Miembros de “La Familia”, un grupo de ultraderecha aficionado del Beitar Jerusalem, fueron detenidos por sospecha de violencia y contrabando de armas, según declaró la policía.
“Las detenciones, llevadas a cabo durante la noche de lunes a martes se decidió después de que actos de violencia fueran cometidos por miembros de La Familia en todo el país”, dijo la policía en un comunicado.
Uno de los fanáticos detenidos es sospechoso de intentar asesinar a un fan de Hapoel Tel Aviv, un equipo de fútbol rival, informaron los medios israelíes. Los dos conjuntos de aficionados, a menudo vistos como la representación de extremos opuestos políticamente, se enfrentan frecuentemente cuando los equipos juegan entre sí.
Los miembros judíos ultranacionalistas de La Familia, cuyo número se cree que ronda en varios cientos, son conocidos por sus sentimientos racistas, anti-árabes y anti-musulmanes. El estadio Jerusalén, donde juega su club es apodado “El infierno” por su clima de hostilidad hacia los equipos visitantes y sus hinchas, con despliegues de refuerzos por parte de la policía a menudo durante los partidos para tratar de prevenir la violencia.
Los partidarios detenidos fueron acusados de “participar en actos graves de violencia, el contrabando de armas y el acceso a los estadios con dispositivos pirotécnicos prohibidos”, dijo la policía, añadiendo que fueron detenidos después de que recibieron información de un informante en el grupo de extrema derecha.
Alrededor de 400 policías y guardias fronterizos participaron en las detenciones, que podrían continuar en los próximos días, añadió el comunicado.
Beitar Jerusalén es el único club en la liga israelí que nunca ha tenido un jugador árabe.
En 2013, algunos partidarios Beitar estaban molestos por la firma de dos jugadores musulmanes de Chechenia, obligando al equipo a contratar guardaespaldas para protegerlos. Las oficinas del club fueron posteriormente incendiadas en un incidente que destruyó todos los trofeos ganados por el equipo.
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