Comunidades


Periódico Judío Independiente
De Villa Crespo a Vilna, vía Varsovia
DE LA MANO DEL IDISH

Por Abraham Lichtenbaum
Soy un agradecido a la vida y por sobre todo al ídish y al pueblo judío.

El idish está ahora en la agenda de unos miles de estudiantes universitarios en todo el mundo. Este verano del hemisferio norte, 500 jóvenes judíos y no judíos del mundo estudiaron y profundizaron el idish y yo tuve el placer de ser el docente de unos 100 de ellos. Enseñé un mes en Varsovia, donde fui invitado por primera vez, y un mes en Vilnius (Vilna o Vilne en ídish), Lituania, donde soy profesor titular en la cátedra de ídish de la Universidad de Vilnius, en la Facultad de Lingüística en su Departamento de Lenguas y Culturas sin Estado.
Mi experiencia académica es única. Durante más de 8 semanas, inmerso en la enseñanza del ídish, crecí junto a mis alumnos en el asombroso aprendizaje de una lengua, porque nadie se imagina “que todavía existan en el mundo jóvenes que se interesen por ella”.

Estudiantes de Rusia, Bielorusia, Ucrania, Polonia, Lituania, Israel, Francia, Bélgica, Italia, Israel, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Alemania, Holanda, Inglaterra, España, Suecia y hasta Japón entendieron el mensaje de la historia, tomaron la posta y no se preguntan por qué. Saben la respuesta: si hubo tan poco, según algunos, ¿por qué quedó tanto? Y ese tanto me permitió una de mis experiencias académicas más enriquecedoras.

Ellos me hicieron reflexionar y con ellos entendí qué es lo que nosotros dejamos de lado y tiramos a la basura porque ya no nos sirve; vienen ellos, lo recogen y se enorgullecen del desafío intelectual que representa entregarse al estudio de 1000 años de creación judía. Y para qué? Mi respuesta es: ¿por qué no? ¿Por qué nos preguntamos el por qué un 20% de no judíos profundiza el ídish y alcanza niveles inimaginables, que representan una gratificación para sus docentes, y no nos formulamos la pregunta: ¿qué hicimos o dejamos de hacer para que nuestros hijos no lo estudien? Deberíamos asombrarnos de nuestros fracasos y no de los logros ajenos.

Caminar por las calles de Varsovia y Vilne, que conocía de memoria por la literatura, seguir preguntándome el por qué sin encontrar respuestas......
Mila 18 ..., el ghetto de Varsovia...., el de Vilna..., las calles que transitara el Gaón de Vilna...., el baldío donde se erguía la Gran Sinagoga...., el restaurante de Volfke, donde se comía kishke relleno por metro y se conseguía el mejor shavel de Lituania...., las callejuelas angostas, donde hoy un auto para doblar en la esquina tiene que subir a la vereda...., la biblioteca de Strashun, donde estaban los libros judíos más raros de Europa...., el lugar que ocupaba la biblioteca de la Jevre Mefitsei Haskole (Sociedad para la difusión del iluminismo), que festejó en el ghetto de Vilna el préstamo del libro 100.000 durante la ocupación nazi.....
Caminar como si nunca me hubiese ido de allí.... Caminar como si nunca me hubiesen echado de allí..... Caminar como si nunca me hubiesen matado allí..... Caminar y caminar y cargar bronca.....

Despues volver a las clases y ver a mis estudiantes..... Oírlos cantar la canción de los judíos de la ex Unión Soviética : af tsepikenish di sonim, lomir freilej zayn. Am Isroel Jai (Para que revienten nuestros enemigos – Alegrémonos. ¡El Pueblo judío Vive!) me dio parte de la respuesta....

Una segunda lengua implica una segunda cultura, una segunda alma, y nosotros los judíos somos diferentes con otra alma más. Asi como durante el sábado adquirimos una segunda alma, según la tradición judía (neshome yeseire) cuantas más lenguas adquiramos, tanto más diversos seremos. El pueblo judío siempre fue bi, tri, multilingue. Siempre manejó más de una lengua propia. Esta generación de jóvenes universitarios se conjuró para adquirir esa cultura que el stalinismo y el nazismo quisieron aniquilar y otro ismo ignoró, como ignorara otras minorías culturales, para acrisolar y crear un judío nuevo.

Por todo eso fui no sólo a enseñar, sino también a rendir tributo. Precisamente allí, en estos lugares. También Alemania es el lugar para enseñar idish (estuve en la Universidad de Trier hace unos años y allí también lloré). La mejor forma de preservar la memoria es recorrer los lugares, pero mejor aún es enseñar lo que se quiso aniquilar.

Alegrémonos. ¡El Pueblo judío Vive!

8 de Octubre de 2003 - 12 de Tishrei de 5764
Página Principal
Nros. Anteriores
Imprimir Nota

Comunidades
Periódico Judío Independiente

www.comunidades.delacole.com
E-mail: periodicocomunidades@gmail.com

Editores y Directores
Dr. Alberto J. Rotenberg - Prof. Natalio Steiner

Domicilio Postal
Casilla de correo Nro. 49 - (1872) Sarandí - Prov. de Bs. As

Teléfonos
4864-8738 (por la tarde)

Representantes en el Interior
Villa Angela (Chaco): Jacobo Garber - Moisés Ville (Santa Fe): Pedro Balhorn. Tel.: (03409) 42-0189.
Rosario: Saúl Bloj. Tel.: (0341) 433-1254. - Concordia: Batia Enguelberg. Tel.: (0345) 421-9822

Difundimos gratuitamente todas las actividades comunitarias.
Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de los artículos de este periódico sin mencionar su origen.
La notas firmadas no representan necesariamente el modo de pensar de los Directores.

Registro Propiedad Intelectual
Nro. 206.708