El Bet Midrash del Centro Hebreo Ioná fue rebasado el 1 de diciembre por un público entusiasta que escuchó el relato estremecedor de los fiscales de la causa AMIA, Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos.
Después de un breve diálogo introductorio en base de la parashá de la semana entre el fundador de Ioná Gustavo Perednik, y el director sinagogal Uriel Aiskovich, el fiscal Nisman procedió a exponer en detalle los hechos que llevaron a la voladura de la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994.
El público, que se mantuvo de pie o sentado en los pasillos una vez que todas las sillas fueron ocupadas, incluía a familiares de las víctimas y a educadores de Ioná y de otras instituciones, y compartió con los fiscales sus dudas y esperanzas.
Nisman, quien en su adolescencia activó en Ioná, explicó cómo funciona un Estado terrorista y cómo penetra en sociedades indefensas. Enumeró asimismo la responsabilidad que les cupo en el atentado a cada uno de los imputados, y a aquéllos que se dedicaron a encubrir el caso durante muchos años.
A su turno el fiscal Martínez Burgos, católico de formación jesuítica, expresó su emoción por el hecho de exponer desde una sinagoga, y enumeró las enormes dificultades a las que la Fiscalía debió sobreponerse. Decenas de miles de páginas sin clasificación, testimonios inconexos, llamadas sospechosas, cuentas bancarias abultadas y conexiones inverosímiles fueron lentamente formando el rompecabezas que derivó en un dictamen de más de ochocientas páginas, que es a un tiempo exhaustivo y sorprendente.
Al finalizar el acto, el presidente de Ioná, Sergio Pikholtz, se refirió a los aspectos más personales que se pusieron en juego en la investigación, que abrió una grieta de luz en el largo descreimiento sobre las posibilidades de la justicia argentina.
La reveladora actividad fue auspiciada por la Fundación Hadar (www.hadar.org.ar).
Terminado el debate, el público se puso de pie para vitorear la valentía de los fiscales con un aplauso cerrado que parecía no detenerse nunca. Visiblemente emocionados, Nisman y Martínez Burgos se comprometieron a regresar a Ioná en particular y a la comunidad judía en general para ampliar este esclarecimiento que resulta indispensable.
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