alía a Francia para entrar en la guerra contra Austria.

Criminología Lombroso 2013

Lombroso acude al llamado de voluntarios, ingresando como médico al ejército
piamontés, y desarrollando intenso trabajo en la cura de los soldados que
enferman de tifus o de cólera. Participa también en las triunfales y angrientas
batallas de Magenta y Solferino. Aquí se sorprende por los tatuajes
obscenos de algunos soldados, gestando las primeras interpretaciones sobre
las inclinaciones delictivas en ciertas personas. Pero, de suma importancia es
su descubrimiento del atributo desinfectante del alcohol.

Concluidas las batallas, por las que es condecorado, los superiores lo
persuaden para que continúe en el ejército, donde el 8 de septiembre de 1861
es promovido a Médico del Batallón de Primera Clase.

Distinción

Luego es trasladado al sur, a Calabria, donde el ejército enfrenta a los
pistoleros. Allí comienza sus observaciones acerca de los delincuentes.
En mayo de 1863 en la Universidad de Génova, Lombroso ejerce como
Docente Privado de Psiquiatría. Por vez primera, en las clases se presenta
a los enfermos mentales. Allí distingue entre el enfermo mental y el
delincuente, planteando la necesidad de que los psiquiatras puedan ilustrar
a los jueces sobre la responsabilidad criminal. A partir de 1864 obtiene la
Cátedra de Clínica de Enfermos Mentales. Ese mismo año publica “Genio y
locura”, donde analiza la relación existente entre los genios y la locura.
En 1865 deja el ejército; al cumplir treinta años, tiene ya una docena de
libros publicados. No obstante ello, luego de ayudar con unos préstamos a un
pariente empobrecido, él mismo queda durante más de medio año en situación
de extrema pobreza, alimentándose únicamente con castañas hervidas en leche.

Vuelve al ejército durante una nueva campaña contra los austríacos, que
termina pronto y mal; retirándose definitivamente de las fuerzas armadas en
1866. Ante una epidemia de cólera que ataca Italia, Lombroso realiza una
pródiga tarea en Treviso.

En 1867 funda la Revista Trimestral Psiquiátrica, la primera de Italia en
su género; al año siguiente lo designan Médico-Jefe de la Sección de
Enfermedades Nerviosas, en Pavía.

Tiempo de convites

Lombroso tenía muchas exigencias para su futura esposa. Además de ser
bonita y buena amante, práctica para las cosas de la vida cotidiana (donde
él no se distingue precisamente) y eficaz colaboradora, tendría que ser
inteligente, enérgica y poseer muy buena salud. ¡Ah…! ¡Y por supuesto, ser
judía…!

Cuando ya sus padres desesperaban por la soltería del joven médico, éste
dio con una muy delgada y bonita joven judía de Alejandría, de largas trenzas
negras que parece reunir los requisitos reclamados (ella es hija de una
acaudalada familia de banqueros). Luego de un noviazgo de medio año en el
que hubo frecuente intercambio epistolar, llega sí el tiempo de los convites y
la boda. Al conocer a la nuera, los padres de Cesare Lombroso se reconcilian
con él, ya que se habían enfadado porque se había comprometido sin su
consentimiento.

Criminología Lombroso 2013

En Alejandría, con ceremonia civil y rito religioso judaico, la boda se lleva
a cabo el 10 de abril de 1870. Los contrayentes, Cesare Lombroso (de 34 años) y la joven Nina Benedetti (de 21), viajan luego a Italia donde se instalan.
El matrimonio de Cesare y Nina tiene cinco hijos: las dos niñas mayores y
luego, tres varones (de estos últimos, uno fallece de difteria a los cinco años; y otro, de tifus, a los veinte).

Descubrimiento

En 1871, por petición del Consejo Provincial, Lombroso es nombrado Director
del Manicomio de Pesaro, ciudad que da sobre el Mar Adriático. En sólo un
año Lombroso cuenta con una muy importante casuística clínica, al poder examinar a casi cuatrocientos delincuentes, lo que le posibilita desarrollar su
teoría sobre el criminal nato.

Es también el tiempo en el que realiza un descubrimiento anatómico que lo
entusiasma, considerándolo una guía para su conceptualización teórica. En la
autopsia de un maleante llamado Villela, descubre una anomalía en el cráneo
(el hueso occipital con una pequeña cavidad en vez de la habitual cresta)
producto de la atrofia del vermis, algo que es común en estadios primitivos
de la humanidad, o bien en el cráneo de los pájaros. De aquí en más va a
sostener la existencia de malformaciones que dan lugar a la persona delictiva.

A esto se le suma un trabajo que publica en el Instituto Lombardo sobre sus
conclusiones luego de la autopsia de un tal Verzeni, violador y estrangulador
de mujeres, lo que lo llevará a explicar cierto tipo de delincuente por causas
atávicas.

Un año más tarde —de retorno en la Universidad de Pavía— Lombroso
publica “Memorias sobre los Manicomios Criminales”, impulsando la idea de
crear nosocomios para criminales y tratando de evitar que los locos vayan a
prisión.
La forma de las arcadas superciliares, las enormes mandíbulas u orejas eran
datos de importancia en la configuración de la personalidad anatómica. No
nos olvidemos de que estas ideas eran aún imperantes años más tarde en
nuestro país, cuando uno de los principales delincuentes es apodado “El Petiso
Orejudo”.

Combatiendo la pelagra

Además de las enfermedades mentales y la delincuencia, como ya hemos visto
en el caso del alcohol, Lombroso tiene otras inquietudes en el campo de la
Medicina general. Una de ellas hace a sus aportes teóricos sobre la pelagra,
enfermedad de la piel que en esos años se haya muy extendida (especialmente
entre los marineros), y a la que desde un principio Lombroso sostenía que era
consecuencia del mal estado del maíz. En 1873 se asocia con el químico Carlo
Erba, quien consigue aislar un alcaloide en el maíz estropeado, y, como
resultado la enfermedad comienza a aminorar. Fueron muchas las polémicas
desatadas en torno del aporte conceptual y terapéutico de Lombroso a la
pelagra. Lo que hoy sabemos, es que pese a que la descripción de la etiología
no era correcta, sí lo era la terapia que Lombroso recomendaba a los enfermos
de pelagra.

Bases de la Criminología

Criminología Lombroso 2013

Luego de haber sido rechazado el año anterior, en 1876 consigue el profesor
Lombroso ingresar como docente de Medicina Legal a la Universidad de
Turín (capital del Piamonte), donde se instala con los suyos. Sin embargo,
tiene que superar allí un ambiente hostil, al punto que para realizar sus
estudios debe alquilar por su cuenta un par de ambientes del Convento Franciscano.

Es también en 1876 cuando publica el libro considerado más representativo
de su trayectoria: “Hombre Delincuente” (en italiano como el resto de su obra;
y que en poco tiempo crece en ediciones y traducciones a otras lenguas).
Aquí echa las bases de la Criminología, si bien Lombroso la llama entonces
Antropología Criminal.

En 1880, y con apenas ocho días de diferencia, mueren los padres de Cesare
Lombroso, lo que es un duro golpe para el renombrado investigador. Un año
después, tiene otro muy duro golpe, ya que Leo, su hijo de apenas cinco años
de edad muere, víctima de la difteria. Se acentúa la depresión —algo bastante
frecuente en Lombroso— pero finalmente emerge. Su esposa es siempre fiel
colaboradora.

Los Congresos

Comienza a tener importante repercusión la “Nuova Scola” (Nueva Escuela),
como se apoda la corriente del Derecho Penal inspirada en el Positivismo y la
obra de Cesare Lombroso.
Entre los discípulos y firmes seguidores de Lombroso se hallan sus
compatriotas Enrico Ferri, Escipión Sighele y Garófalo. También el
psiquiatra y organizador del Movimiento Sionista, Max Nordau toma ideas de
Lombroso al escribir “Degeneración”.

El éxito y el fracaso de sus ponencias se alternan en los primeros Congresos
de Antropología Criminal. El primero, realizado en 1885 en Roma constituye
un formidable suceso, con gran aceptación de las ideas de Lombroso. Pero
ya en el segundo Congreso, organizado en París en 1889, prevalece la
opinión de juristas y penalistas franceses, quienes niegan la existencia de un
“delincuente nato”, priorizando en cambio la acción de los factores ambientales
y exógenos. Además, uno de sus predilectos discípulos, Napoleón Colajanni,
vira radicalmente al punto de crear una “escuela antilombrosiana”, lo que
ocasiona un fuerte sinsabor al fundador de la Criminología.

Dialogando con Tolstoi

Desde 1891, Lombroso es Profesor Titular en la Universidad de Turín. Es
una época en la cual ante el fermento revolucionario, Lombroso se incorpora
al Partido Socialista, escribiendo importantes notas en el periódico partidario
“Avanti” (Adelante). Y, además, entra en contacto con la “médium” Eusapia
Paladino, cambiando desde entonces su postura, para reconocer ahora ciertos
atributos al espiritismo, lo que provoca enfado, cuando no burlas, de parte de
sus detractores y opositores.

Luego de lo vivido en el Congreso de París, por cautela, Lombroso opta por
no asistir al tercer Congreso, que en 1893 se lleva a cabo en Bruselas.
Sin embargo, sus ideas vuelven allí a cobrar vuelo, y se considera oportuno
enlazar al Derecho Penal y la Medicina Psiquiátrica —en los términos
lombrosianos—. En 1894 otro golpe muy duro afecta a los Lombroso: víctima
del tifus, fallece el hijo mayor, Aarón Arnaldo, de veinte años de edad.

Criminología Lombroso 2013

En el cuarto Congreso, que se lleva a cabo en 1896 en Ginebra, pese a la
ponencia opositora del grupo liderado por Manouvrier, son los lombrosianos —
en especial, Paul Winkler— quienes llevan la voz cantante. Y ya puede decirse
que se consolida firmemente y difunde expansivamente el reinado de las ideas
psiquiátricas de Cesare Lombroso en el derecho penal de gran número de
países.

Un año después, en 1897 se lleva a cabo en Moscú el Congreso General
de Medicina. En la capital rusa, donde uno de los Grandes Duques lo invita a
alojarse en el Kremlin (paradojalmente, en plena época de terribles “pogroms”
este médico italiano y judío es invitado de honor en Rusia), Lombroso se
entrevista con el célebre escritor, el Conde León Tolstoi y otras relevantes
personalidades del ámbito intelectual ruso.

Antisemitismo

Para difundir mejor sus ideas y contrarrestar a sus opositores, Lombroso
comienza a publicar una serie de artículos en la prensa de distintos países:
Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia, Hungría y hasta
escribe para “La Nación” de Buenos Aires.

Uno de los temas que trata es el antisemitismo. Tema también de su libro
“El Antisemitismo y la Ciencia Moderna”. Curiosamente, en los artículos en los
que aborda el antisemitismo, Lombroso no alude como factor explicativo a
la variable anátomo-patológica, sino a las influencias del medio, afirmando

que aquellos comportamientos de los judíos que los antisemitas repudian, no
son sino respuestas originadas ante causas ambientales. Y hasta afirma que
muchas de las presuntas características étnicas de los judíos no serían sino
características del perfil que comparten con los gentiles de la misma clase
social. Además, pone el acento en la particular situación de los judíos en
los diferentes escenarios de la historia: aquí y allí, remarca, donde se hayan
querido integrar, finalmente eran despreciados, por lo cual aprendieron que
debían aislarse. Y entonces llega la repulsa porque se aíslan…
Incluso, en 1898 “La Nación” de Buenos Aires publica un artículo de
Lombroso, donde éste refleja el impacto del “affaire Dreyfus”.

Misión de los intelectuales

En los comienzos del siglo veinte el prestigio de Lombroso va en alza. Y así
se lo hacen saber los más encumbrados penalistas en el V Congreso de
Antropología Criminal que se reúne en Amsterdam en 1902.
En 1904 Lombroso recomienda que “los sabios, ensimismados y encerrados
en su torre de marfil no deben olvidar que vibrar con el pueblo no rebaja su
condición de intelectuales”.

En Roma y en Turín es homenajeado y agasajado. En la capital italiana, en
1905 cuando asiste al Congreso Internacional de Psicología, en el que se
configura una sección especial dedicada a la Antropología Criminal. Y, en
Turín —la ciudad en la que vive con su familia— es honrado por todos sus
colegas en el VI Congreso de Antropología Criminal, en 1906.

Creador

Tres semanas antes de cumplir los 74 años de edad, Cesare Lombroso
fallece en Turín, el 18 de octubre de 1909 (ese día, no muy lejos de allí, en
París, Henri Bergson cumplía 50 años de edad). Si bien hoy la explicación

Criminología Lombroso 2013

criminológica no considera al delincuente como nato, su búsqueda etiológica
en la anatomía y la fisiología, descartadas durante largas décadas, vuelve
a tener cierta presencia a partir del hallazgo contemporáneo de las bases
bioquímicas que se atribuyen a ciertas psicopatologías. Y hasta la personalidad
criminal —como las personas agresivas en general— tendrían una particular
configuración hormonal y enzimática.

Sea como fuere, Lombroso, aun cuando muchas de sus ideas no tengan
vigencia plena hoy día, ha sido el primero en indagar en la Antropología
Criminal, creando así la ciencia hoy tan formalmente constituida de la
Criminología.

Diciembre 2013 / Tevet 5774
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