Lazar “Lalo” Slepoy es argentino. En 1976, hizo alía y desde ese entonces, vive en un kibutz. Desde 1995 hasta 1998 fue Director del Departamento de Educación y Agencia Judía en Méjico y Centroamérica. En Argentina fue Director del Departamento de Alía entre el 2002 y 2004. Vale remarcar, que en esos años se logró el record histórico de Alía de este país (10.000 personas).
En la actualidad, trabaja en el Ministerio de Educación, dirigiendo el área americana del programa Naale y es responsable de la difusión del programa juvenil dentro de la zona.
Por Alan Benchoan, especial para Comunidades
¿En que consiste el plan Naale Zohar?
Zohar es el nombre con el que se conoce al programa Naale en América Latina. Este programa es para alumnos secundarios, que hayan terminado segundo año y deseen concluir el estudio en Israel. Está pensado para alumnos de 14 a 16 años. Comenzó en el año 1992, con alumnos de de la ex URSS.
¿Qué ofrece el programa?
El título con el que te recibís es de bachiller reconocido en los diferentes países y existe un convenio para no dar equivalencias. El programa es completamente gratuito y una vez finalizado, si el alumno lo desea, le otorgan el pasaje de vuelta a tu país.
Cabe destacar que Naale es el único programa en Israel que permite estar tres años como turista. Luego, si el joven decide quedarse, pasa a ser “Ole Jadash” (nuevo inmigrante).
Otra ventaja del plan es el nivel académico de excelencia con el que culminan los alumnos. Gracias a esto, tienen la posibilidad de ingresar a la Universidad sin cursar el año preparatoria.
Mientras la cantidad de judíos de la diáspora que deciden ir a vivir en Israel disminuyo, el programa, hace 4 años, aumenta su cantidad de alumnos. Podemos decir que es una buena puerta de entrada para la Alía.
¿Cuál es el propósito que Israel persigue con este plan?
Lo único que fomentamos es el sionismo. El 95% de los estudiantes deciden quedarse en Israel. El nombre mismo del programa lo explica. Naale significa “Nohar Lifne Ha´ Horim (Jóvenes antes que los padres).
Durante toda la historia de Israel, los judíos de la diáspora ayudaron. Hoy en día, Israel se encuentra en mejor estado que la gran mayoría de las comunidades del mundo.
Israel sueña con ser el colegio secundario de los jóvenes judíos de todo el mundo. Está devolviendo la deuda que tiene con los judíos de los diferentes países.
¿Cuál fue el alcance que han tenido hasta el momento?
El programa se inició en Europa y los alumnos no superaban los 350. Hoy en día, existen 32 países participantes, de distintos continentes, con 1600 alumnos.
El programa cuenta con 11.000 egresados de los cuales 10.500 viven en Israel actualmente. De esta cantidad, el 50% de los padres hicieron alía.
En América Latina, el plan comenzó en el año 2000 y ya registra más de 400 egresados. Hoy en día asisten 94 chicos. De estos egresados, 170 fueron estudiantes argentinos.
¿Cuáles son los motivos que llevan a los padres a elegir este plan para sus hijos?
En muchas familias, el estudio en ámbitos judíos se dificulta. Debido a que, por ejemplo, los padres no pueden pagar la educación judía.
Generalmente, los padres que vienen a consultar por el plan de estudio, es porque sienten que en el medio donde se encuentran, no les pueden dar todo lo que su hijo se necesita.
Cabe mencionar que el 65% del alumnado viene de la red educativa no judía. De esta cantidad, el 80% de chicos pertenecen al Interior. Esto podría deberse a que Bs. As .te brinda mayores posibilidades de educación judía.
¿Cómo debe hacer el chico para ingresar al programa?
Para ingresar debes tener capacidad de aprendizaje y motivación. Acá con “zafar” no alcanza. El alumno debe rendir un examen de ingreso que consta de dos partes, evaluando la capacidad de aprendizaje y la madurez. La primera parte consta de un ejercicio grupal donde los jóvenes deben llevar adelante ciertas premisas. La otra parte está compuesta por exámenes de conocimiento de matemática, ingles y cultura general.
Aproximadamente el 70% de los alumnos argentinos que se presentan son aceptados en el programa.
Como conclusión podemos decir que Naale se presenta como un programa que da grandes beneficios. Si el alumno se queda en Israel, podrá devolverle con sus estudios todo lo que el país hizo por el. En cambio, si elije volver, se desempeñará en su país de origen, como un líder comunitario, volverá enriquecido de los tres años vividos allá y seguirá el camino del judaísmo.
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