Nada es casual, todo tiene un origen.
La masacre en Noruega que conmocionó al mundo tiene que ver con un crecimiento geométrico del neonazismo,- alimentado por años- no solo por la extrema derecha, sino hasta por los propios gobiernos. Este es otro patético caso que da razón a la celebre frase “se recoge lo que se siembra”, por lo cual no debería sorprender tanto esta masacre en ese país escandinavo.
Noruega anunció en el año 2009 la celebración del 150° aniversario del nacimiento de Knut Hamsun, quién falleció en 1952. Reconocido internacionalmente a raíz de su obra Sult (hambre), una novela autobiográfica que marca el comienzo del neo-romanticismo en Noruega. Hamsun recibió el premio Nobel de Literatura, otorgado por la Academia Sueca de la Lengua, en 1920 por su obra Markens Grøde ( El Crecimiento de la Tierra) publicada en 1917.
La Biblioteca Nacional de Noruega fue la responsable de la realización de los festejos oficiales por esta conmemoración. ¿Pero quién es este premio Nobel, prácticamente desconocido no solo en la Argentina, sino para casi todo el mundo?
¿Qué tipo de personalidad es la que es homenajeada con toda la fanfarria en Noruega en su centésimo quincuagésimo aniversario?. Knut Hamsun, fue un criminal de guerra, que nunca ocultó su simpatía por Hitler y su gobierno Nacional Socialista. Él mismo dio la bienvenida a la invasión Nazi a su propio país en 1940. Cuando obtuvo su premio Nobel, se lo dedicó a Joseph Goebbels, quién fuera Ministro de Propaganda de Hitler.
El 7 de Mayo de 1945 Hamsum escribió en el diario noruego Aftenposten un homenaje póstumo a Adolfo Hitler en el cual lo describe y destaca como “un guerrero para la humanidad”. Tras la 2° Guerra Mundial, Hamsun fue arrestado y debió pagar una fuerte multa por su conexión con el partido fascista noruego, en aquel entonces liderado por Vidkun Quisling, condenado en 1945 por alta traición y ejecutado por un pelotón de fusilamiento. Entre los honores que se le confería, la reina previó su personal participación en la inauguración de las celebraciones, acompañadas por fanfarrias y una comedia musical, así como por sus anuncios referidos a la próxima inauguración de una estatua conmemorativa del escritor, de un museo dedicado a su memoria y un sello postal para exaltar su obra. Quisling fue una desgracia para la historia de Noruega, al punto de que su nombre se convirtió en sinónimo de ”traidor”.
Hoy llamar a alguien ”quisling” en Noruega es uno de los peores insultos que se pueden propinar. En 1940 el diario británico ”The Times” publicó en una editorial que para los escritores, la nueva palabra Quisling es una combinación de letras extraordinaria, como sinónimo de traidor.
Como se ve el gobierno de Noruega rendía así tributo a una persona que activamente daba soporte a uno de los más siniestros regímenes de la historia de todo el planeta.
Fueron muchos los que alzaron sus voces condenando estos festejos en honor de Hamsun, entre ellos, uno de los más notorios fue de la Fundación Internacional Raúl Wallenberg fundada por Baruj Tenembaum, en honor al diplomático sueco que salvó a más de 100.000 víctimas de los nazis en Hungría.
Hoy Noruega está revisando su pasado reciente, buscando explicaciones para un hecho inimaginable, pero no por ello impensable, es que a toda acción siempre sigue una re-acción y esto es una realidad incontrastable.
Lic. Salomón Lalo Wainberg
Córdoba
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