La Nueva Judeofobia
Enseña Maquiavelli, que cuando se persigue un objetivo determinado y las fuerzas de las que se podría disponer estan dispersas en otros objetivos, una forma de unirlas y cohesionarlas es buscar un enemigo común.Y a través de la historia, este papel de enemigo cohesionador lo han desempeñado frecuentemenmte los judíos.
A partir del estereotipo del judío como enemigo del género humano, la vieja Europa esta volviendo de a poco a una de las irracionalidades más funestas de todos los tiempos. Esta ganando espacio una ola de violencia anti judía con elementos incorporados de antiamericanismo y antiglobalización y la "políticamente correcta" prensa europea tiene un papel preponderante en esta apología del antijudaísmo, antiiesraelísmo y antisionismo. El judío que antes controlaba la gran conspiración mundial a partir de la revolución bolchevique, ahora lo está haciendo desde Nueva York, timoneando la gran conspiración de la globalización del capitalismo financiero y del sojuzgamiento del mundo musulmán.
Para esta nueva judeofobia, Israel es el equivalente a la América imperialista. De acuerdo a estos preceptos de la nueva izquierda europea, los Estadoa Unidos dominan el mundo y como la conspiración judía controla los Estados Unidos, los judíos son los que verdaderamente dominan el mundo. Como solución para tantos males, la judeofobia de la islamizada izquierda europea propone como "politicamente correcto", la erradicación, la extirpación del Estado de Israel del Cercano Oriente, puesto que este Estado esta fundamentado en la expoliación, el asesinato y el racismo. Así lo expone el pensador francés Pierre-André Taguieff en "La nueva judeofobia", donde analiza como en el conflicto palestino-israelí "esta argumentación de ciertos fundamentalistas islámicos de gran influencia, hace que este conflicto se convierta en el núcleo de una conspiración judía mundial". Señala el autor, que ""resulta alarmante que la prensa, la televisión, los partidos políticos o los intelectuales apenas protesten. Al contrario, los medios de comunicación fomentan esta judeofobia con titulares tendenciosos sobre el conflicto entre israelíes y palestinos, que funde las nociones de "judío", "israelí" y "sionista" en una delirante amalgama, a la que los nuevos antijudíos ven como representantes de una potencia maléfica que supuestamente mueve los hilos del imperialismo y de la globalización económica"". Estas falsedades alimentan el resurgimiento de resentimientos que ya habían sido olvidados, y la aparición de otros de nuevo cuño. Es el gran maniqueísmo que reaparece en la era de las complejidades. Son los judíos que siempre conspiraron para vivir en el éxodo; para vivir recluídos en guetos; para ser víctimas de matanzas; para morir incinerados en hornos crematorios y ahora, para ser echados al mar.
Mario Garfunkel
Cap. Fed.
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UNA FORMA DE RESPUESTA
Que el periodismo nacional es poco objetivo no es ninguna novedad. Que la falta de objetividad, particularmente en el caso de Medio Oriente,
está ligado a prejuicios antisemitas, ahora disfrazados de anti sionistas,tampoco es novedad. Pero hay algo más grave todavía: la falta de respeto por las opiniones ajenas. Interprétese esto en la sistemática no publicación de artículos o cartas de periodistas, pensadores, dirigentes, etc. tratando de aclarar con la verdad las incongruencias y falacias de todo tipo
expuestas sobre todo en el peridismo gráfico. Sin hacer nombres ya sabemos como piensa la mayoría de la prensa nacional. Por eso se me ocurrió que una
manera de responder a tanta mentira y manipulación sería, por ejemplo, que todos los avisadores judíos de esos medios retiraran sus avisos, desde los
publicitarios hasta los necrológicos. Ya se que me dirán que eso no se puede hacer porque la publicidad es importante para las empresas y la información
de los fallecimientos no puede evitarse. Entonces se me ocurre otra alternativa; la publicación de solicitadas con artículos aclaratorios tendientes a corregir tanta mala intención. Se pensará que las solicitadas son caras. Es verdad, pero primero habría que aceptar publicarlas, y después creo que se encontraría la manera de financiarlas. Tengamos en cuenta que la negativa a publicar una solicitada afecta directamente a la libertad de
expresión, y entonces los que tendrían el problema serían los diarios.Hay gente muy capacitada para esclarecer y mostrar al público la otra cara de la historia. En definitiva lo que los diarios no publican queda para el lector medio como una aceptación de que todo eso es verdad con el consiguiente daño a Israel y a los judíos en general, que como ya sabemos el prejuicio general indica que somos todos iguales.
Combatir esto ya merece el gasto de cualquier solicitada, pero eso es posterior. Primero tendríamos que aceptar esta alternativa.
Elias Krimker
Capital Federal
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LOS ERRORES DE LA NACION
Señor Director:
La escueta sinopsis que encabeza la página 2 de la edición del 8-01-05 deja muchos vacíos. Se refiere a Palestina como zona geográfica identificándolo con la entidad política que identifica a los árabes de Judea, Samaria y Gaza (zonas ocupadas por Israel desde 1967) que aspiran a tener por primera vez su propio Estado soberano. En cambio, la organización tribal y los reinos judíos independientes y soberanos tuvieron entidad y permanencia hasta su anexión por el Imperio Romano. La inmigración judía a partir de 1882 es el principio de ejecución del sionismo político (gestado entonces) que concibió y materializó la restitución al pueblo judío de la soberanía de la tierra santa, derecho que tuvo expresión de reconocimiento internacional con la Declaración Balfour de 1917. Las revueltas de los árabes palestinos de 1936 (no revuelta palestina, como se ilustra) es un hito en la larga relación, pacífica la mayoría de las veces y otras conflictivas, entre la comunidad judía y árabe en Palestina. La situación durante la segunda guerra mundial, 1939 a 1945, encontró a la población judía del lado de la potencia mandataria (el ejército inglés tuvo en Europa la legión judía integrada por judíos palestinos) y a la dirigencia árabe palestina liderada por el Mufti de Jerusalén que tomó partido por la Alemania Nazi y que anhelaba que la campaña de Rommel en Africa alcanzara a conquistar Palestina para que los judíos tuvieran en Palestina un destino similar a sus hermanos de la Europa bajo el yugo nazi. No obstante, ambas comunidades palestinas protegían sus intereses frente a la potencia mandataria, situación que se agudizó desde la finalización de la contienda hasta el abandono inglés de Palestina en mayo de 1948. En 1947, el 29 de noviembre, las ONU aprueba n la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. Mientras el primero nace con una victoria militar sobre los ejércitos de los países circundantes, el segundo no se materializa por esa infeliz estrategia desarrollada por Egipto, Siria, Transjordania, Irak y Líbano. Ello que derivó en una lucha latente, a veces abierta y otras no, que persiste hasta la actualidad. La mayoría de los países árabes mencionados cambiaron sus regímenes y fronteras desde 1948 y también su relación con el Estado de Israel. Lo que no cambio es el mantener marginada a la población palestina que se refugió en sus territorios para ser políticamente manipulada y viviendo en precarias condiciones, como se comenta en otro artículo de la misma página de vuestro prestigioso matutino con referencia a los 367.000 palestinos en el Líbano sin derecho a voto y con ansias de retorno. No tienen similares expectativas los 500.000 judíos expulsados de los países árabes y que emigraran a Israel e incorporados como ciudadanos plenos. Seguro que ninguno de los judíos iraquies echados o sus descendientes pretende participar en las inminentes elecciones iraquíes.
Atentamente
Mario Czemerinski
L. E. 4.613.480
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UN BAR MITZVA SIN FESTEJOS
Generalmente cuando hablamos de un bar mitzvá nos imaginamos hermosas ceremonias en un bet haknesset, una fiesta deslumbrante y mucha alegría.
Sin embargo hoy quiero hablar de otro bar mitzvá, un bar mitzvá en el que la alegría no existe y la ceremonia en el templo es reemplazada por un Kadish.
El 17 de marzo de 1992 la ciudad de Buenos Aires se vio sacudida por la voladura de la Embajada de Israel.
Primero fue el estupor, luego la bronca, el dolor, las manifestaciones, las investigaciones y, al final… nada.
Y entonces, dos años después volaron la AMIA. Nuevamente el estupor, la bronca, el dolor, las investigaciones y, al final… nada.
Los responsables están libres por arte del birlibirloque. La “justicia”, esa “justicia” falsa, tergiversada, prostituida ha dicho que no hay culpables, ha dado por terminada la investigación, abriendo el camino para futuros atentados.
Hace trece años de ese primer atentado, el “bar mitzvá” del mismo.
Hace casi once años del segundo atentado.
111 espectros ensangrentados, destrozados, siguen clamando por JUSTICIA (así, con mayúscula). 111 familias destruidas siguen clamando en nombre de sus caídos, siguen apretando los puños, siguen tragando sus lágrimas, mientras los Telleldin y los Ribelli se mofan de ellos, paseando su desvergüenza por las calles de Buenos Aires ante la mirada atónita del mundo entero.
Como dije al principio, quiero hablar de un bar mitzvá sangriento y triste, pues no sólo murieron 26 personas en el primer atentado, no sólo murieron 85 en el segundo, no sólo fueron truncadas 111 vidas, sino que hay que entonar un Réquiem por la “justicia” argentina, que esta vez fue más ciega que nunca.
Isidoro Winicki
Naharia, Israel
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