Hace más de 10 años, Walter Goobar, periodista especializado en los atentados a la Embajada y la AMIA, publicó un libro en el cual señalaba a la pista iraní como principal vertiente. En una entrevista a fondo nos cuenta todo lo que rodea hoy en día la causa AMIA, el pedido a la INTERPOL y también hace hincapié en la situación
- ¿Cuál es su análisis de la causa AMIA hoy en día?
Yo diría que a lo largo de estos 13 años la causa fue manoseada, de tal manera, que el paso del tiempo ha hecho cada vez más difícil conocer la verdad. Hay una frase en criminología que dice: “El tiempo pasa, la verdad que huye”, y algo de eso obviamente ocurrió, fundamentalmente con las diversas capas geológicas de encubrimientos varios que ha habido.
De todos modos, siempre ha persistido de una manera más sólida la pista iraní. Con matices, con determinadas variantes, en algunos casos con falta de evidencias probatorias como para poderse llevar a juicio, lo que no quiere decir que no haya un cúmulo de indicios, de evidencias y antecedentes que hagan que el tema de la pista iraní haya sobrevivido a todos estos encubrimientos, a todas estas fallas y falencias procesales y judiciales que todo el mundo admite que hubo.
- ¿Qué análisis hace del pedido de la justicia argentina a la INTERPOL?
Lo de INTERPOL es absolutamente legítimo, creo que lamentablemente en el momento que Galeano pidió la captura del ex embajador la formuló mal, situación que sucede muchas veces en la justicia argentina, tanto a lo que se refiere a pedidos de captura como de apertura de cuentas. Hay decenas de historias en las cuales los jueces argentinos han pedido mal y han sido rechazados, no porque el tema no lo amerite sino porque lo piden mal, y en ese sentido, es válido y de alguna manera INTERPOL ha avalado eso. Los únicos casos que no ha avalado son el de Alí Akbar Rafsanyani, que era el jefe de estado y el del ex ministro de Exteriores Ali Akbar Velayati, porque considera que estos pedidos que formula el fiscal Nisman serían de índole política, y el de Hadi Soleimanpour, porque hubo un rechazo anterior al haber estado mal formulado o mal fundamentado. La votación en Interpol ha sido decisiva.
- ¿Qué opinión le merece el discurso de Kirchner en la ONU?
Me parece absolutamente legítimo y válido, porque lo que se trata es de denunciar la falta de colaboración. Más allá de lo que dijo Kirchner, el tema de INTERPOL está generando presiones feroces por el lado iraní en los países miembros, justamente para que revoquen esta medida. Kirchner no ha hecho más que generar un pedido que es que Irán colabore con la justicia argentina, lo cual es absolutamente lógico y si Irán no tuviera ningún tipo de participación debería ser el primer interesado en que se esclarezca, que su país no tiene nada que ver.
- Entonces Irán no colabora con la justicia argentina porque tiene que ver en lo sucedido…
Yo creo que si. De todos modos quiero hacer una distinción, lo que menos puede favorecer a la causa es montarse al tren de los Estados Unidos, en el termino de la denuncia global contra Irán, por ejemplo en el tema nuclear. Si la reivindicación argentina, que es legítima, pasa a formar parte de una campaña, o el caso AMIA pasa a formar parte de un caso “X” que podría justificar una invasión, un ataque quirúrgico contra Irán, que iría enmarcado dentro de la política de George Bush, yo creo que ninguna intervención de los Estados Unidos en Irán ayudaría a la Argentina dentro del caso AMIA. Empeoraría la situación. En ese sentido, a Kirchner se lo puede elogiar, porque no vinculó los dos temas, lo acotó específicamente a la AMIA.
Walter Goobar es una de las personas indicadas a las que hay que consultar si se refiere a los atentados perpetrados en nuestro país. En su sitio web www.waltergoobar.com.ar, se puede acceder a una gran variedad de investigaciones sobre la causa AMIA y a sus libros sobre los atentados.Pero también, es un especialista en la situación de Medio Oriente, fundamentalmente en lo referido a Irán y Hezbollah. .
- ¿Cómo analiza el enriquecimiento de energía nuclear por parte de Irán?
Por un lado, así como nunca hubo pruebas reales sino una gran manipulación respecto a las armas químicas iraquíes, es cierto que Irán está desarrollando energía nuclear. Pese a que estuvo monitoreado por Estados Unidos, Israel y por el servicio de inteligencia de buena parte de Occidente, no han podido encontrar trazos palpables de ese desarrollo paralelo que todo el mundo supone que existe. Es más, tampoco se piensa que Irán posee un arma nuclear ahora, se piensa que por ahí en 5 o 10 años más. Es un tema delicado y a tener en cuenta, pero hay una política hipócrita por parte de algunos países, porque Estados Unidos no se preocupa que Pakistán que en cualquier momento puede caer en manos del fundamentalismo islámico tenga armas atómicas, y sí le preocupa Irán que todavía no las posee. En general, los más preocupados son los que forman parte del club nuclear. También me parece que la presión militar no hace, sino, de alguna manera corroborar las ambiciones nacionalistas por parte de los iraníes, de todas las facciones desde las más fundamentalistas hasta los sectores del nacionalismo moderado, porque es una causa nacional. Estamos en una situación muy peligrosa y delicada como consecuencia política exterior de George Bush. Es un hecho concreto que tanto en el caso de Afganistán, como en el caso de Irak, y ahora Irán, son países que tienen fronteras y los tres son claves en lo que hace a la provisión de hidrocarburos.
- ¿Cómo ve las elecciones en el Líbano? ¿Cree que existe la posibilidad de un avance de Hezbollah en la región si se siguen postergando?
La postergación de las elecciones en El Líbano es obra de Hezbollah. Por un lado, ha habido un cierto reestablecimiento de los canales no oficiales entre Israel y Hezbollah con un canje de prisioneros y de cadáveres de soldados en las últimas semanas. De todos modos, el problema habitual es que siempre, por uno u otro lado, se rompen este tipo de contactos, en la dinámica del espiral de violencia terminan quebrándose porque alguna de las dos partes rompe las reglas del juego. Mientras han transcurrido estas negociaciones, Hezbollah ha postergado las elecciones y creo que ahí se ve uno de los grandes problemas de la invasión israelí en El Líbano, ya que terminó teniendo el mismo efecto paradojal que tienen la mayoría de las intervenciones extranjeras: Hezbollah, pese a haber sufrido daños militares, terminó fortalecido políticamente. Lo que nos enseña es la conclusión casi matemática que en la mayoría de las intervenciones militares extranjeras se produce un efecto paradojal que más allá de tener un efecto disuasivo en el terreno, en el plano militar, y tal vez en eliminar la lluvia de cohetes katiusha sobre Israel, paralelamente forman, en el caso de El Líbano, mayores anticuerpos que terminan fortaleciendo políticamente a Hezbollah.
- ¿Cómo está hoy en día el conflicto árabe-israelí? ¿Puede llegar a haber una nueva guerra?
No.Es difícil hacer ese tipo de prognosis. Es una situación muy complicada la relación entre Israel y los palestinos, el hecho de tener una suerte de doble interlocutor o doble comando en el caso de los territorios palestinos, donde por un lado la parte de Cisjordania sigue manejada por el sector más propenso a un diálogo, mientras que la parte de la Franja de Gaza sigue dominada por los sectores fundamentalistas: Hamas. No creo que el tener dos interlocutores palestinos favorezca al dialogo para nada y además el actual gobierno israelí cometió errores en El Líbano, Cisjordania y Gaza, y no lo veo suficientemente bien parado para una negociación que requiere fuerza y flexibilidad.
- ¿Cómo ve que este parado hoy el mundo frente al terrorismo y a los grupos fundamentalistas?
Es curioso, por un lado, con Bin Laden y Al Qaeda se pueden rastrear de manera tan fuerte los nexos de él a nivel personal con la CIA, y de su familia con los Bush y los grandes negocios que hay entre Estados Unidos y Arabia Saudita. Creo que este fenómeno terrorista que le dio a la primera presidencia de Bush una misión que no tenía, terminó siendo funcional en muchos terrenos, sobre todo aquellos que tienen que ver con un discurso único y de mayor presión de los Estados Unidos. La teoría que el mundo va inexorablemente a un choque de civilizaciones, por un lado el mundo donde están los blancos, los anglosajones, los cristianos y los judíos y por el otro los musulmanes, es terrorífica, es peligrosa, es inconducente y nos pone a todos en una situación de abismo. Estados Unidos tiene una actitud intervencionista de considerarse el policía del mundo y de generar determinados monstruos que terminan dándoseles vuelta. Saddam es un monstruo inventado por ellos, Noriega en Panamá, la familia Duvalier, Somoza en Nicaragua, Ferdinando Marcos en Filipinas, un montón de los dictadores africanos, y terminan convirtiéndose en una especie de monstruos que se les salen de control.
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